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jueves, 17 de octubre de 2013

American Horror Story. Coven (3x02) Boy Parts: Fleetwood Mac, FrankenKyle y otras pociones

El regreso de “American Horror Story: Coven” con su primera entrega tituladaBitchcraftbatió récords y demostró el potencial de una serie y antología del terror que se ha convertido en una cita fija cada año para todos los seriéfilos. Era fácil. Desde “Masters of Horror” y “Fear Itself” (y sus innumerables ‘peros’ muy por encima de sus intenciones) no habíamos tenido una muestra que pudiera despertar cierta simpatía al público o una apuesta clara por una cadena. El fantaterror, como han demostrado True Bloodo The Walking Dead por encima de la moda crepusculiana o imposiciones adolescentes de The CW, necesita un marco dentro de la televisión por cable para ofrecer cuotas de sangre/violencia/sexo censuradas habitualmente en la televisión para supuestamente grandes masas. Cada vez, las series que inducirían hace años al frikismo y músculo de la minoría se han convertido en la nueva carne del gran público. Millones de personas están enganchadas tanto a las Apocalipsis Zombis, al Reino más oscuro de La Noche o al aquelarre que nos proponen Ryan Murphy y Brad Falchuk. Es momento de despedazar “Boy Parts”, segundo capítulo de “American Horror Story: Coven”.

Tenemos muchos elementos que van a empezar a recomponerse en este capítulo. El personaje de Marie Laveau e interpretado por Kathy Bates va a funcionar como una rehén para las oscuras intenciones ególatras de Jessica Lange, Fiona ‘La Suprema’, y ama terrible del destino de todas las brujas de su aquelarre. Laveau inicialmente nos ha sido dibujada como una despiadada villana pero la maldición de la vida eterna (y eterna juventud), aquello que persigue Fiona, ha provocado cierta visible redención. Desde “Begotten” de E. Elias Merhige. A “Frankestein” de Mary Shelley con clásicos televisivos como “Dark Shadows”, los homenajes y referencias van a sucederse junto con la presentación definitiva de Angela Bassett (Marie Laveau). El pecado de “Boy Parts” es que sabe a poco… porque en los avances sobre el destino de la Academia de la señorita Robichaux, ‘avanzaron’ tanto que ya sabemos seguramente aquello que se perfila hasta el capítulo de Halloween habitual en cada temporada de la serie. Con todo lo anterior, el episodio funciona perfectamente para seguir presentado a los personajes y dejar entrever secretos que ya nos figurábamos. ¿De momento ser previsible y no tan acelerada está siendo el mayor de sus pecados?


Uno de esas revelaciones podría ser la ‘vuelta a la vida’ de Misty Day que dará buena cuenta de unos cazadores de cocodrilos en plan película de Serie B para dejar claro que aquí el cazador será cazado por ese poder femenino implícito en las últimas entregas. El triángulo de poder de Laveau, Fiona y DeLaurie va a estar respaldado por las nuevas generaciones y en la escuela va a quedar más claro si cabe que el mayor de los peligros para Zoe, Madison y compañía no es que un par de detectives se acerquen para investigar la aparición de las chicas en la fiesta y la visita de Zoe en el hospital y también comprobar que el superviviente del accidente de autobús murió de la misma forma que su novio… No importa, Zoe se derrumbará y confesará toda la verdad… para que Fiona haga acto de presencia y sea la reina de la función. Escupitajo y vaso en mano, no importa la resistencia porque la bruja suprema hace y deshace a su antojo. El mayor temor para las chicas es la propia Fiona y sus consejos con telequinesis por medio son acertados: hasta la más débil de las brujas es más fuerte que la gente normal.


