Dragon Ball Super: Guerra civil entre los fans de la saga en 3, 2, 1…

Serie de TV

“Dragon Ball Super”

Título original: “Dragon Ball Super: Doragon bôru cho”

Japón

2015

Sinopsis (Página Oficial):

Secuela directa de “Dragon Ball Z”, la serie reúne a todos los personajes y cuenta sus aventuras después de la feroz batalla de Son Goku contra Majin Buu.

Crítica Bastarda:

Tras más de una docena de episodios emitidos es hora de repasar la gran división de opiniones que ha generado el estreno de “Dragon Ball Super”. Con 100 capítulos previstos y la implicación de Akira Toriyama en el proyecto, no es un descubrimiento afirmar que esa anunciada ‘retro-continuación’ sobre sus dos últimas películas —“Dragon Ball Z: La batalla de los dioses” y “Dragon Ball Z: La Resurrección de F”— enlaza directamente con la controversia y críticas que recibieron las mismas. En ese festival de odio, protestas e insultos, la idea es seguir reafirmando el nuevo universo planteado que dé sentido a una continuación de “Dragon Ball Z” tras la derrota de Majin Buu. Dentro de ese reencuentro con la nostalgia de muchos televidentes han aparecido todo tipo de reacciones. Tenemos aquellos que se han emocionado con esa conexión a una infancia perdida —con el que consideran que es el mejor anime de todos los tiempos— y, por el contrario, aquellos que o bien han esperado pacientemente una ‘purga’ para soltar ‘mielda h-infinita’ por su boca o simplemente van a narrar su decepción interior. Muchas personas nacieron o crecieron disfrutando en compañía de las series originales —incluso cuando tomaban su biberón— aunque la propuesta actual tampoco lo va a poner fácil. Se trata de una extraña y arriesgada mezcla de screwball conceptual, comedia tróspida y film de artes marciales interestelar. Precisamente la propia audiencia ha crecido y madurado, enfrentándose a esa concepción amparada en el humor absurdo con tramas y personajes diseñados en un manicomio o una guardería… que para los resultados finales son exactamente lo mismo. Si a eso se le suma las virulentas críticas que han recibido los dibujos y las animaciones… tenemos toda una guerra civil entre los fans de la saga en 3, 2, 1…

Y es que “Dragon Ball Super” incide en presentar a su nuevo ‘villano’ como el más poderoso y fuerte de la historia de universo de Toriyama (si no tenemos en cuenta a su asistente y maestro Wiss) pero, al mismo tiempo, ha decidido plasmarlo como un gato de la raza Cornish Rex —combinado con una esfinge para que tenga aspecto humanoide—. Que nadie espere un nuevo Freezer o Cell sino un nuevo y juguetón Majin Buu que posiblemente sirva para introducir a una futura y peligrosa amenaza. No obstante, es capaz de destruir planetas con suma facilidad pero la comida es su perdición y simplemente quiere divertirse… siendo su carácter un tanto irascible cuando pierde los papeles y se enfada por cuestiones absolutamente intrascendentes y triviales. De hecho, se nos revela que fue él aquel que extinguió a los dinosaurios dejando en entredicho cualquier teoría de los expertos e incluso a un Dios como Michael Bay según narraba en su film histórico “Transformers: La era de la extinción”. Nos encontramos ante el Dios de la Destrucción del séptimo universo y de ‘dioses’ y ‘universos’ trata precisamente la nueva serie que desea convertir a Son Goku en un icono y referente de cara a las nuevas generaciones. El problema es obviamente su arriesgada y peligrosa fórmula, insistiendo en narrar y expandir en formato capitular las tramas de los últimos cuestionados y criticados largometrajes. Esa reivindicación del nuevo universo y su forma de concebirlo obviamente es un arma de doble filo y su constatada bajada de audiencia en Japón pudiera explicarse por dichos motivos. ¿Quién quiere volver a ver una trama ya conocida? ¿Esperará gran parte de los telespectadores a que ‘nos cuenten’ qué sucedió después de “Dragon Ball Z: La Resurrección de F”? ¿Mejorará a partir de ese momento? ¿O, todo lo anterior, simplemente nos aclara que el regreso de Goku y compañía se debe a meros hechos de marketing para que Toei Animation y Akira Toriyama engrosen sus cuentas bancarias a costa de la nostalgia de los fans de ‘Dragon Ball’? 

Vayamos a lo positivo de “Dragon Ball Super”. Para empezar la idea es romper esa vieja dinámica del show respecto a los entrenamientos y los enemigos cada vez más poderosos. Aparte de las líneas temporadas ya divisadas en el anime y sus OVAs, presumiblemente nos van a introducir a muchos personajes de los 12 universos que componen el multiverso que nos presentó Bills en el primer largometraje en el que apareció. Su versión más oronda —que se rumorea se llamará Champ— puede que sea la llave para ese gran antagonista final, aunque no quede nada claro respecto a la forma de afrontar la mecánica habitual del anime por parte de los guionistas. En realidad, tampoco el espectador es consciente de la estrategia comercial de Toei Animation al lanzar previamente dos películas que posteriormente da la impresión de reivindicar, matizar e incluso corregir, como si se quisiera al mismo tiempo mejorar y ratificar los films previos. Se trata de una gran contradicción y todavía no existe ciertamente una base sobre la que apoyarse. En 13 capítulos emitidos hasta el momento, ni siquiera nos han puesto al día respecto a “Dragon Ball Z: La batalla de los dioses”, dejando en la distancia cualquier tipo de opinión con una perspectiva completa de la presente creación. “Dragon Ball Super” —del mismo modo que sus dos largometrajes anteriores— deberían disfrutarse como comedias tróspidas, amparadas en lo estrambótico y ridículo. Evidentemente la serie, al igual que los films, ha generado mucho disgusto y malestar entre los fans de DBZ, criticando muy duramente su calidad en lo que animación se refiere y tanto el tono como forma escogidos por los guionistas. No obstante, los Super Saiyan Dios ya están aquí junto al Dios de la Destrucción para dejarnos claro que lo importante es la buena y deliciosa comida. Pelear, al fin y al cabo, fue siempre el postre del universo DGZ. Disfrutar de este nuevo menú, elementalmente, es opcional y a muchos o bien ya se les ha atragantado el festín en el aperitivo. También se auguran indigestiones, acidez o reflujo. Por no mencionar esa guerra civil entre los fans de la saga en 3, 2, 1…

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