Páginas Bastardas

sábado, 17 de mayo de 2014

Hannibal (2x12) Tomewan: Él siempre gana…

“Hannibal” ha llegado al penúltimo paso de su sobresaliente segunda temporada. “Tomewan”, duodécimo episodio de tan fascinante entrega, confirma que Bryan Fuller ha sabido recrearse en el material de Thomas Harris y la anunciada presencia de Mason Verger iba a ser uno de los detonantes de la recta final. Con la mente puesta tanto en el season 2 finale como en las señales sobre la tercera temporada (¿“El dragón rojo”? con una elipsis de por medio), llegamos a disfrutar de ese perfecto vino aromatizado por la nueva dimensión del mind-game entre Will Graham y Hannibal Lecter. ¿Quién persuadirá a quién? ¿Qué sorpresas nos revelarán? Resumamos el asunto en que “Tomewan” va a ser un capítulo completísimo en el que todas las excelencias de la serie sumergen al espectador en ese disfrute hecho llamado “Hannibal”. Para este capítulo desde la cuenta oficial de twitter de la ficción nos llega el póster y fan art de Theresa Zysk que refleja perfectamente la esencia del mismo. Es hora de repasar “Tomewan”

El cierre de Ko No Mono” (2x11) ya nos planteaba el juego entre el pescador (Will) y su presa (Hannibal) con ese peligroso cebo (Mason Verger) donde todos ellos parecían poder matarse entre sí en cualquier momento. La idea del Dr. Lecter era que la cadena de acontecimientos provocara que Will acabara con Mason por haber ‘vaciado’ a su hermana Margot aniquilando el hijo que esperaba de éste. La relación entre psiquiatra/paciente del Dr. Lecter y Will va a un paso entre un maestro y su pupilo o posiblemente entre seres similares. Digamos que Hannibal le ha quitado (o asesinado) a Will todo aquello que amaba (Alana, Crawford, Beverly Katz, Abigail Hobbs…) para dejarle tan solo como él y que ambos se necesiten y se respalden, que sean uno. Que Will conteste a Hannibal como haría el propio Dr. Lecter («Tenía curiosidad por ver qué sucedería») sobre ese enfrentamiento a muerte que ha planteado entre Mason y su psiquiatra, no deja de marcar los tiempos de esa vital partida de ajedrez que se han marcado. Hannibal propone a Will que imagine aquello que gustaría que ocurriese… y, más que spoiler, nos revela que la propia vida del Dr. Lecter va a depender (y ser arrebatada) por aquel que fue acusado de ser el Destripador de Chesapeake. ¿Será pasto de los cerdos de Mason Verger, Hannibal? ¿Será su cuello seccionado por una navaja que blandirá Will y empapará con su sangre a aquel que consideraba su amigo? Esa secuencia posicionada como una sádica y extravagante despedida (y separación) de ambos marca una sonrisa en el rostro de Will que nos avecina que su triunfo está cerca…


…aunque no tanto como le gustaría. Mason no es tampoco una presa fácil y Hannibal en una de sus sesiones de terapia desconocemos si es que cede a esa descortesía que lo mata por dentro o, simplemente, su presa es inaccesible e incluso está preparada. Mason, además, lleva la navaja de su padre y el abrecartas que guarda Hannibal en su manga pudiera provocar una batalla campal a muerte como una especie de enfrentamiento y duelo del lejano Oeste llevado a otro tipo de tensión psicológica. ¿No lo mata porque no puede o porque realmente no quiere en ese juego de persuasión con Will? No correrá sangre allí pese a que ambos se quieren matar y el propio Hannibal da la impresión de sosegar a su bestia interior… Una bestia que la hermana de Mason sí ha conocido y de la que quiere que tenga un recuerdo en forma de cicatriz. El juego está dispuesto pero en la conversación de un escéptico Jack Crawford con Will nos va a quedar claro que también el propio ‘pescador’ oculta información de sus avances a su supuesto jefe. Jack también sabe ‘pescar’ y su presa les puede dar una oportunidad y evidencia necesaria para capturar definitivamente a Hannibal. De momento, Will sólo ha obtenido ‘caprichos’ y, recordemos, que tuvo que matar a Randall Tier en defensa propia, descuartizarlo y hacer que el FBI también le cubriera fingiendo la muerte de Freddie Lounds. Jack también parece atado por esa conspiración en contra de Hannibal y un nuevo elemento sorprendente puede dar un vuelco a la situación… y no es otro que la Dra. Bedelia du Maurier en la sala de interrogatorios. ¡Que hagan a esta señora fija en la tercera temporada! ¡Te queremos Gillian Anderson! Aunque la psiquiatra de Hannibal ha sido encontrada tampoco es que vaya a darles a su antiguo paciente en bandeja, pese a quedar exonerada de sus crímenes. Cometió uno (en defensa propia) y fue sobre aquel famoso paciente que le ‘cedió’ el Dr. Lecter. Bedelia reconoce que ella estaba influenciada del mismo modo que ahora está Will y tampoco será demasiado optimista con el asunto dejando a entender que obligará a Will a matar a un ser querido. ¿A Alana, tal vez? Bedelia, con la inmunidad en la mesa, da la impresión de estar ‘on fire’ dejando otro recado para Jack: si él piensa que tiene el control de la situación es porque Hannibal así lo ha consentido. Es cierto que Hannibal desconoce que Will y ahora Bedelia trabajan en una conspiración contra él bajo el manto del FBI e incluso su psiquiatra les sugiere su punto débil (¿la conexión con ese dibujo de Aquiles y Patroclo con la intervención ‘divina’ de Jack?): Hannibal puede perderse en auto-felicitaciones a su exquisito paladar y astucia. En esa extravagancia pueden capturarlo y Will va a tomar nota. La co-dependencia que desea establecer el Dr. Lecter, la muerte de Abigail Hobbs y, por supuesto, el plan de Mason Verger son los elementos dramáticos y narrativos que van a desembocar en el secuestro de Hannibal por Carlo y sus hombres con alguna baja desangrada en esa alfombra habitualmente manchada de sangre y la imagen que nos había avecinado ya los pensamientos de Will. 


