Serie de TV
“The Mimic”
Reino Unido
2012
Sinopsis (Página
Oficial):
Una conmovedora serie de comedia centrada en el destino de Martin Hurdle,
un corriente hombre que trabaja en mantenimiento con una extraña habilidad para
imitar voces.
“The Mimic” queda reducida a la mímica como
repetición de esquemas representativos de la comedia con un mímico como objeto
del luminoso foco. Ese mímico tiene nombre: Terry Mynott, que imita muy bien las voces de famosos… Aunque, ¿de
qué sirve imitar muy bien a Pacino o
Ian McKellen si no hay nada
interesante qué decir? El protagonista es un ser para nada excepcional con una
capacidad excepcional de imitar voces… y la nueva comedia de Channel
4 no es más que una comedia para nada excepcional cuya una capacidad
excepcional acaba y empieza en Terry
Mynott. Martin ha decidido ‘esconder’ su habilidad y mostrarla simplemente
a sus seres cercanos y prescindibles secundarios: su mejor amiga Jean, un
vendedor de periódicos un tanto paranoico o su hijo bastardo y mulato que ha aparecido
de la nada después de 18 años…
No sabemos
si es un show sobre una comedia… o una comedia con un show(man). Es un concepto
diferente, sí… pero creo que no funciona en absoluto. En los primeros capítulos
de “The Mimic” no he encontrado
ningún reseñable chiste y sus flaquezas son tan evidentes como débil su
capacidad de entretenimiento. No sé si los responsables han sido conscientes de
que un fondo cómico tan ligero difumina la capacidad vocal de su protagonista. Puede
despertar interés el choque de roles de padre e hijo en ese contraste entre la
timidez frente a la confianza de la juventud o ciertos toques y concesiones melancólicas
del personaje, aunque el resultado no me parezca en absoluto conmovedor.
Que una
historia de fondo y premisa de una comedia sea simplista no debe desembocar en
algo anodino. Véase el caso de la reciente “Legit”
o de cualquier sitcom de Ricky Gervais,
por ejemplo. Importan, obviamente, tanto los secundarios como el poder de las
tramas episódicas. A “The Mimic” no le
ayuda en absoluto ninguno de los loser
que orbitan alrededor de ese otro gran loser que actúa como sol para el resto.
Ni un hijo adolescente cool, ni una
compañera de trabajo cani, ni una amiga que simplemente parece que está allí
para seguir la corriente del protagonista… No sé si etiquetar a esta serie como
decepcionante es en sí mismo decepcionante cuando no hay nada sobre lo que
sentirse decepcionado. Sería como gritarle a un sordo por no escuchar… Bueno, al
menos sale Neil Maskell, al que
hemos visto también recientemente en “Utopia”
con su bolsa amarilla, y asociamos la identidad de Channel 4, aunque aquí debería asesinar a alguien para animar un poco el soso, olvidable y anodino conjunto.
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