Después de una
sorprendente primera temporada formulada sobre espías y una conspiración en
ciernes, la segunda entrega de “The Hour” no había despejado las
suficientes dudas. ¿Qué quiere tratar ahora mismo la serie de la BBC?
Han existido varios temas expuestos, aparte del desarrollo y pasado de los
personajes, que exigían a la propia serie cierta consolidación. En el tercer
capítulo de la segunda temporada de “The Hour” vamos a volver a
contemplar la explotación de la mujer y la inmigración, el crimen organizado, la
corrupción policial, la hipocresía política con la Guerra Nuclear y la Carrera
Espacial de fondo… para llevarnos a los
temas que de verdad quiere tratar la serie. Es momento de repasar lo vivido en
el capítulo.
Freddie va a
llevar a su mujer Camille a El Paradis para localizar a Kiki pero nadie sabe de
su paradero. Raphael Cilenti se muestra amable con Camille mientras que Freddie
puede colarse entre las bambalinas para dejar su tarjeta a una de las chicas
con las que ya pudo conversar Bel. Llega la Navidad y los guionistas necesitan
un recurso (y objeto) que vincule al Comandante Stern con Kiki. Una tómbola va
a ser suficiente para que Marnie deje
claras las cosas a Hector sobre la relación y para que éste se emborrache y
plante cara a Angus por no dar la cara en el informe policial que ha conseguido
Bel. Kiki reaparece para sorpresa de todos. ¿La quería muerta o protegida
Stern? Freddie será expulsado del club pero seguirá a su morada a la femme
fatale. Será visitada también por Stern al pisito que le tiene colocado y le
dará el regalo de la tómbola. Regalo que Freddie verá al día siguiente al
intentar entrevistarse con ella. La chica, desde luego, no es tonta… pero las
piezas encajan. Kiki se vengó con el mejor amigo de Stern y Hector será
informado por Freddie para que las piezas sigan encajando.
Siempre es interesante cómo “The Hour” intenta
conectar sus temas y diálogos con nuestro presente. “The Newsroom” hace
algo parecido al utilizar sus bases reales sobre ese flashback de un año. La
serie británica se desarrolla a finales de los 50 pero no por ello no deja
tener una concepción interesante sobre temas candentes en la actualidad. La
homosexualidad va a salir a la palestra ya que por aquel entonces el gobierno
de Reino Unido desestimó que los actos homosexuales entre adultos con
consentimiento y en privado no debería ser más un delito. Nos recuerdan que
tras tres años de deliberaciones por un comité el gobierno se desquitó del
asunto en una sola tarde. El adulterio, la fornicación (entendemos en público) y el lesbianismo
se consideraban por aquel entonces pecados pero no crímenes. La homosexualidad
masculina, por otro lado era considerada tanto un pecado como un crimen y
seguirá siendo perseguido… Y es ahí donde la serie realiza su peculiar juego
sobre la explotación de la mujer y la persecución de crímenes aleatorios. Hector
entrevistará a Stern y a Peter Grey, co-fundador de la Liga para la Reforma de
la Ley Homosexual. No dudará en sacar sus trapos sucios cuando Stern habla
sobre la legitimidad y decoro de los actos policiales. Hector no duda en lanzar
el puñal: parece que la policía esté más preocupada en perseguir a homosexuales
que practican sus relaciones en privado y con consentimiento, que la de mujeres
explotadas en clubs donde acude la casta política y social… Stern va a ser consciente de que Hector sabe que
tiene una relación con Kiki y ahora nos queda saber su siguiente paso.
El secreto y
pasado conjunto de Lix y Randall Brown va a salir a relucir. Ambos cubrieron la
Guerra Civil española, Randall se fue, Lix se quedó embarazado y tuvo que dar
la niña en adopción. Finalmente reconocerá que está en París pero Randall
necesita el certificado de nacimiento. Quiere encontrar a su hija mientras que
Lix no quiere reabrir viejas heridas latentes. No obstante, le da la partida de
nacimiento con el escudo español… Juraría que es el actual. ¿Algún historiador
nos puede indicar si vio el aguilucho por ahí e hicieron los deberes los responsables artísticos de la serie? Freddie tiene otro frente
abierto con el Sr. Pike. Es el casero de los apartamentos de la zona y quiere
expulsar a los habitantes británicos para hacer negocio con los extranjeros,
formando un gueto. Mientras tanto, la sombra de la renovación de los contratos
puede provocar que el autodestructivo Hector que han dibujado los guionistas
esta temporada salga de ‘The Hour’… De momento, Bel y Bill Kendal siguen con su
inicio de relación mientras que la productora del programa informativo verá que
Cilenti le ha dejado una pista cuasi-bladerunneriana en su propio piso que da
a entender que están jugando con fuego y con el mismísimo crimen organizado…
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