Serie de TV
“B&B, de boca en boca”
España
2014
Sinopsis (Página Oficial):
Candela (Belén Rueda) es la subdirectora de la revista B&b. Tiene un gran equipo a su cargo en el trabajo y a una hija universitaria, Sonia, de la que ocuparse.
¿Es posible que su vida se pueda complicar un poco más?
Sí, si inesperadamente aparece en el trabajo Pablo (Gonzalo de Castro) un nuevo director para asumir el puesto que le debería corresponder a ella y que, además, resulta ser su ex novio, que desapareció de su vida hace 18 años sin dar explicaciones.
Nos la han vendido como la serie que nos enseñará el ambiente profesional de una revista de actualidad y moda bajo un prisma urbano y moderno pero “B&B, de boca en boca”, absoluta perdedora en su combate con “Velvet”, es una mala copia del sello Daniel Écija bajo el sello Daniel Écija y lacrado bajo el sello de Daniel Écija . Entre “Periodistas” y “Los Serrano”, Globomedia persiste con una comedia de enredos atroz y tan revolucionaria como dibujar un círculo y llevarlo a patentar. La premisa parte de que Candela (Belén Rueda), directora en funciones, tendrá que dejar el relevo a su ex novio que la abandonó hace 18 sin tener noticias de él desde entonces. Él se llama Pablo (Gonzalo de Castro) y ahora sale con la hija del presidente del Grupo Empresarial de la revista que está enrollado con su secretaria, que es la hija de su cocinera. Por supuesto Candela tiene una hija que resulta ser la hija de Pablo como cliffhanger modélico... bajo el sello Daniel Écija, claro. En fin, tan revolucionaria como dibujar un círculo y al nivel de calidad de la versión española de “Cheers”. Como si esa gran autora nacional llamada Belén Esteban se hubiera puesto a escribir el remake español de “The Newsroom”. Aquí hay clase. Mucha. Y se nota.
Y si éramos pocos llegó el mejor actor del planeta y a la altura del mejor DiCaprio llamado Fran Perea, que nos da lecciones de cómo ligar gracias a Penélope Cruz (odiada por el 99,99% de las mujeres de este país que no sean su madre y su hermana) y también clases de interpretación que todos los aspirantes a actores de este sistema solar agradecerán. Lo dicho, aquí hay clase. Mucha. Y se nota. Yo debo de ser tonto y entiendo que hay que ser muy culto para comprender los laberintos intelectuales que plantea “B&B, de boca en boca” ya que es complicado descifrar ese rostro impenetrable (y repleto de Botox) de Belén Rueda o la única revista de moda del planeta que no tiene periodistas gays en plantilla saltándose el único de los 1.559.469 millones de tópicos de la serie. Como estamos en Telecinco no falta la cuota de culos, gritos de tomates cobrados, huevos fritos a las tres de la mañana, meretrices y niñatas y aspirantes a emerger como concursantes de realitys o tronistas. La tremenda realidad que nos refleja esta excreción tan superficial y barriobajera es que si no tienes enchufe o familia (que te enchufe) te comerás los mocos en el INEM. Bueno, siempre te queda hacerte puta de lujo para pagar el tratamiento ar' niño y así ni ponerlo en er' facebook. Supongo que tendrá sus defensores, como los tendrán Adolf Hitler, Ulli Lommel o Rafa Mora, y dará de comer a muchas personas que tratan de lidiar con el chiste fácil y caduco para ganarse la vida. Que esas familias sepan que tiene todo mi apoyo pero esta desagradable bazofia que incita a extraerte los ojos con una motosierra llamada “B&B, de boca en boca” no. ¡NUNCA! Y menos con este CHISTE DEL SIGLO:
—(Al teléfono): ¡Que subo! No, no, no. ¡Que subo! ¡Que subo! ¡Que subo! ¡Que subo! ¡Que subo!
—(Al colgar el teléfono): Que suba.
—(la otra persona que debería ahorcarse con el cable del teléfono como cualquier espectador que aguantó vivo hasta el final del capítulo): Pues sube, sube, sube.
En fin, que hay clase. Mucha. Y se nota.
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