Conoceremos más de Queenie y nos llevarán a Detroit en 2012 cuando un cliente alteró a la chica con poderes que no fue encerrada por quemar con aceite el brazo de un cliente por no existir ningún testigo que la viera arrojar el abrasivo líquido. Sí consiguió captar la atención del periódico local para ser descubierta por Cordelia y acabar siendo la archienemiga de Madison. ¿Pasó algo entre ellas que todavía no nos han contado? Realmente Queenie es heredera de Tituba, una esclava de la casa en Salem y pertenece al aquellare por encima de sus enemigos naturales, el vudú. Aquí, “Boy Parts” se bifurca en varias tramas. Zoe y Madison irán a la morgue del condado para traer a Kyle de nuevo a la vida mediante un hechizo y uniendo piezas para formar al novio perfecto ante el desmembramiento integral del original. Madison se sabe bien sus líneas como buena actriz pero el hechizo de Azazel, Señor del Inframundo, no funciona y FrankenKyle tendrá que esperar hasta el beso de amor o la llegada ¿por invocación del hechizo? de Misty Day en los alrededores. Un hombre que llega a la morgue rompe la tranquilidad de todos y Madison, que estaba en el exterior, se larga dejando a Zoe sola y con el muerto… que no estará tan muerto para golpear cual simio al hombre. Con su escapada en coche, comprobaremos que FrankenKyle no está para nada bien y se encuentra completamente desubicado. Mary aparecerá, de repente, en el asiento trasero para guiarla a su casa del pantano y ‘sanar’ y reparar a FrankenKyle con el barro de los alrededores. Zoe tiene miedo de Misty Day, a la que reconoce, pero necesita a la misma para dejar a su amor traído de la muerte en perfecto estado. Descubriremos que Stevie Nick de Fleetwood Mac era una bruja blanca y que ‘Rhiannon’ un himno… mágico. Es evidente en quién se ha basado Lily Rabe y los guionistas para su personaje y “American Horror Story: Coven” nunca oculta sus referencias. Más bien, se recrea en las mismas. ¿Será peligrosa Misty para el aquellarre o el arma que necesiten para librar la batalla contra la inminente guerra contra Laveau?


Fiona no se puede quedar embarazada mediante la ciencia y su médico sugiere la inseminación in vitro. Su marido es conocedor de su poder y no entiende que no quiera utilizar la magia y sí la ciencia… Cordelia no quiere convertirse en su madre ni en Dios… aunque su Dr. haga lo propio con el tratamiento. El hechizo de fertilidad será lanzando en el invernadero y los huevos gigantes y visiones con serpientes adornarán un círculo de sal negro para volver a la normalidad post-coito. Veremos dónde conduce esta trama. Importa que Madame LaLaurie esté maniatada por Fiona y se sorprenda al enterarse de que ha estado 180 años en ese agujero. Conoceremos la parte que nos faltaba de su relato y la venganza gracias a la ‘poción de amor’ proporcionada por Laveau. Los esclavos a los que torturó durante años se vengarán asesinado a su esposo y a sus tres hijas y Laveau condena a la inmortalidad a LaLaurie. Será enterrada viva para negarle el derecho de reunirse con su familia en el infierno. Mientras que Fiona se dirige al salón de belleza regentado por Marie Laveau, Nan liberará a LaLaurie para que deje de atormentarla con sus inaudibles sonidos. Laveau identifica rápidamente a Fiona como una bruja y ella, como reina del vudú, odia a las mismas por robarles la magia de su antecesor. Fiona pretende hacer un intercambio con LaLaurie por la ‘pócima de la inmortalidad’ y el poder de ambas va a ser el motor de una lucha de magia y venganza pasada. De momento, Marie nos muestra aquello que intuíamos: el minotauro está con vida y sigue siendo su amante pero parece atrapado en tal condición cornuda. Es previsible que la bestia visitará la Academia de la señorita Robichaux y Fiona se reunirá con de LaLaurie, frente a su antiguo hogar para demostrar que sus intereses están por encima de la poca simpatía que pudiera despertar la torturadora/torturada de/por esclavos… LaLaurie quiere que Fiona rompa el hechizo y la mate… De momento, la necesita con vida… y da la impresión de que su castigo, inmortalidad aparte, será ejercer de esclava con cofia… Donde las dan, las toman.

“Boy Parts” me ha dejado con ganas de más pero nos han avanzando tanto en los avances previos, valga la redundancia, que dudo que nos sorprenda mucho aquello que vamos a ver en las próximas entregas hasta pasado Halloween. Eso sí, se admiten apuestas, trucos y tratos.

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