Defiance (1x02) Down in the Ground Where the Dead Men Go: Tortura bárbara

Las comparaciones son siempre odiosas y “Defiance” va a recibir palos de todos los frentes posibles. Obviamente intentar comparar la nueva serie, que quiere simplemente enganchar a los fans de la ciencia ficción, con recientes piezas sagradas como “Battlestar Galactica” o “Firefly” puede ser calificado de absoluta blasfemia. Dudo que sea la intención de la serie que protagoniza Grant Bowler. Más apropiado sería calificarla como un intento de jugada parecida a la alcanzada anteriormente por series como “Stargate SG-1” (y universos posteriores), “Star Trek” (y universos posteriores) o “Babylon 5” (¿y universos posteriores?). La idea es captar a la generación del mundo del videojuego… con un videojuego y universo propio… y posterior. No es que las críticas tanto de su universo pixelizado como catodizado hayan sido muy positivas. Tampoco malas. Mientras unos se dirigen a los cómics de Slash Maraud como objetivo, otros encontramos una revisión-popurrí de fallidas propuestas anteriores como “Terra Nova”, “Revolution” o “Falling Skies” como propulsión espacial hacia el perdón de la audiencia. “Down in the Ground Where the Dead Men Go”, segundo capítulo de “Defiance”, es la prueba de fuego.

Que tengamos un puñal láser como guiño al universo de “Star Wars” puede provocar que la serie reciba… nuevas puñaladas. No es que “Defiance” sea una maravilla pero trata de invocar a su propio público por pautas y caminos muy conocidos y que otros no han sabido encontrar anteriormente. En “Down in the Ground Where the Dead Men Go”, los problemas de Irisa con la tortura como purgatorio, castigo y redención de los Castithans se convertirán en uno de los ejes del capítulo. Elah Bandik está encadenado de muñecas y tobillos públicamente por su acto de cobardía frente a los Volge. Nolan intenta evitarlo pero Amanda tiene dar la razón a Datak Tarr por conflictos religiosos anteriores en Defiance que provocaron una matanza. Los Irathients seguirán con su tradición… violenta, eso sí, ya que una ley no escrita de la ciudad indica no se interpondrán en el camino de las creencias culturales alienígenas… sin importar lo horribles que puedan parecer a los humanos.

Tenemos más villanos: el Sr. Birch es el socio de la ex alcaldesa Nicky y liberará a Ben para que termina de sabotear las minas de St. Louis. Nolan y Rafe tendrán que trabajar juntos. El primero para parar la detonación de la bomba y el segundo para obtener su venganza. Rafe descubrirá que su hijo estaba metido en la conspiración para ganar dinero y huir de su padre. Al parecer, Ben estaba siendo chantajeado con la vida de su familia por Birch… pero de eso chitón. Eso sí, saludos y besos para Amanda. Tendremos boda a la vista aunque Christie da un paso en falso por la repugnancia de su padre en todo el asunto. Los baños de los Castithan son habituales y perfectos para conspirar. Stahma Tarr convencerá a Christie con su mala lengua y polvo de talco y tendremos boda al final.

Da la impresión que Irisa fue torturada y acabará explotando produciendo que Tommy interviniera y arrestada al mártir… Los secuaces de Datak y él mismo en persona aparecen en la comisaría para imponer su ley… Amanda finalmente se une a la causa y desea poner fin a la ceremonia bárbara. La tensión crece con la aparición de Nolan y Rafe, pero Datak besa la mano de Amanda y ofrece la paz… Por supuesto, se la clavará por detrás al asesinar a Bandik con un puñal-láser que tan de moda están en la serie. El cuerpo será dejado a la puerta de la comisaría… y la villana de Nicky tendrá que buscar otra manera de asesinar a Amanda para echarla de menos. Atención al cover de ‘Come as you are’ de Nirvana perpetrado por Civil Twilight ya que define, en cierta media, la propia serie. Una revisión actual de algo sagrado para aturdir a juventudes que posiblemente desconozcan las referencias previas. “Defiance” quiere ser un entretenimiento, como lo pudo suponer “Alphas”… La duda es si tendrá un público rendido a sus pies o buscando angulosas piedras con las que provocar la mayor de las heridas.