Deathgasm: A los demonios les gusta el pop y Los Fresones Rebeldes…

“Deathgasm”

Director: Jason Lei Howden

Nueva Zelanda

2015

Sinopsis (Página Oficial):

Dos adolescentes de una banda de heavy metal rompen los límites cuando tocan una pieza de música prohibida que abre las puertas del infierno.

Crítica Bastarda:

¿Sabéis ese diabólico heavy metal que los padres no soportan que escuchéis? ¿Esas letras sobre el infierno y el juicio final, de demonios que te abren orificios por dónde jiñar? ¿Y si os dijera que todo es real? Lo sé. Yo estuve allí. 

Hubo un tiempo en el que el cine neozelandés definió el género de terror/gore con remarcables obras de culto que quedaron grabadas en la retina de todo amante de la serie b o el cine de bajo presupuesto. “Deathgasm” trata de repetir viejas fórmulas que considero no acaban de funcionar satisfactoriamente debido, tal vez, al envejecimiento de los espectadores que disfrutaron con las obras más emblemáticas, por ejemplo, de la primera parte de cinematografía de Peter Jackson. Si algo pudiera salvar en el abismo del olvido al film de Jason Lei Howden es que no tiene demasiada (o ninguna) competencia en lo que metal/terror/diablos se refiere. Precisamente cualquier fan del género pudiera recordar la fallida “Los juegos del desmadre (Knights of Badassdom)” más allá de sus cameos o alguna instantánea protagonizada por Peter Dinklage. Si bien la cinta de Joe Lynch trataba de imprimir cierta conexión con la audiencia con su supuesta original mezcla de juegos de rol en vivo y metal, Lei Howden tampoco acaba de afinar convenientemente sus instrumentos pese a conseguir sobrepasar con creces a la propuesta de Lynch. 

“Deathgasm”, por lo tanto, funciona como comedia de terror que trata de ser fiel a sus personajes y premisa para construir un film disfrutable y sólido. Otra cuestión es que revele una preocupante falta de madurez que consiga tomarse en serio aquello que tampoco trata de serlo. Es posible que el director y guionista se escude en la búsqueda de la identidad (metalera) de sus imberbes y adolescentes protagonistas, aunque aquí existen ciertas conexiones dentro del género fantástico en las que el film de Jason Lei Howden. Y es que esa imagen de ver a los personajes defendiéndose lanzando dados de un juego de rol sobre un monstruo esconde la implícita inmadurez de la propuesta, enlazando con las aventuras de esos niños a los que hemos seguido en “Stranger Things”. Aquí falta ese toque de escritura de guion que otorgue cierto significado al momento por encima del guiño o fanservice. Esa superficialidad manifiesta en “Deathgasm” se encuentra presente en todos sus arcos argumentales y conflictos de los protagonistas, pasando por una reivindicación del metal, por un drama familiar hasta llegar al acoso escolar o un triángulo romántico en el proceso. 

Todas esas mecánicas no tienen demasiada fuerza, hilvanando con una prototípica historia que nos remite desde el influjo de “Evil Dead” hasta la citada “Los juegos del desmadre (Knights of Badassdom)”. Podemos añorar “Braindead” e incluso plantearnos la funcionalidad y excelencia de las peripecias de Ash en la pequeña pantalla. Los tiempos han cambiado, quizás nos esté revelando “Deathgasm” y ya nada nos satisfaga como antaño pese a recurrir a las mismas estructuras y armas. Tal vez hayamos crecido y tan solo nos atraiga comedias de terror llegadas de Nueva Zelanda como “Lo que hacemos en las sombras” ya que el film de Jason Lei Howden se pierde en lo prototípico y nos conduce a un sentimiento de oportunidad perdida. Y es que todo aquel que espere una actuación de Today Is The Day se encontrará con un concierto de Aerosmith en horas bajas. Además, todo el mundo sabe que a los demonios les gusta el pop y Los Fresones Rebeldes…

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