¿Ha llegado la revolución made in Spain de nuevo a Eurovisión o, por el contrario, volvemos al principio de todo? Conviene recordar, que en este siglo XXI, David Civera marcó los tiempos con su sexto puesto y la llegada de ‘Operación Triunfo’ no solamente fue un éxito histórico en lo que audiencias se refiere sino que, además, abrió las puertas para que Rosa, Beth y Ramón entrasen en el top 10. A partir de entonces, llegó el golpe de realidad o la vergüenza generalizada (salvo contadas excepciones). Y nadie está libre de pecado. Ignoramos a Las Supremas de Móstoles o La Casa Azul y convertimos las preselecciones de Eurovisión en todo un circo de payasos. Y no hablo precisamente de John Cobra… Posiblemente el gallo —y la última plaza— de Manel Navarro fueran la gota que colmó un vaso que habían llenado múltiples decepciones pasadas y fallidas elecciones. El regreso de ‘OT’ no ha hecho más que confirmar aquello que buscaba TVE. O, lo que es lo mismo, un programa con gran repercusión mediática y disponer de la gala de preselección eurovisiva más vista en 14 años y que todo el mundo hable de ‘Tu canción’ por encima de su escueta (que no escasa) calidad musical. Es cierto que ‘Lo malo’, de las tres finalistas, era un acierto en tiempos de éxito de ‘Despacito’ o ‘Felices los 4’ pero, no obstante, aquello que premian actualmente son las emociones y la historia de amor —a golpe de talent show y toques de ‘reality’— de Amaia y Alfred . Se trata de un poderoso material con el que conquistar Europa. Afilado, ligero y directo como una flecha lanzada por el mismísimo Cupido. Aunque, ¿no era la canción más completa ‘Al cantar’ de la propia Amaia y ni siquiera pasó al final? ¿Estamos condenados a un nuevo desastre o es el regreso ese comienzo de un gran todo?
Todo análisis debería contar con ciertos datos objetivos y la realidad, por desgracia para los ‘haters’ de ‘Tu canción’, es que nos encontramos ante el tema español que mayor interés ha generado —a estas alturas— en las casas de apuestas desde ‘Más (Run)’ de Brequette. El dúo de Amaia y Alfred ha sido calificado como un «mal sucedáneo de “La La Land”», tras su réplica de ‘City of Stars’ en el propio programa. Se ha dicho que se trata de un plagio descarado de la canción con la que Salvador Sobral ganó e interpretó junto a su hermana tras su triunfo. E incluso las redes sociales se han convertido en un hervidero de furibundas críticas tras verse que es una ‘copia’ de ‘Nuvole Bianche’ de Ludovico Einaudi. El morbo y la intensidad viral siempre han vendido para TVE pero, en esta ocasión, cuentan con otro tipo de material. Aquello que vende es la relación romántica de Alfred y Amaia y ese cúmulo de sentimientos que ha transmitido a la audiencia. Hay que entender, por lo tanto, que estamos ante una canción que recoge el guante lanzado por Sobral para traer de nuevo a Eurovisión a artistas y temas con contenido. Amaia se ha convertido en la Amaia de España venciendo en ‘Operación Triunfo’ aunque, ¿podrá ser la joven pamplonesa esa artista y voz que conquiste Europa? No hay que llevarse las manos en la cabeza con la relación con Alfred y esos títulos candentes de medios que ya parecen El Mundo Today: «¿Qué pasará si Alfred y Amaia lo dejan antes de ‘Eurovisión 2018’?». Y mejor no hablar de los chascarillos de cuñado/cuñada: «Por lo menos aguantad hasta Eurovisión». Flashback. En otras preselecciones previas hemos visto temas candidatos de chico/chica similares a ‘Tu canción’, que pasaron sin pena ni gloria y no por la calidad interpretativa o por la composición. ¿A qué viene ahora tanta queja y eurodrama? Simplemente, público y jurado tenían claras sus preferencias. Todo lo anterior lo defino con la mayor fuente que me permite el editor de Blogger:
HIPOCRESIA. PURA Y DURA.
¿Es que nadie recuerda que Ell&Nikki ganaron Eurovisión para Azerbaiyán con ‘Running scared’? Lo soso y lo ñoño también puede vender y es normal que muchos arqueemos la ceja al presenciar que lo que antes no servía —o era carne del olvido— ahora sea el mayor de los hallazgos y la solución a los problemas. El arqueo se vuelve más agudo y considerable cuando ‘Amar pelos dois’ ganó el año pasado y nos encontramos ante una oportunista propuesta. Otra manera de entender todo podría ser la guerra entre ‘amaiaistas’ y ‘aitanaistas’ y el voto dividido de la última provocó el triunfo de ‘Tu canción’. O eso cuenta la leyenda urbana. Se anunciaron venganzas y rencillas a golpe de llamadas telefónicas, SMS y aplicaciones oficiales en OT. No sirvieron de nada. Ahora, las redes sociales se han convertido en ese caldo de cultivo de odio y todo el mundo aborrece la canción que nos representa. Nada nuevo. España es el país de la continua bilis y arcada. ¿Es tu canción? ¿Por qué tanto mirarnos en el ombligo si nosotros no decimos nuestra posición sino el resto de países participantes? La verdad es que poco o nada importa salvo que sea la canción de Europa y las primeras sensaciones (objetivas y en absoluto musicales) es que tiene todos los elementos para dar la campanada en Lisboa el próximo 12 de mayo. Apúntelo antes y después de vomitar.
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