Partners: Sobre la ética y la sitcom patética

Serie de TV

“Partners”

EEUU

2014

Sinopsis (Página Oficial):

“Partners” es una comedia centrada en la reciente creación de la asociación del lujoso abogado elitista Allen Braddock (Kelsey Grammer) y otro abogado dedicado a el pueblo e impulsado por la ética llamado Marcus Jackson (Martin Lawrence). Después de que su padre le despida de la firma de abogados de la familia, Allen Braddock busca volver al juego de la abogacía en sus propios términos —haciendo mucho dinero en casos de alto perfil a través de los vacíos legales y evadiendo la ética—. El recientemente divorciado y buen chico de Marcus trata de equilibrar la familia y manejar su oficina de abogado fuera de su casa, haciendo caso a los vecinos y amigos. Cuando un tribunal ordenó a Allen Braddock asociarse con Marcus Jackson con la esperanza de que lavar la conciencia del poco ético abogado, los dos se encuentran en una asociación natural que nunca pretendieron. “Partners” es una comedia legal inteligente y nerviosa destacando el contraste cultural entre los que más tienen, los que no y los que absolutamente no tienen nada.

Crítica Bastarda:

Resumamos “Partners” en la crónica de error anunciado por reiteración de nombre. Si en 2012 CBS fracasó con su sitcom protagonizada por ‘Superman’ haciendo de gay y enfermero vegetariano, FX desea enderezar el rumbo de sus comedias después de la ¿decepción/cancelación? de la inefable “Saint George”. Kelsey Grammer y Martin Lawrence quieren encontrar en la televisión un nuevo (y viejo) entorno para equilibrar sus carreras pero tanto los libretos de la serie como sus propios personajes no van más allá del simple y rutinario cliché. Tenemos el contraste: al diablillo que siempre piensa mal enfrentando a una angelical criatura que quiere hacer lo correcto. El choque ético nos conduce a la catarsis a esa línea que une ambos posicionamientos y la posibilidad de cruzar la frontera para sentir qué siente al otro lado, porque la premisa elegida ha sido utilizar a dos abogados y someterlos a una estructura de sitcom clásica donde familia y trabajo convivan y unifiquen las posiciones de ese enredo enlatado sin gracia. 

El tiempo pasa y tanto Grammer como Lawrence no han asumido una correcta evolución, como si a ambos ya nos le quedara más que un periodo de aceptación. Es cierto que aquel rentabilizó en “Cheers” y “Frasier”, trató recientemente de sorprender (y sorprendernos sobre todo con su primera temporada) con “Boss”. Tras su cancelación no le queda otra que abrazar los estereotipos que propicia el mainstream (“Transformers: La era de la extinción” o “Los mercenarios 3”) y unirse al actor que ha acabado ridiculizado en la comedia fílmica tosca y decadente a golpe de látex. No faltan secundarios lunáticos, algún gay inteligente y, por supuesto, hijos y madres para que latan las emociones familiares. Que hayan repescado a Telma Hopkins (“Cosas de casa”) no deja de marca esa pauta a ‘rancio fact’ que empapa con su desagradable olor a todo “Partners”, provocando que esos dos cómicos expertos en la materia queden como ‘socios’ de la vergüenza ajena, lo insípido o el humor cutre, lamentable y mediocre. La política de FX con sus comedias de plató con estrellas pasa por el formato 10/90 impuesto en “Anger management” y en el fiasco y cancelación de “Saint George”. No me atrevo a pensar que en 100 capítulos de “Partners”, bastante he tenido ya con los dos primeros... Olviden la ética y den la bienvenida a una sitcom patética.

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