Arrow (4x18) Eleven-Fifty-Nine: Una última vez…

Vivimos en tiempos de controversia televisiva, pasando del amor al odio en cuestión de una secuencia ―y media― y posterior apedreamiento y disgusto en redes sociales y canales seriéfilos. “Arrow” tampoco ha sido una excepción a una turbulencia causada por la separación de Felicity y Oliver y despuntando los peores capítulos del show según los votantes de Imdb pero, por lo contrario, generando las mejores notas en los medios estadounidenses que siguen las aventuras de Flecha Verde. “Eleven-Fifty-Nine”, decimoctavo episodio de la cuarta temporada de la serie de The CW, llega para apartar a Felicity Smoak del foco principal de acción y revelar un espectáculo sin la presencia de aquella que dio pie a ese concepto denominado Olicity. Nos encontramos ante un capítulo con el que muchos ni siquiera contábamos debido al hiato de “The Flash” y posibilidad de alguna clase de cameo del corredor escarlata en paralelo. También estamos ante la confirmación de la identidad del protagonista que presumiblemente se encontrará en esa tumba que dio origen al flashforward de la temporada y jugada argumental por parte de los escritores. ¿Quién será? En realidad, “Eleven-Fifty-Nine” es fundamental para una nueva crisis de confianza entre John Diggle y Oliver Queen a rebufo del descubrimiento del que fuimos partícipes en el cierre de “Beacon of Hope” (4x17). ¿Podemos confiar en Andy Diggle? ¿De verdad que su versión de los hechos y encuentro con Malcolm Merlyn le posiciona como víctima y no como futuro verdugo? Oliver, cuyos flashbacks en la Lian Yu son fundamentales en las tramas del presente episódico, no se fía de un traidor en ciernes y todo explotará desencadenando una discusión entre ambos amigos e inseparables compañeros, despuntando así el propio conflicto del protagonista y esa herida que abrió el adiós de Felicity. Da la impresión de que muchas de las frases del libreto se dirigen al otro la de la pantalla, como si nos pidieran a gritos que confiábamos en aquello que nos están contando y que todo tendrá su sentido al cierre de la entrega. ¿Podemos entregar nuestra confianza, entonces, a esos giros de guion tan controvertidos y discutidos? Repasemos “Eleven-Fifty-Nine”. 

Vayamos a los primeros descubrimientos del capítulo que no son otros que recordamos que el ídolo y tótem que requiere recuperar Damien Darhk es aquel que permanecía en Lian Yu y con el que consiguió hacerse Baron Reiter. Evidentemente una parcela narrativa estará ocupada en dar sentido a cómo acabó en manos del líder de HIVE y nos apostamos a que la vinculación de Reiter con Andy Diggle no es absoluto casualidad. El círculo pudiera cerrarse pero, de momento, “Eleven-Fifty-Nine” se centra en la crisis de confianza de Oliver y Diggle respecto al hermano de éste. Flecha Verde quiere mantener a su equipo a salvo (y unido) pero aquí aparece esa faceta de Oliver controlando a todos y todo lo que tiene alrededor. Andy ha dado muchas muestras para confiar en él pero da la impresión de que el protector de Star City tiene un séptimo sentido al respecto. Digamos que todas las acciones que facilita Andy esconden maniobras oscuras y perniciosas de Malcolm Merlyn y algunos miembros de La Liga de los Asesinos todavía afines a aquel que fue Ra's al Ghul. Un robo de misiles generará que Merlyn asalte la arrowcueva y tome el ídolo… aunque posteriormente descubramos que una pieza fue quitada del mismo para que Darhk no activara sus poderes. Black Canary y Speedy defenderán el preciado tesoro aunque Thea no podrá asesinar a aquel que es su padre, aprovechándose éste de tal elemento para noquearla y escapar del lugar. Tampoco las acciones posteriores de Andy ayudan, ya que les guiará hasta el escondite de Merlyn siendo emboscados pero recibiendo el hermano de Diggle una flecha por Oliver. Más tarde, Flecha Verde descubrirá a Andy husmeando en el apartamento de Spartan tras enterarse de que es su hermano aquel que esconde la última pieza del tótem. Andy tiene respuestas para todo e indica que estaba buscando algún dispositivo de vigilancia… 