Hannibal atado con una camisa de fuerza y suspendido a esa muerte descarnado por los cerdos de Mason, espera su destino… a manos de la navaja del propio Will. La idea del corte en su garganta es para que los cerdos tengan su salsa… y obtengan el olor para abrir el apetito. ¿Qué hará Will? Recordemos que Will si quisiera al Dr. Lecter muerto ya le habría matado en la cocina cuando le apuntaba con su revólver. La idea es otra y que Will finalmente utilice la navaja para liberar a Hannibal de su camisa de fuerza y Carlo le golpee para dejarle inconsciente es otro recurso de la serie para la partida de ajedrez. Will se levantará para estar rodeado de sangre y darse cuenta que aquel a quien están devorado los cerdos es a Carlo… cuya parte inferior ha sido deglutida por las porcinas bestias. ¿Y dónde están Lecter y Verger? Llegamos al terreno de las novelas de Thomas Harris y los hechos que se van a producir prácticamente son aquellos que nos han narrado salvando que se van a producir los mismos en casa de Will, que encontrará a Verger dando de comer su propia cara, que se está desprendiendo con su navaja, a sus perros. La escena es aterradora y espeluznante pero sintetiza mejor esa comunión que ansía el Dr. Lecter para que Will remate a esa víctima a los efectos de un compuesto psicodélico del que hemos visto sus alucinaciones. También que los perros de Will se unan a las orgías caníbales de ambos aunque éste decline el que sería un nuevo asesinato (y esta vez no en defensa propia) sugiriendo que sea Lecter aquel que se ‘ocupe’ se su paciente. Hannibal romperá el cuello de Mason… pero veremos que no lo mató cumpliendo con el guión e imaginario del autor de la novelas. Otra cuestión es que esa secuencia en la que Jack no consigue que Mason reconozca el intento de asesinato y opte por fingir un accidente para iniciar los mecanismos de su venganza personal (que vimos en el largometraje de Ridley Scott), pese a que su hermana también va a cuidar de ese ‘bebé’ tanto (y tan bien) como la cuidó su hermano. Margot tiene el poder, no obstante y esa secuencia tan colorista como excéntrica no deja de revelarnos el desenlace en el que Will parece convencer a Lecter que tiene que dar Jack aquello que quiere… 


En definitiva, doce semanas después desde la secuencia inaugural de esta segunda temporada, vamos a disponer de aquello que provocó que la verdad a su amigo sobre la auténtica identidad de Chesapeake Ripper nos conduzca a ese enfrentamiento ¿a muerte? entre Jack y Hannibal. Realmente aquí tenemos esa mascarada y confabulación de Aquiles y Patroclo, el doble del héroe. De este modo, el gran mérito de esa formidable segunda temporada de “Hannibal” es que nos han revelado el ‘final’ desde el principio pero no nos han mostrado qué piezas caen en el proceso de esa vital partida de ajedrez. Otra cuestión es que nos quitemos de nuestra cabeza las desagradables imágenes de ver a Mason Verger comiéndose su propia nariz y ese juego que nos avecina a una presa a la que gusta pensar que va a ser pescada para dar un coletazo final. ¿Y si Hannibal todavía no es arrestado esta segunda temporada? Puede, aunque lo lógico sería pasar a esa nueva dimensión del mind-game con Will rehaciendo su vida y el Dr. Lecter ayudando en los casos desde rejas para seguir teniendo trato con aquel que fue su amigo. Tiene sentido que Will continúe con la mascarada ante Hannibal, que ambos al final sean Aquiles y Patroclo aunque todavía no hallamos definido bien quién ‘muere’ por quién. El season 2 finale ha quedado en un punto perfecto aunque este capítulo jugó con muchas variaciones de horror, incluso el humor negro cocinado a la perfección. El postre promete ser fabuloso.

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3 comentarios:

  1. Te encanta la palabra (o las palabras) mind-game. la utilizas dos veces por artículo. La estructura de 'Hannibal' (si no la cancelan) es la siguiente: Tres temporadas, temporada Red Dragon, temporada 'El silencio de..'', temporada 'Hannibal', última temporada de remate. Siete temporadas en total. ¿Capturar a Hannibal al final de la segunda temporada? ¿Para qué? ¿Para tenerlo 13 capítulos encerrado y los capítulos que le toquen de la cuarta? Es absurdo.

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    1. Gracias por el comentario y opinión Anónimo. Realmente la serie (de momento) únicamente se basa en "El dragón rojo" y sus personajes. El enfrentamiento de Jack y Hannibal encaja con el material de Thomas Harris y conduce irremediablemente al arresto del Dr. Lecter. Otra cuestión es que guarden un as en la manga... y nos vuelven a sorprender...

      Saludos!

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  2. que puedo decir me encanto este episodio es mi favorito esdecir ya se sabia q iba a pasar con mason y ya conosemos el horror de esta serie pero X DIOS cuando mason se sacava la piel d la cara i selo daba alos perros y todavia seguia riendo fue impresionante!!! a cuando se come su propia naris es un buen toque. un aplauso paros los maquilladores la cara desgarada se veia tan real. le doy a este episodio un 10 d 10

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