Sé que todo esto suena loco pero este es un mundo loco. Tenemos que llegar nosotros a ellos antes de que ellos vengan por nosotros. Es así de simple.
Y en ese mundo insano, Rick y los suyos se han convertido en dioses. Podríamos recordar las palabras de Tía Ama en “Mad Max más allá de la cúpula del trueno”, de la evolución de aquellos que sobrevivieron a un nuevo orden post-apocalíptico. “First Time Again”, primer capítulo de la sexta temporada de “The Walking Dead” ha llegado para cumplir todas las expectativas de un season premiere de la serie de AMC. Empezamos con aquello que nos habían prometido: más caminantes y peligros para los protagonistas. El episodio, cuyo metraje supera la hora, se conjura como una gran apuesta tanto de la cadena como de sus productores al tomar riesgos formales como añadir el blanco y negro como elemento artístico y dramático. Es cierto que habitualmente se ha utilizado esa fórmula (la de la desaturación) para remarcar un flashback pero, del mismo modo que sus imágenes promocionales, el show que adapta los cómics de Robert Kirkman quiere llegar todavía más lejos con cada entrega, equilibrando su acción, terror y suspense con drama de un survival horror. También quieren recordarnos y dejar claro que nos encontramos ante un drama humano sobre esos supervivientes, sobre sus conflictos morales y éticos para sobrevivir en un mundo loco… donde hay que hacer ciertas concesiones a la locura que les rodea. “First Time Again” quiere retomar los sucesos ocurridos en “Conquer” (5x16) y la transformación que van a vivir los habitantes de Alexandria tras descubrir Rick y Morgan un peligro que amenaza la comunidad. Y no, no son esos ‘wolves’ marcados con una característica e icónica ‘W’, que han impuesto en la anarquía y la ley ‘de los más fuertes’ su modus operandi para equipararse como los ‘aborígenes’ que luchan frente a esos colonos asentados en sus territorios. Antes de que llegue el wéstern, “The Walking Dead” va a ofrecer más material como la horda de zombis más grande que hayamos visto hasta el momento… si no contamos esa gran conglomeración de caminantes pestilentes que se encontró la expedición liderada por Abraham Ford en “Self Help” (5x05). El show de AMC quiere ser más y mejor, eso está claro, y tiene suficientes medios, recursos estilísticos y narrativos para sorprender a una millonaria audiencia que sea consciente de que la línea temporal no tiene que ser siempre lineal. Repasemos los hallazgos de “First Time Again”.
Lo sobresaturado con lo desaturado se encuentra y explota y el season premiere va a conformar un rompecabezas para que vayamos dando forma a su secuencia de apertura. Los habitantes de Alexandria, liderados por Rick, se encuentran en una gran encrucijada y cantera repleta de miles de caminantes. Las salidas del lugar estaban siendo bloqueadas por unos tráileres y uno de ellos acaba tambaleado y cayendo a ese abismo repleto de muerte… dejando ya un camino abierto a esa horda que allí era retenida. Rick va a activar un plan de acción que desconocemos. No sabemos tampoco cómo descubrieron esa cantera y cómo el ex policía de King County se labró y afianzó ese liderazgo sobre esos inocentes corderos que van a tener que evolucionar a pasos agigantados para transformarse en lobos (frente a otros lobos). También conocemos nuevos personajes como Heath (Corey Hawkins), Scott y Annie, que estaban fuera por necesidades de la elipsis y el guión. Están de vuelta y Alexandria necesita refuerzos. ¡Rick está matando a mucha gente allí! Esos flashbacks en blanco y negro van a dotar de sentido todo, incluso a que Deanna y el Padre Gabriel tengan un encuentro para darse cuenta de que el Judas del grupo de Rick se equivocó respecto a ellos… Ellos son la salvación, su única posibilidad de salir de la que se les avecina. Es momento también para que veamos la recuperación de Tara tras salir de su coma o que Glenn y Nicholas arreglen sus diferencias y se conviertan en aliados para dejar claro que todo es reciclable. El asiático, tal y como revelará Maggie a Tara, siempre ha salvado a todas las personas con las que se ha topado… En realidad, sin Glenn nunca hubiera habido serie. ¡Él salvó a Rick de perecer en ese tanque en Atlanta del piloto del show! Glenn siempre ha sido un ángel de la guarda para todos los supervivientes… incluso de bandos enemigos y opuestos como ocurrió con la hermana de Lilly Chambler. “First Time Again” nos va a revelar también que el traidor —y responsable de la muerte de Noah— ahora se encuentra a la sombra de Glenn, aprendiendo, obedeciendo sin rechistar y dando la impresión de ser su perrito faldero y protegido. Ambos tendrán una trama junto con Heath para aniquilar a los caminantes que se encuentran dentro de una tienda de tractores y que podrían distraer a esa gran horda que el resto del grupo liderado por Rick se ha encargado de guiar con tantas precauciones.
