La Liga de la Justicia. Dioses y monstruos: La (In)humana Liga de la Justicia

“La Liga de la Justicia: Dioses y monstruos”

Título original: “Justice League: Gods and Monsters”

Director: Sam Liu

EEUU

2015

Sinopsis (Oficial):

“La Liga de la Justicia: Dioses y monstruos” explora una realidad recién concebida en el Universo DC, donde los miembros de la Justice League Superman, Batman y Wonder Woman son versiones mucho más oscuras de los superhéroes que las personas piensan que conocen.

Crítica Bastarda:

Si los reversos oscuros y la historia alternativa funcionó a la perfección en “La Liga de la Justicia: La paradoja del tiempo”, en “La Liga de la Justicia: Dioses y monstruos” se queda a medio camino entre sus intenciones y resultados. Puede resultar incluso sugerente ver a Lex Luthor como una especie de Stephen Hawking en un reverso claramente moral respecto a esa Liga de la Justicia que ha impuesto el orden en la Tierra bajo la fuerza extrema, utilizando el asesinato como decreto justificado a tal fin. En ese universo alternativo, Superman, Batman y Wonder Woman son totalmente distintos al habitual concepto predefinido. No son villanos sino que su propia historia personal les ha llevado a evidenciar que cualquier medio puede ser utilizado en sus acciones para proteger a la humanidad. En realidad, es la propia humanidad la que se protege de ellos y son conscientes de ser unos ‘outsiders’ de ese mundo que les teme como tiranos, que evita un enfrentamiento directo a toda costa para no convertirse en enemigos de esos dioses y monstruos. Esta (In)humana Liga de la Justicia que propone Sam Liu, bajo un guión de Alan Burnett y Bruce Timm, hará las delicias de los amantes de historias y personajes alternativos. En este universo, por ejemplo, Superman es el hijo del general Zod y que fue criado por mexicanos trabajadores, viviendo el drama de la inmigración y desigualdad en sus propias carnes. Batman es el Dr. Kirk Langstrom (con voz de Michael C. Hall), un científico que acabó transformado en una especie de vampiro tras tratar de curar su cáncer. La Mujer Maravilla se llama Bekka, una diosa traumatizada tras su viudedad en plena boda con el hijo de Darkseid (Orión). Su huída de Apokolips, tras la masacre planificada por Alto Padre, le llevó a la Tierra utilizando una espada con una caja madre y obviamente acabó integrada en ese reverso oscuro de la Liga de la Justicia. La premisa, por lo tanto, ya despierta el interés de la audiencia.

Después está el núcleo argumental. Una conspiración se ha puesto en marcha mediante unas criaturas robóticas que imitan a los miembros de la Liga de la Justicia. La idea es buscar un enfrentamiento directo entre el gobierno, donde la presidenta de los EEUU es Amanda Waller, que ya ideó un plan de contingencia en caso de tener que enfrentarse a esos dioses llamado ‘Juego Limpio’. Mientras que Batman lleva a cabo la investigación de desenmarañar los secretos de la conspiración, “La Liga de la Justicia: Dioses y monstruos” trata de desarrollar y profundizar en los personajes, sirviéndose de todo tipo de conexiones con el universo DC Comics. Tal vez el metraje de apenas poco más de una hora ayude a ese intento de exploración de los personajes, dando la impresión de que los cameos del tipo Lois Lane son simples elementos directos al fanservice. En realidad, considero que el film de Sam Liu funciona mejor como prólogo que como obra completa, dejando en su desenlace ciertas tramas abiertas de cara a una continuación y generando que esa (In)humana Liga de la Justicia sea más humana que nunca reconciliándose con ese mundo que ahora comprende la necesidad de contar con la protección de esos dioses —que dejarán de ser monstruos—. “La Liga de la Justicia: Dioses y monstruos” funciona bien en ese juego de referencias, posibilidades y variaciones aunque su trama troncal no deje de ser una mera excusa para que los protagonistas traten de hallar una redención aunque no paren de repetir que reniegan de la misma. El derecho a la diversidad tiene siempre un precio y pudiéramos resumir la película como la búsqueda de la aceptación de Superman (Hernan Guerra) por parte de Lex Luthor y viceversa. Puede que todo ese material dramático sea bastante débil por falta de tiempo para desarrollar o que la cinta tenga que pasar por bastantes lugares comunes y clichés en su trama troncal, pero “La Liga de la Justicia: Dioses y monstruos” no defraudará a los fans de la saga y de las obras de realidades alternativas oscuras y con conceptos distópicos respecto a la Liga de la Justicia. Recuerden, nadie está por encima de la ley, incluida esta película.

P.D.: También se puede disfrutar de igual manera de ese anexo y complemento que conforma la webserie “Justice League: Gods and Monsters Chronicles” donde veremos breves historias que nos ayudan a entender más de ese universo alternativo.

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