He ahí el germen de “Eleven-Fifty-Nine” y punto de conexión de Oliver y Diggle al quedar cegados cuando se trata de su familia, pese a que los discursos antagónicos se solapan. ¿Deben dar una segunda oportunidad a las personas? ¿Es posible salir de la oscuridad y cambiar? Tal vez Andy acaba siendo un reflejo de Oliver y sus intentos por apartarse de esa senda torturada y propulsarse hacia la redención. ¿Es único Oliver y el resto es capaz de madurar, crecer, evolucionar y cambiar? La condena de nuestro héroe es posiblemente su incapacidad de mutar salvo en Flecha Verde, atrapado en su auto-compasión y tragedia que rodea para satisfacer su sentido de la justicia. Y es también ahí donde aparece Black Canary y la posibilidad de que Laurel se separe definitivamente de ser una justiciera gracias a una oferta de Ruvé Adams para ser la nueva fiscal del distrito. Esa dicotomía en el personaje vuelve a incidir en el concepto para esta entrega respecto a Oliver Queen y su finalmente abortada carrera para alcalde. ¿Necesita Star City otros héroes sin máscara que luchen a plena luz del día? ¿No es también un poco lo que desean representar los escritores con el reciclaje de Felicity? ¿Será, de verdad, la última vez que Laurel ejerza como Black Canary? Y, por cierto, ¿dónde está Curtis Holt? Por mucho seguimiento que haga en la prisión la propia Laurel, Darhk ha atado los cabos para que su huida de la prisión sea una realidad. Tiene aliados como Murmur dentro de la prisión y, sobre todo, Merlym maquinando fuera de los muros para ganarse la salvación de su hija (y de él, por supuesto). Sí, todo consiste en ese conflicto y germen familiar incluido la parcela romántica, donde curiosamente el capítulo incide en los flashbacks de la isla para que Oliver recuerde a través de una vieja foto a Laurel. Aunque en el pasado Mr. Queen consiguió retener al portador del tótem, en el presente una amenaza se cierne sobre ellos. Y no es otra que Andy. Diggle se dará cuenta de que su confianza por su hermano abrió la puerta al mismísimo mal para que el villano de la temporada tuviera preparados a sus enemigos en el caso en el que surgiera algún contratiempo. El tótem será completado y Darhk generó un violento motín en la prisión para tener el alimento necesario… 

¿El fin está cerca? Mejor dicho, ¿de quién está cerca el final? Darhk es un hombre de palabra y, tras recuperar sus poderes, decide devolver la amenaza lanzada sobre Quentin Lance. El villano sabía desde tiempo atrás quién es quién en ese juego de máscaras. Fue, como recordábamos antes, Diggle el que abrió la puerta al demonio y as en la manga del archivillano. Laurel será la sacrificada en esa venganza con una de las flechas con las que Oliver trató de detener a su némesis y contener temporalmente el sortilegio que había inmovilizado a los presentes. Flecha Verde llevará al hospital a aquella que fue su novia en el pasado y los escritores deciden que salga viva de la operación para conceder a Katie Cassidy una despedida apropiada a su personaje. En su mejor actuación en la serie, Laurel recordará esa vieja foto y la esperanza de que Oliver recupere el amor con Felicity y él fue el gran amor de su vida. Laurel, además, quiere que Oliver cumpla una promesa y es allí donde nos perdemos la misma y surgen un montón de cosas como, por ejemplo y para empezar, la muerte sorpresiva de la protagonista. ¿Cómo surgieron esas convulsiones? ¿Por qué el equipo médico no pudo hacer nada para salvarla? ¿Nos esconden un punto de giro como el que vivimos en la recta final de la tercera temporada? Recordemos que la serie, aparte de personajes bipolares, consiste en que muchos de los protagonistas mueran delante nuestra para regresar posteriormente de la muerte. Existe, por lo tanto, ¿algún tipo de truco y relación entre lo ocurrido y la promesa de Laurel y Oliver con ese flashforward? Las críticas no se han hecho esperar y el odio ha vuelto a instaurarse al otro lado de la pantalla. Katie Cassidy siempre fue una de las actrices más odiadas y cuestionadas dentro del “Arrow”. Su transformación en Black Canary gustó a pocos… aunque, ahora, todo el mundo es fan de la actriz y del personaje. Creo que la serie de The CW se merece el beneplácito de la duda y tener una visión general de la temporada al completo ayudará bastante. Además, ¿no pudo Laurel fingir su propia muerte para así conseguir derrotar a Darhk en una serie en la que todos han fingido su propia muerte (o ayudado a otros) y en la que los personajes esconden secretos los unos a los otros? En fin, descanse en paz (si es que descansa o les deja de descansar los pitidos en los oídos a los showrunners).

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