El season premiere también quiere posicionarnos en nuevas mecánicas, como la de Abraham y Sasha, los roces del Padre Gabriel o Ron Anderson (e incluso Jessie) con Rick, la petición de Daryl para reclutar a más personas y que la comunidad prospere y, sobre todo, con ciertas incorporaciones. Morgan tampoco va a ser recibido con los brazos abiertos por parte de Rick, pero su personaje va a ser fundamental para establecer ese equilibrio moral sobre la psique de ese protagonista que podría transformarse en un Gobernador o Gareth… y que ya sobrepasó el rasero ético de Shane Walsh tiempo atrás. Rick ha llegado a Alexandria para hacer evolucionar a esos amnésicos y débiles habitantes, para provocar que se defiendan de ese mundo insano… o perezcan en el intento. Morgan va a revelar la hipocresía del nuevo ‘perro guardián’ del refugio, alegando que Pete no merece ser enterrado al lado de su víctima (Reg) ni dentro de los muros de Alexandria. Pete es un asesino… pero, ¿no lo son acaso Morgan o Rick? En realidad, esa jugada argumental para enterrar a Pete a una millas de distantica va a desencadenar el encuentro de Ron con Morgan y Rick, así como la presentación de esa cantera donde han ido ‘cayendo’ todos los caminantes que pululaban por la zona. Los guionistas también desean explicar aquí esa ‘suerte’ de los habitantes de Alexandria, el porqué no sufrieron el asedio de grandes hordas como otros grupos y asentamientos de supervivientes. Esa zona segura, en resumen, tenía truco… pero la suerte parece haberse acabado. Rick necesita voluntarios para deshacerse de la horda atrapada en la cantera y una pensativa Deanna da el visto bueno que necesita. Eso sí, el Padre Gabriel no puede ayudar. NO. La idea es conducir a esa horda lejos de Alexandria y el cerebrito de Eugene sugiere la construcción de un muro en lo que podríamos definir como la ‘curva peligrosa’ del viaje de esa gran y populosa amenaza. En todas esas secuencias nos han mostrado el protagonismo de Carter (Ethan Embry), uno de los ‘alexandrinos’, que no ve con buenos ojos la toma de poder de Rick y su grupo.
Y es que Carter es parte de la jugada argumental de todo el capítulo. Rick informa a Deanna de que tiene que comenzar a permitir las armas de fuego dentro de la comunidad. La idea de la lideresa de Alexandria era tener un ejército que protegiera a los civiles desarmados, pero Rick les ha abierto los ojos constantemente sobre los grandes peligros que acechan fueran de esas vallas. Todos tienen que ser parte del ejército… o perecer ante ese mundo insano. Rick quiere que todos los ‘alexandrinos’ sepan defenderse y hará la prueba con Carter y un pequeño grupo, sorprendidos por unos caminantes que surgían del bosque. Morgan y Michonne les salvan y en esa secuencia se resume parte de la miga dramática de este comienzo de temporada. Rick sabe que la gente inepta e incompetente (y débil) como Carter perecerá tarde temprano… pase lo que pase. Da lo mismo que su revólver reviente sus sesos en unos metros a la redonda y que Abraham lo celebre como una vieja y graciosa historia y anécdota de barra de bar. Carter, de hecho, confabulará con Tobin, Spencer y Francine para asesinar a Rick en la armería y serán descubiertos por Eugene. El nerd (y su peinado) está a punto de perecer pero Rick aparece para poner las cosas en orden y desnivelar la balanza. Interesa la percepción de Rick y los suyos frente a esos ‘insectos’, proponiendo un plan frente a lo imposible. No son rivales dignos… ni siquiera son rivales.
Morgan (¿O Daryl?) evitará que lo ejecute aunque en su conversación posterior —donde veremos que Judith exige sus primeras lecciones con el bastón del ‘Power Ranger’— Rick realmente nos desvela que ha cambiado, que se ha dado cuenta de que la única lógica de ese mundo es sobrevivir respondiendo con más virulencia de la locura que les rodea. Morgan también está en Alexandria para cazar lobas con piel de cordero como Carol, para ejercer de gran bastión decoroso y espejo de los actos amorales que cometa la comunidad. También el posicionamiento de Michonne nos deja caer que ella será el relevo de ese rol si Morgan perecer en el futuro. Precisamente Carter será aquel que también suponga un giro en la misión y plan del grupo de Rick respecto a esa manada. Aparentemente, el ‘alexandrino’ hizo las paces con el nuevo líder (y orden) del lugar pero será sorprendido por un caminante y mordido en su cara. Sus gritos corrigen el curso de la horda y Rick tendrá que acabar con él del mismo modo que Carol acabó con Karen en la prisión. Dos temporadas y un mundo y abismo moral. De hecho, una de las más gratificantes lecturas de la serie es la evolución de Rick y Carol así como su vinculación. Morgan y Michonne serán testigos de la ejecución y progeso de su amigo. ¿Hay posibilidad de volver atrás o el pasado… es pasado? Rick no quiere sermones y ambos se dan cuenta de que tienen mucho trabajo por delante. Pero todo lo anterior es simplemente parte de la presentación y gran jugada del guión. Tras todos los pormenores y muchos problemas que surgieron en el calculado plan de los protagonistas, sucede algo con lo que nadie contaba. Un gran ruido, similar al de un cuerno, aparece de forma inesperada en la distancia. El origen es… la propia Alexandria… y está provocando que la mitad de la horda se separe respecto de la cabecera que es atraída por Daryl, Sasha y Abraham. Esa multitud de muertos vivientes se dirigen, bosque a través, al hogar de los protagonistas… El futuro inmediato se perfila aterrador y realmente aquí aparecen varias preguntas. Para empezar, ¿quién atrajo a los caminantes directos a Alexandria? ¿Van a apuntar todas las miradas al despreciado y odiado Padre Gabriel? O, si volteamos todo, ¿no es aquello que ciertamente deseaba Rick respecto a Alexandria? Abrecen su evolución… Dejen de ser corderos, ahora es momento de transformarse en lobos… porque es momento de sobrevivir… o morir… gritando y agonizar como Carter. ¡Bienvenidos a la sexta temporada de “The Walking Dead”! ¡Y den a Judith la bazuca que les lleva pidiendo a los Reyes Magos y Papa Noel tiempo atrás!
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