Páginas Bastardas

sábado, 18 de mayo de 2013

Family Tree: Cómo conocí a vuestro tatarabuelo

Serie de TV
“Family Tree
EEUU
2013

Sinopsis (Página Oficial):

Habiendo recientemente perdido su trabajo y a su novia, Tom Chadwick a sus 30 años tiene un sentido bastante seguro de su propia identidad. Pero cuando hereda una misteriosa caja de pertenencias de una tía abuela que nunca llegó a conocer, Tom comienza a investigar su linaje y descubre todo un mundo de historias y personajes excepcionales… y la adquisición de una creciente sensación de aquello que él y su familia real son.

Crítica Bastarda:

La HBO quiere continuar el legado de “Extras” y sus conexiones con la BBC para ofrecer comedias —Girlsse ha convertido en una dramedia-ombligal y Enlightened ha sido cancelada recientemente— a la espera de la materialización de una novena temporada de “Curb Your Enthusiasm”. Nos vamos a Londres: un par de hermanos, Tom y Bea, se reúnen con el patriarca de los Chadwick. Enseguida comprobaremos las disfuncionalidades familiares con Monk, un mono-marioneta y la separación familiar que marcó a ambos en la infancia. Los padres de Tom se divorciaron cuando tenía apenas 9 años y mientras que él se fue con su madre a Irlanda, Bea se quedó con su padre. Tom regresaría una década después y comenzaría a trabajar en la Gestión de Investigación de Accidentes de Londres donde ha sido recientemente despedido. Su novia le abandonó también hace 6 meses… y nos reencontramos con un personaje principal que ha tocado fondo… y no saldrá a flote. Mucho menos con los inventos de su padre. Keith Chadwick se jubiló anticipadamente para inventar algo que iba a cambiar el mundo tal y como lo conocemos… ya que está trabajando en el prototipo que calentará o enfriará sus zapatos en función de la temperatura del pie. Sí, llegan los aires WTF con Monk y el trauma de Bea por ver de pequeña a un frailecillo masturbándose. Su terapeuta recomendó una marioneta para exteriorizar sus reprimidas emociones… y Monk se ha convertido en el amigo inseparable de Bea. Sus comentarios hacia su madrastra y su trabajo contando billetes forman parte de las carcajadas iniciales de “Family Tree”.


Pero la serie, aparte de sus incisos de falso documental, toma forma con la herencia de una tía abuela llamada Victoria que Tom nunca llegó a conocer. Aparece una foto de un hombre vestido de militar, que es el bisabuelo llamado Harry. Tom se interesa por el retrato de Glenn Pfister y empezará a conocer a estrafalarios personajes como St. Aubrey con la ayuda de su mejor amigo, Pete Stupples. Pete es todo un personaje y tratará de buscar citas a Tom, como una mujer que piensa que el Lago Ness existe porque en la década de los 30 no había Photoshop… La gracia del asunto de la foto es que St. Aubrey averigua que el hombre en la fotografía es el Príncipe George, Duque de Cambridge. Por desgracia, Harry Chadwick no pertenecía a la realeza, ¡era el fotógrafo! St. Aubrey muestra a Tom, en un notable sketch, una imagen de su gran tatarabuelo: ¡es un chino!

Christopher Guest está ligado al mokumentary y “This Is Spinal Tap” es prueba de ello. “Family Tree” da indicaciones en su primer capítulo sobre aquello que presenciaremos en los siete restantes. Chris O'Dowd parece calzarse su papel como un guante y su look de perdedor se ejecuta sobre la simplista premisa: el hombre sin rumbo escarba en su pasado para proyectarse al futuro. Esa nueva dirección a generar un viaje (al pasado) de la mano de su mejor amigo —también en cierta manera atrapado en el pasado—, de su propia familia —anclada en traumas del pasado— y de los variopintos personajes que irán apareciendo conforme avance la primera temporada —expertos en desvelar el pasado—. Me interesaría saber si el material televisivo que aparece en “The Box”, primer capítulo”, es real o producto de la ficción. Tal y como nos cuenta esa cita de Tom (Chris O'Dowd), en el pasado no había Photoshop y en la actualidad todo es retoque… o parodia. Pese a sus conatos de dramedia el absurdo empieza a apoderarse de la propuesta y los personajes parecen aferrados a un árbol familiar disfuncional para nuestro divertimento. Posiblemente el gran mérito de “Family Tree” es que llega en un momento en el que el humor catódico se encuentra en horas bajas y no existe un contraste con el que comparar la serie. ConLegitde FX como lo único salvable de carcajadas que ha engendrado la televisión con atisbos de humor desde otoño del 2012 (recordemos que The Neighborsha sido la única comedia renovada para una segunda temporada si ignoramos a The Mindy Project), no hay baremos ni parangones posibles.


No es que “Family Tree” nos vaya a impresionar con originalidad sino por su extravagancia y cameos jocosos con tono y mala leche british. En cierta medida la propia serie parece ser esa marioneta que puede soltar todo aquello que se le aparezca por su cabeza… como acto descerebrado pero auto-consciente. Y es ahí donde la improvisación aparece para romper la rigidez habitual de la sitcom y trazar un nuevo e inesperado rumbo… a falta, como las aventuras del protagonista para encontrar un pasado que le permite asentar un futuro, de confirmar.

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