Serie de TV
“Sex&Drugs&Rock&Roll”
EEUU
2015
Sinopsis (Página Oficial):
“Sex&Drugs&Rock&Roll” se centra en Johnny Rock (Denis Leary), cantante de una banda legendaria de principios de los años 90 surgida en Nueva York llamada The Heathens. Conocido por estar a la altura de su nombre, la banda estuvo de fiesta tanto tiempo y con tanta fuerza que incluso Keith Richards pensó que necesitaban levantar el pie del acelerador. The Heathens estaban a punto de llegar a ser famosos por sus poderosos shows en directo y el lanzamiento de su muy esperado primer álbum. Hasta que se separaron… el mismo día en que el álbum fue lanzado, debido a que el guitarrista principal Flash (John Corbett) encontró a Johnny en la cama con su esposa. Así que la banda se convirtió en legendaria por todas las razones equivocadas —como su autodestrucción antes de lo que cualquier banda había hecho en la historia del rock-n-roll—. 25 años después, lo único más grande del ego de Johnny que hay en el mundo es su próstata. Los medicamentos que realmente necesita ahora no son la cocaína y la marihuana sino Crestor, Cymbalta y Cialis. Está sin trabajo, sin dinero y fuera de cualquier opción del ‘show business’. Fue entonces cuando una joven cantante tremendamente talentosa llamada Gigi (Elizabeth Gillies) aparece —con un ardiente deseo de ser famosa, un viejo agradecimiento por el único álbum de The Heathens y con una pila de dinero en efectivo lo suficientemente grande para traer a toda la banda de nuevo en el estudio—. Sólo que esta vez, ella es la cantante principal y Johnny sólo un compositor entre bastidores. John Ales, Bobby Kelly y Elaine Hendrix completan el resto de esta familia de rock-n-roll disfuncional.
¿Se acabó la moda del musical pese a que “Nashville” siga en antena? Tampoco es que las comedias musicales traigan buenos recuerdos y prueba de ello pudiera ser tanto “Big Time Rush” de Nickelodeon como la cancelación de “Smash” por sus bajos índices de audiencia. Precisamente “Sex&Drugs&Rock&Roll” aterriza como concepción cómica en una televisión de cable y con buenos datos y ratings para que FX decida apostar por un proyecto todavía en ebullición. En la creación del propio Denis Leary existe una especie de oda para crear un conjunto que admita múltiples lecturas, desde ese interesante contraplano con la actualidad musical dominada por divas como Kate Perry y Lady Gaga —iconizadas desde lo ridículo o el insulto en el show—. También existe, por lo tanto, un acercamiento por esa generación que se ha topado con iconos inmortalizados en redes sociales por la era de Internet. La nueva comedia de FX, por el contrario, quiere poner en la palestra el pasado, reivindicándolo y remitiéndonos a una introducción más mockumentary y cercana a “This is Spinal Tap”. Es su carta de presentación y estrategia para posteriormente revelarnos el declive de una estrella que nunca consiguió brillar y eso ocaso en el que su propia sangre va a engendrar el soñado despertar.
Oye, quizás mamá estaba equivocada contigo. Decía que eras un alcohólico vago, egoísta y fumeta con una polla pequeña y ganas de morir.
Vayamos a una canción que ya conocemos. Una banda de rock de finales de los 80 —y principios de los 90— se separó tras publicar un único disco. El tiempo pasó para todos ellos y, sobre todo, más rápido por sus excesos y continuados errores existenciales o vitales. Johnny Rock (Denis Leary) fue aquel que se llevó al parecer la peor parte pero la aparición de una hija que desconocía, a la que trata de besar en su primer encuentro, nos deja claro que Gigi (Elizabeth Gillies) no está allí por simple casualidad. Tiene talento y quiere utilizar a su padre para unir a esa vieja banda y sus dos miembros más importantes y compositores, actualmente distanciados por una infidelidad pasada. Tiene también dinero y los suficientes atributos para que esas viejas leyendas tengan un motivo (y de verdad) para volver. La llegada de Gigi marca tanto una segunda oportunidad como cierta redención para Johnny Rock, que se dará cuenta de que no todo aquello que echó a perder en el pasado ha quedado en el olvido. Su propia hija ha aterrizado en su vida, por lo tanto, para dar forma a esa razón por la que aún no han triunfado que buscaba la pareja de Johnny, interpretada por Elaine Hendrix. La carrera hacia el éxito de Gigi, en realidad, marca los sueños y aspiraciones de los integrantes de The Heathens para confrontar el pasado con el presente. Las risas son opcionales.
Obviamente la comedia trata de hallar el cinismo de la industria musical, tratando de pasar por alto sus propios estereotipos, de esas estrellas atrapadas en su egolatría, múltiples vicios y lucha de egos. “Sex&Drugs&Rock&Roll” añade las diferencias generacionales aunque existe cierto inmovilismo y anacronismo sobre esa percepción del pasado musical, como si The Heathens encajara mejor a finales de los 70 —con una línea que una David Bowie, Sting y Radiohead— que como influencia para Nirvana según los propios Foo Fighters. Algo falla y no por el contrario cuando se ejecuta una brillante sátira en esas situaciones de leyendas que son simples ecos del pasado. Existe también una variación de “Californication” aunque no existe una cura de humildad o redención que realmente retrata un nuevo camino a la fama entre autodestrucción y regeneración de ese rock vintage. La comedia de FX obviamente también vive de la mecánica padre/hija y de ese pretendido conflicto generacional en una era en que todo pasa por internet. Me gustaría imaginar el show dentro del yugo de HBO más que como serie de FX, ver qué aportaría a la música como “Silicon Valley” a la informática, “Veep” a la política e incluso “Ballers” al mundo del deporte y sus estrellas retiradas. “Sex&Drugs&Rock&Roll” finalmente trata sobre recuperar el ‘rollo’ perdido, sobre el temor al anonimato para el ego de un/a aspirante a estrella sin perder su alma en el proceso. Es normal que esa nueva banda acabe contratando a un ‘consejero de rollos’ en “Because We're Legion” (1x10) para arreglar todo ese ‘lío de cojones’ (sic) que han montando durante toda la temporada. Al fin y al cabo, todo consistía en recuperar el rollo y parece que The Heathens AKA Assassins lo ha conseguido… aunque tengan que lidiar con las sintonías de anuncios dedicados a las infecciones vaginales. En resumen, que el rollo queda en el rollo y a la espera de evolución. Como la vida misma.
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