The Divide: Sobre los grises, la raza y la moralidad

Serie de TV

“The Divide”

EEUU

2014

Sinopsis (Página Oficial):

“The Divide” es una exploración de la moralidad personal y cómo todas las personas —especialmente las ambiciosas— luchan con los grises que se encuentran ante la ausencia de un simple y ordenado universo moral. La presentación de las consecuencias de cómo la verdad coexiste en el sistema de justicia moderno junto a la ambición, la ética, la política y la raza. Como trabajadora social apasionada con La Iniciativa Inocencia, Christine Rosa (Marin Ireland) profundiza en el caso de un condenado a muerte que ella cree que fue injustamente condenado por el asesinato atroz de una joven familia 11 años atrás. Ella persigue nuevas pruebas en la búsqueda de la verdad y se enfrenta a un fiscal de distrito igualmente apasionado, Adam Page (Damon Gupton), cuya visión de la justicia es de color sobre grises. Durante todo el viaje, los pasados de Christine y Adam resurgen a medida que se enfrentan a la cuestión de la culpabilidad o inocencia de un hombre entrelazado con sus propias historias personales.

Crítica Bastarda:

Las convicciones son más enemigas de la verdad que las mentiras… Aquí se separan los caminos del hombre. Si deseas luchar por la felicidad, entonces cree. Si deseas ser un discípulo de la verdad, entonces indaga. Friedrich Nietzsche

El primer capítulo de “The Divide”, primera serie guionizada del canal WE, comienza con una cita Nietzsche para representar ese juego de verdad, mentira y (falsa) felicidad en el que permanecen atrapados los protagonistas. Inicialmente creada para AMC, el show acabó en una cadena filial y el drama criminal escrito por Richard LaGravenese y Tony Goldwyn desea enriquecer el universo televisivo en el que “Broadchurch”, “True Detective” y “Fargo” forman ese tridente que abarca todo (y a todos). En realidad, la serie que protagonizan Marin Ireland y Damon Gupton escarba en los matices de otras ficciones para remachar a esa línea moral que separa la justicia del poder. La idea es seguir los pasos de una integrante, en proceso de ser abogada, de una organización encargada de buscar la brecha para reabrir un caso cerrado once años atrás que ha generado la inminente ejecución de uno de sus dos culpables. Todos los personajes quedan atrapados en esa red de mentiras y consecuencias que contrastan con la búsqueda de imposibilidad de justicia para el propio padre de la protagonista. 

Los hechos son enemigos de la verdad. Miguel de Cervantes 

Perdona a tus enemigos pero nunca olvides sus nombres. Robert F. Kennedy 

Estoy con la verdad, no importa quién la diga. Y con la justicia, para quien sea. Malcom X

Alejada completamente del tono y enfoque de “Rectify”, las intenciones de “The Divide” son someterse a al thriller de la mano del drama familiar que bascule sobre el poder y sus resortes morales. La obsesión del personaje que interpreta Marin Ireland nos sitúa rápidamente en la barrera del poder y la honradez, oscilando sobre su propia familia el peso del destino de su padre y de su futuro. Se nota que los guionistas de “The Divide” quieren voltear lo previsible en cada secuencia dramática pero las correspondientes líneas que dividen el drama criminal son más rectas que curvilíneas, dejando cierto poso de previsibilidad en el conjunto. Rápidamente conocemos la identidad del verdadero culpable y asesino y, suspendido el suspense, se trata de analizar las consecuencias de enfrentarse al tipo más poderoso (y peligroso) del lugar; una mera onda expansiva para aclarar la situación que rodea a la protagonista. Toda la conspiración no hace más que atenazar a esos personajes alcanzados por su propio pasado y empujados a un precipicio moral que encajan con las citas de los tres capítulos finales de su primera temporada:

Las leyes son como telas de araña por donde pueden pasar insectos grandes mientras que los pequeños son atrapados. Honoré de Balzac

No puedo volver al pasado, entonces era otra persona. Lewis Carroll 

El público y yo sabemos lo que aprenden todos los escolares: a quienes se les hace el mal, haciendo el mal lo retribuyen. W.H. Auden

El discurso trata sobre tener o no tener una voz propia, aunque la inherente alarma suponga tanto la detección como la intromisión en un territorio vedado y minado de trampas mortales. “The Divide” muestras todas sus cartas en “And the Little Ones Get Caught” (1x06), confirmando que se decanta por el drama familiar como catarsis y (anti)clímax de la trama criminal. Todo trata, en realidad, sobre la familia por encima de los actos e incluso de esa argumentación racial que se puntualiza sobre todas las tramas del show y que queda desmitificada al conocer que el causante de la perdición y detonante de la violencia son las drogas por encima del color de piel. El poder genera el silencio y esa ducha para lavar pecados, parece decirnos una serie que se inclina en su season finale por la violencia y múltiples giros sobre lugares comunes para dinamitar lo ofrecido anteriormente y propulsar cierta continuidad forzada e incluso bastante rebuscada. El problema, no obstante, de “The Divide” son las comparaciones. Es cierto que el nivel es muy superior al revelado en decepciones como “Murder in the First” pero en mejores manos pudiéramos toparnos con una ficción mucho más interesante y notable. Las asimilaciones nos hacen pensar en el personaje de Billy Magnussen como una variación de Michael Pitt en el remake norteamericano de “Funny Games”, en el rol que interpreta Nia Long como un mix de Michelle Obama y Olivia Pope y las posibilidades picassianas en los rostros de Jahmil French y Britne Oldford. Por no hablar de la cara de haberse tragado un limón y permanecer atrapado en su garganta por parte de Damon Gupton y, al parecer, su único registro interpretativo… En resumen, uno queda tan dividido como los personajes de esta irregular serie que te deja la misma cara agría de Gupton.

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