Páginas Bastardas

miércoles, 3 de febrero de 2016

Agent Carter (2x04) Smoke & Mirrors: El origen de Peggy Carter


Hay que entender esta segunda temporada de “Agent Carter” como un regalo para todos los fans del universo de ‘Los Vengadores’ de S.H.I.E.L.D. y, sobre todo, de la primera entrega que sorprendió a propios y extraños. ABC la ‘vendió’ inicialmente como una serie limitada y, por lo tanto, cualquier apéndice es agradecido contando que ya sorprendió su renovación por sus discretos datos de audiencia. La tónica no ha cambiado e incluso pudiéramos decir que los actuales ratings son inasumibles para cualquier cadena generalista y tal vez los guionistas supieran de antemano que estaban escribiendo una carta de despedida. Sabían que tenían que dan hondura y sentido a su heroína y también formalizar la conversión de la SSR (Strategic Scientific Reserve) en S.H.I.E.L.D., gracias a un villano Vernon Masters (Kurtwood Smith) como cabeza visible del Club Arena y aquello que esconde. Por el contrario, “Agent Carter” sigue siendo una serie principalmente femenina y las antagonistas de Peggy son mujeres poderosas, inalcanzables para cualquier hombre. Si en la primera temporada Dottie Underwood se erigió tanto como un elemento referencial a Viuda Negra —y los orígenes de su programa—, en esta entrega es Whitney Frost. Aquella destinada a convertirse en Madame Máscara va a compartir el protagonista de los flashbacks que van a desarrollar el secreto origen de Peggy Carter. “Smoke & Mirrors”, cuarto episodio de la segunda temporada de “Agent Carter”, no quiere propulsar la temporada sino recapitular lo ofrecido anteriormente para que queden claras las intenciones de los bandos enfrentados y ya dispuestos en un tablero a punto de explosionar. No esperen, por lo tanto, grades avances sino algunas revelaciones del pasado de los personajes para que ese presente que es un perceptible pasado haga resonar los ecos de sus conflictos. Repasemos “Smoke & Mirrors”. 

“Smoke & Mirrors” es un episodio para desarrollar convenientemente tanto a Whitney Frost y Peggy Carter, dejando los avances argumentales prácticamente suspendidos. Interesa ver cómo Peggy desde su infancia quería ejercer como caballero rescatando princesas en apuros, dejando claro que no iba a ocupar más allá del espacio limitado para toda mujer en una época en la que sus oportunidades estaban amparadas a ser la sombra del esposo que pudiera encontrar. Hayley Atwell aprovecha esos matices entre una jovencita soñadora y su actual y magnético personaje que le permite a establecer un conveniente y backstory para conocer más sobre su pasado. Veremos que ese joven Peggy duda entre hacer su sueño de ser aceptada en un programa de espionaje gracias a ser una especie de Alan Turing en versión femenina, aunque también todo fue debido a que la guerra no discrimina a sus víctimas, verdugos o necesitado personal. La otra opción es convertirse en una fiel esposa. Pero hábilmente los guionistas utilizan el material para que veamos esas dudas trasladas a su hermano Michael Carter, que ve en su hermana el suficiente potencial para convertirse en una perfecta espía (y soldado) y servir a su país más y mejor que un simple delantal y siendo al criada de un olvidable marido. Y sobre ese terreno seguimos viendo a una Peggy completamente distinta a la que conocemos, dispuesta a sacrificar todo por vestirse de novia para agradar a su madre y olvidar esos juegos de infancia en los que era el caballero que rescataba doncellas siendo regañada por la misma. ¿Qué ocurrió entonces? La noticia de que su hermano se ha convertido en un solado caído en el cumplimiento del deber activa todo, explota ese mundo de irradiante felicidad, como si Peggy Carter hubiera olvidado todo y que su propio país estaba inmiscuido en una guerra contra los nazis. Ese punto de vista un tanto egoísta —hasta que la tragedia llama personalmente a tu puerta— humaniza al completo a su personaje y transforma a una novia de blanco en una mujer de negro y luto interior. Digamos que “Smoke & Mirrors” eleva todo el concepto de su personaje y revela el nacimiento de un personaje muy presente en el Universo Cinematográfico (y Televisivo) de Marvel; un personaje necesario y fundamental porque tal vez sin ella no tendría sentido el cosmos alrededor de esa agencia secreta que unió a un equipo de superhéroes.


Por parte de Whitney Frost también veremos cómo llegó a ser una actriz de éxito, aunque sus flashbacks son más débiles pero posiblemente certeros a las intenciones de revelar una gran villana. Ambas también se centran en sus respectivas madres como personaje fundamental en sus vidas y crecimiento, moldeándolas para seguir su propio ejemplo y dar forma al relevo generacional femenino. Frost no tuvo una vida fácil, siendo una chica muy inteligente que tenía que soportar las compañías de su madre soltera (¿o viuda?) para poder salir adelante ambas. “Agent Carter” aprovecha el material para mostrar una crítica a la frivolidad y superficialidad de esa época en la que la sociedad nunca se fijaría en el cerebro de una mujer. Por suerte para Frost, tenía una cara bonita y pudo escapar de Broxton, Oklahoma; el lugar donde cayó el martillo Mjolnir en Thorgracias a ser ‘escogida’ por un cazatalentos cerca de un cine. Esta vez esa arisca e inteligente joven sonrió… ¿Un guiño a Jessica Jonesde Netflix? Finalmente su madre tenía razón… Aunque no se nos explica aquí si Frost acabó utilizando a los hombres como su madre y decidió casarse con el propietario de Isodyne Energy para poder volcarse en la ciencia. “Smoke & Mirrors” también quiere desarrollar la tensión sexual con ese ‘fantasma’ llamado Jason Wilkes, los celos (?) de Sousa y algunas frases con doble sentido dentro de su quiero y no puedo y, por supuesto, algún avance sobre algo que está llamando al científico de Isodyne Energy dentro de ese mundo oscuro y mágico (?) que seguramente le aguarda. Por parte de los avances dentro de la temporada veremos cómo Rufus, el matón que trató de asesinar a Peggy, es capturado y torturado por una inteligente agente Carter, que le sacará algunos nombres. Lamentablemente para la SSR, Vernon Masters detiene la operación sobre el Consejo de los Nueve y Peggy va a comenzar a vislumbrar a qué se enfrentan. Estos tipos llevan conspirando desde principios del Siglo XX. Estuvieron detrás del asesinato del presidente William McKinley e incluso del Martes negro de 1929. Las primeras amenazas llegaron… aunque sabemos que Peggy no se va a amedrentar, simplemente ya conoce las ramificaciones de poder de la amenaza. Solamente un tipo rico y poderoso les va a poder hacer frente. ¿Dónde está Stark? Masters no es el único enemigo ya que Calvin Chadwick y Whitney Frost tienen una agenda propia y secretos al margen del Club Arena y esos poderosos hombres. Rufus será engañado de nuevo y utilizado por Carter y Sousa para colocarle un micrófono y escuchar todo… hasta que Frost ejerce como Madame Máscara y su experimentación con ratas de laboratorio ha dado sus frutos… Ahora ya domina sus poderes aunque esa materia oscura (Zero Matter) que yace dentro de ella desee alimentarse más y más… y crecer, quebrando esa bella cara con la que consiguió todo en su vida; como si su poderoso cerebro fuera por fin a salir al exterior y devorar a todo y a todos. Continuará.

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