Páginas Bastardas

viernes, 29 de marzo de 2013

Out There: Freaks and Geeks

Serie de TV
“Out There
EEUU
2013

Sinopsis (Página Oficial):

“Out There” narra las desventuras de mayoría de edad de Chad Stevens y su mejor amigo, Chris Novak. Viviendo en la pequeña ciudad de Holford en el medio de la nada, los chicos vagan por un paisaje surrealista y sombrío… esperando sus últimos años de escuela secundaria y descubriendo que crecer es algo raro qué hacer. La pubertad, los primeros amores, el ostracismo social, padres conservadores, madres solteras con novios como desastrosas decisiones… “Out There” se enfrenta a estos peligros de la juventud y explora ese limbo aterrador entre la niñez y la edad adulta cuando las frágiles personalidades se forman y deforman. Vuelva a vivir la agonía y el éxtasis de esos momentos especiales como Chad y Chris tratando de navegar por la vida… por ahí.

Crítica Bastarda:

He aquí la nueva serie de animación para sentirse el más cool del momento. En realidad no es más que una “Freaks and Geeks” con ‘bichos’ animados que intentan sobrevivir y subsistir a su paseo existencial entre la adolescencia y la madurez. Es la misma serie/ficción/película-por-capítulos que hemos visto cientos de veces de unos losers y bichos raros de instituto, pero esta vez siendo… bichos raros… de instituto. Nada nuevo… aunque si uno quiere llevar su camiseta a lo ‘VOTE FOR PEDRO’ a “Napoleon Dynamite” (otra de las fuentes de inspiración de la serie de Ryan Quincy) y sentirse más alternativo que la gente que luce ‘esvásticas’ de Dinosaur Jr. o Sonic Youth, “Out There” es la respuesta… Respuesta con carácter temporal… que conste.


“Out There” es un objeto curioso perfilado sobre multitud de estereotipos. Parecen repetir estructura en su ritual a lo “Phineas y Ferb”, aunque tiene sus méritos por dirigirse hacia la diferencia. Los flashbacks paternos, la imaginación del hermano pequeño, los variopintos personajes secundarios o que el villano aparezca con una ‘banda’ en el sentido musical tiene su encanto. Después vienen los temas ¿adultos? en las tramas: drogas, el despertar sexual, el eterno combate sobre la (im)popularidad… o comerse un ratón vivo en un baile del instituto para ganar un 0,1% de reputación… Realmente la serie creo que funciona porque, en primer lugar, resulta bastante graciosa, patética y entretenida y, en segundo, porque ese mundo donde los humanoides conviven con criaturas extrañas y peludas tiene su encanto. Encanto con carácter temporal… que conste.


Pero el poso excéntrico que puedan tener sus personajes no parece ajustarse a la propia serie a nivel argumental. Sus capítulos pueden ser divertidos aunque no es para nada original y sorprendente en sus premisas y recursos narrativos. Todavía recuerdo capítulos bizarros de “El show de Ren y Stimpy” y tal vez sea aquello que debilita en demasía el conjunto que propone Ryan Quincy. ¿Simple fachada al fin y al cabo? He aquí una mirada mucha más adulta que “Beavis y Butt-Head” y más realista que la que proponen Trey Parker y Matt Stone. No es “South Park”, aunque sus resortes se acoplan perfectamente a la orientación políticamente incorrecta, ácida, soez y vulgar. Pero aquí no hay un mensaje y una burla a la realidad sino una limitación hacía la estética indie por dibujar la reflexión que plantean sus personajes. No obstante, la diferencia con “Hora de aventuras” es bastante clara y simple: “Out There” no la van a ven nuestros sobrinos menores de diez años… y es un hándicap interesante… sobre esa línea divisoria (que finalmente acaba atravesando) de la que habla la propia serie con respecto al hermano pequeño de Chad. Podemos llegar a ser los bichos raros más cools de la escena indie, con una camiseta que lleve impresas las caras de incertidumbre existencial de Chad y Chris, hasta que el universo descubra que no hay mucho más allá de la estética y pose. Estética y pose con carácter temporal… que conste.

2 comentarios:

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