The McCarthys: Cuando el marketing ‘gay-friendly’ se convierte en homofobia

Serie de TV

“The McCarthys”

EEUU

2014

Sinopsis (Página Oficial):

“The McCarthys” es una comedia sobre un tema simple: una familia de Boston fanática de los deportes cuyo cuestionado hijo en términos deportivos, Ronny, es elegido por su padre para ser su asistente de entrenador de baloncesto en la escuela secundaria… para sorpresa de sus hermanos más cualificados. Ronny simplemente quiere mudarse y dejar la ciudad, unirse a la vida de soltero y encontrar una pareja. A su madre angustiada (Marjorie) no le molesta que su hijo favorito sea gay pero no puede soportar que quiera abandonar tanto Boston como a su familia. Los planes de Ronny para cambiar de aires, sin embargo, se tuercen cuando su padre políticamente incorrecto y franco (Arthur), sorprende a todos con su elección para ser su asistente. Tocado por la oferta de su padre, Ronny se embarca en un futuro completamente diferente y puede estar seguro de que su amada familia, incluyendo a sus hermanos gemelos Sean y Gerard y su hermana Jackie, van a tener una opinión muy ‘vocal’ al respecto

Crítica Bastarda:

“The McCarthys” queda representada en su piloto, en esa fiesta ‘gay’ de despedida que la familia del protagonista le prepara ante su posible adiós. «Fue dulce… pero embarazosa y, a veces, ofensiva». De este modo, la sitcom familiar de CBS se lanza a los chistes homofóbicos que se opongan a un discurso ‘gay-friendly’ y cierto corazón familiar en un argumento un tanto difuso, plagado de personajes demasiado unidimensionales, rudos, algo odiosos y hoscos. Rápidamente nos presentan la situación: Ronny quiere ‘huir’ de esa familia que ha formado una secta alrededor del deporte, con la que no conecta y de la que quiere ser independiente para formar una nueva vida alejado de ellos. Lamentablemente no va a poder (ni querer) escapar. Ronny es homosexual y, aunque su familia le apoya, lo hace su manera: una especie de homofobia con cariño y sin sentido del ridículo. De hecho, su padre no duda en utilizar la condición de su hijo para reclutar para su equipo a un joven talento al ser su madre lesbiana y así vender la lucha de los derechos de LGTB. He ahí el quid de la cuestión, de la honestidad un tanto insultante de la propia serie.

No es que CBS pueda dar mucho ejemplo con las comedias que han sobrevivido por sus datos de audiencia. “The Millers” y “Mom” son políticamente incorrectas y mediocres en cuanto aspecto de calidad (y acabado) se refiere. “The McCarthys” no es una excepción y ha rebuscado en ese choque de un protagonista gay, una familia adicta a los deportes y la única conexión en ese personaje materno (interpretado por Laurie Metcalf, la madre de Sheldon Cooper), cuyo lenguaje es seriéfilo basado en “The Good Wife”, “The Closer” y, por supuesto, Kyra Sedgwick. Con los fichajes y debuts de Joey McIntyre (de los New Kids on the Block) y el humorista Jimmy Dunn o el lanzamiento de Kelen Coleman, “The McCarthys” trata de hallar un equilibrio para buscar un asentamiento de futuro. Recordemos, “Dos hombres y medio” se acaba y “The Big Bang Theory” tiene fecha de caducidad y la cadena trata de renovar sus contenidos de éxito. ¿No deberían haber adaptado ‘El Chiringuito de Jugones’ y dejarse de tonterías? No obstante, sus datos de audiencia en sus primeras dos semanas auguran una pronta cancelación según los gurús y expertos en la materia y todo apunta a que CBS tendrá que seguir buscando una nueva comedia de oro.

El problema principal de “The McCarthys” es que la serie es anticuada, una mala copia de “Modern Family” llevada a la sitcom de estudio y con la homosexualidad y las referencias catódicas como únicas conexiones con la época presente. El resto huele a rancio, a fórmula agotada y nula originalidad, en la que los guionistas tratan de jugar con lo políticamente incorrecto o el humor negro. Poco importa la sangre, la tradición o buscar un elenco sólido porque prueba de ello son precisamente “The Millers” y “Mom”. Tampoco que la premisa pudiera dar algo juego… porque los libretos están repletos de chistes sin gracia y con personajes que sabemos la profundidad que puedan generar en un futuro más allá de un piloto, en realidad, tan anacrónico como “Mulaney”. CBS tiene la suerte de contar con la audiencia en chasquido de dedos y no tiene que esforzarse tanto como FOX, ABC o NBC por hallar comedias originales que atraigan a la audiencia. A “The McCarthys” le sobra y basta con ser tosca e inapropiada, con respaldarse en la veteranía de Jack McGee y Laurie Metcalf y en un par de momentos inspirados —o la dinámica de esa madre-hijo para gloria de Alicia Florrick— para lanzar el anzuelo y pescar millones de espectadores; aunque su bajada drástica de audiencia en su segundo capítulo confirma que la falta de empatía de una serie sin empatía. En “Love, McCarthys Style” (1x02) descubriremos, por ejemplo, que esa familia está compuesta por neandertales emocionalmente y que su protagonista es un integrante más de la secta, incapaz de decir «Te quiero» y reconocer el afecto o sentimiento. Queda claro ya en el piloto con la referencia a “El rey Lear” que en “The McCarthys” odian las obras de teatro aunque protagonicen una rancia y cutre. He ahí el nivel.

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