Serie de TV
“Queridos blancos”
Título original: “Dear White People”
EEUU
2017
Sinopsis (Página Oficial):
Los estudiantes negros conviven todos los días con la discriminación y las trampas políticas de las universidades de élite, que no son tan progresistas como aparentan.
Bienvenidos a una de las series más controvertidas del año que, irónicamente, plantea en las críticas recibidas que el debate racial sigue todavía vigente en EEUU. “Querida gente blanca” de Justin Simien fue un punto de partida para satirizar una época en una nación que debería haber superado sus problemas sociales pero que, por el contrario, los acrecienta en cada nuevo paso que da. El estreno de la propuesta de Netflix, que ha de readapatar el material de la cinta independiente al formato televisivo, fue recibido por un aluvión de furibundos comentarios cuyo origen podría ser una horda de trols de la derecha alternativa estadounidense. ¿De verdad que la ficción de Simien incentiva el odio a la raza blanca y la división entre personas de distinto color? Según los usuarios de Imdb, y declarados ‘haters’ de “Dear White People”, el espectáculo no sólo deshumaniza a la ‘gente blanca’ sino que da una excusa para victimizarse a los afroamericanos. También esos supuestos miembros del ‘alt-right’ tildaban a la propuesta como parte de la ideología de la ultra izquierda radical, plagada de estereotipos raciales y de la actual política de identidad generalizada. Irónicamente, una serie que desea satirizar el racismo fue acusada y tildada de racista… Considero que, pese a poder quedar integrada la propuesta de Netflix en el ‘marxismo cultural’, Justin Simien desde tratar un tema controvertido bajo una fórmula original a modo de fábula. No es la primera vez que institutos o universidades sirven a cineastas o autores para plasmar reflejos del espectro sociopolítico estadounidense. “Queridos blancos”, en definitiva, interesa porque desea que el subtexto se amolde a un discurso sobre un claro inconveniente de raíz: los afroamericanos siguen sin poder decir que la lucha antirracista haya acabado al seguir existiendo señales y hechos que dejan más latente si cabe toda la problemática expuesta.
Justin Simien utiliza a diferentes jóvenes en la universidad como campo de cultivo para articular su parábola. No importa el género, el color de piel, la identidad sexual o incluso la clase social a la que pertenezca el personaje. Todos tienen su propia voz para desarrollar un problema que pivota entre intereses políticos y dinero, entre una sociedad perdida muchas veces en la ‘radicalidad’ de sus voces y argumentos: o estás a mi favor o totalmente en mi contra. Ya no hay dobleces sino polos enfrentados. Simien parece decirnos que la defensa de ciertos posicionamientos actuales deben tener cuidado con la forma de sus reivindicaciones. Vamos a seguir la cruzada de Samantha White (Logan Browning) y la moraleja de su historia en un clímax final que sintetiza la sociedad actual: un gran cúmulo de voces en las que el simplemente habita el caos, ya que ningún mensaje (por válido que sea) puede ser entendido. “Queridos blancos” desea centrarse en el denominado «privilegio blanco» y la imposibilidad de que los afroamericanos puedan pasar página cuando alguien saca a relucir la «N-WORD». Es más, el espectáculo pretende confeccionar en su fábula que no importa la condición social para ser la víctima de un policía blanco. Simplemente el color de piel y el momento equivocado son detonantes de una tragedia anunciada y todos los personajes van a hallar su propia moraleja a la fábula que protagonizan. En el caos de nuestra heroína, entenderá que no importa el mensaje sino la imposibilidad de manifestarlo en una era en la que las redes sociales o las reivindicaciones en plena calle, por ejemplo, son tan libres como distorsionadas. Cada persona o grupo, en definitiva, realiza sus propias reivindicaciones al unísono y solamente quedan los ecos de ese desconcierto generado. Simien nos habla de la perspectiva y el trasfondo del mensaje entre reflexiones sobre el ‘establishment’ y las etiquetas con las que la sociedad ha enrocado un debate latente. “Queridos blancos” pretende sobrepasar todas esas percepciones y voces con la inteligencia del relato y sus recursos mientras se posiciona en su discurso sobre la identidad negra, dotando de humanidad a sus personajes por encima del discurso del autor. Y, sobre tal territorio, la frivolidad carece de interés por encima de una afinada sátira que nos habla de los peligros de la radicalización y los prejuicios, entre toda esa aureola de violencia racial que puede explotar en cualquier momento. ¿Están los protagonistas condenados o en la segunda temporada de la serie debería existir un ‘avance’ en paralelo al de la sociedad estadounidense? ¿Hay esperanza o estamos castigados a repetir un eterno bucle? Quizás esa querida gente blanca tenga todas las respuestas.
Historias Bastardas Extraordinarias by Maldito Bastardo is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional License.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Lea antes los Mandamientos de este blog.