“The Newsroom” se ha
confirmado como la serie más esperada para el verano y cuyo piloto ha
defraudado a pocos. Las críticas mixtas en EEUU, plasmadas por ver los primeros
capítulos, hacen indicar que posiblemente la ficción de Aaron Sorkin guste más fuera que dentro. Su componente crítico y político y su amor al
periodismo libre, imparcial y utópico han provocado toda una ola de reacciones
que han cruzado el Atlántico. La prensa norteamericana se ha dividió entre sus
diálogos (marca de la casa) y el debate ético y periodístico que plantea. Pero
también muchos han hundido la propuesta indicando que no es novedosa e incluso
que no resulta creíble siendo todo un señor sermón. En España nos hemos
desvivido con ese espectacular y quijotesco piloto. Se ha destacado su oda al
periodismo independiente y su romanticismo por encumbrar la noticia sin ceder a
la política, ideología o intereses corporativos. Will McAvoy parece que va a
ser el héroe en las universidades de ciencias de la información en nuestro
territorio patrio, pero lo importante es que “The Newsroom” ha marcado
unas excelentes cifras de audiencia para la reputada cadena de cable. “News Night 2.0”, segundo episodio de su primera temporada,
llega para confirmar las sensaciones iniciadas. Buen momento de repasarlo
y analizarlo teniendo en cuenta su reciente anunciada renovación para su segunda temporada.
Nuevos vecinos en el edificio donde vive Will
McAvoy, nuevos trozos de techo
cayendo sobre su mesa. ¿Están de reforma o juegan al baloncesto? Nos interesa
ver el apartamento lujoso de McAvoy para contemplar sus plasmas y que trata de
aprenderse los nombres y datos de todo su equipo que le parece demasiado joven
e inexperto (y todavía entiende menos que alguien se llame Gary Cooper). Tal vez, como todo en la vida, hay un antes y un
después… Y Mackenzie
MacHale lo va a marcar tanto en
la serie como en la vida de McAvoy. Está claro que rompieron y que Mackenzie (a la que apodan Mac) ‘huyó’. Will pide a Mac que no le cuente a nadie el motivo de su ruptura… Mac asiente y está de acuerdo. El pasado… ¿pasado está?
Mac reúne al equipo y les muestra cómo quiere que sean
las ‘Noticias de la Noche 2.0’. Van a hablar sobre la inmigración en Arizona… no
sin antes que Neal les indique cómo mandar correos electrónicos
grupales o personales. Mac les señala las reglas en su pizarra:
1.- ¿Es esta información la que
necesitamos en la cabina de votar?
2.- ¿Es esta la mejor manera de contarla?"
3.- ¿Está la historia en contexto histórico?
Y una cuarta de regalo: ¿Hay realmente dos partes en esta historia?
Obviamente ese nuevo concepto de informativos va en contra de audiencias,
bandos, promulgando un debate con invitados. El problema es que Will siempre tiene conversaciones con Reese, que lleva el tema de números y audiencias dentro
de la cadena. Charlie le da una orden directa a Reese para que esas reuniones no se lleven a cabo: quiere
mantener alejado a Will de la audiencia para que no esté condicionado. Reese le indica a Charlie que no se puede esconder dentro de un bunker: Will le encontrará. De hecho Reese, que no es para nada fan de Mac, y Will hablan en la calle y Reese le da pie a que utilice a Sarah Palin revelándole que la audiencia conservadora es la que
ve los informativos nocturnos. Además, Reese ataca a Mac pero Will la defiende. ¿Seguirá colado por ella?
Maggie y Jim parecen condenados a entenderse pero recordemos que
la chica sale con Don. Lo primero es Jim tiene que supervisar a Maggie en la entrevista que va a llevar a cabo con el
asistente de prensa del gobernador de Arizona. Discuten y después de llevar a
cabo unos juegos de rol y parece que Maggie sabe manejarse… Mackenzie, al ver a Sloan en un programa que tiene sobre economía, le pide hacer
cinco minutos dentro del programa de Will. Sloan al principio declina pero que Mackenzie se sincera: quiere a alguien con sus piernas. Sloan acepta pero Mackenzie quiere también a una amiga… Sloan también acepta y le explica que ambas tienen mucho
en común: su novio también la engañó. Mackenzie queda descolocada al enterarse de que todo el mundo
piensa que Will es el malo de la ‘película’ que ambos protagonizaron
en el pasado. Mackenzie quiere contar a Sloan lo que realmente sucedió para que se lo cuente a
otros, pero los problemas son que Sloan no quiere contarlo a otras personas y que Mac ha hecho la promesa a Will de no revelarlo.
Maggie le confiesa a Jim que ha fallado y no ha conseguido la entrevista. El
problema es que ella estuvo enrollada con el asesor de prensa del gobernador.
La cita fue desastrosa y Jim le recrimina que no se lo hubiera contando. Como
solución reúnen a equipo e intentan conseguir otros entrevistados en reserva… Mac se entera y nota que todo el mundo está preocupado
porque seguramente Will despida a alguien. Nuevamente Mac detecta que todo el mundo piensa que Will es un gilipollas con mala hostia. Seguramente no es
el Will que ella conocía y que se ha endurecido tras su mal
de amores desde que ella se fue. Mac les indica a todos lo extraordinario que Will es y decide mandarle un correo donde le cuenta
todo: la gente piensa que él la engañó pero la realidad es que ella fue quién
le puso los cuernos y le destrozó el corazón. El problema es que se lo manda a
todo el personal de los informativos por accidente. Mac se pone muy nerviosa al haber roto la promesa
que le había hecho… Además, un empleado
lo reenvía a toda la empresa… Todo acaba con Will gritando en la oficina y mandando a Mac a su despacho (con despecho), donde agrega que han perdido
la entrevista con el gobernador… En el bajón siempre Mac sale a flote sacando el pasado a relucir: ella le
revela que no sabía que estaba enamorada de él hasta que se acostó con su ex
novio. Por eso decidió contárselo: no podía vivir con esa mentira. Will hubiera preferido que no se lo hubiera dicho.
El programa es un fracaso monumental: los invitados racistas no aportan
nada inteligente al debate y Will no sabe cortarlos a tiempo. Para colmo utiliza a Sarah Palin (¡para defenderla!) y había dado la orden de que el
equipo no se lo revelara a Mac. Mac y Will, al acabar, discuten y ella quiere saber si él está
dentro o fuera de esos informativos 2.0 que pretendían hacer juntos. Necesita a
alguien sin miedo, a un líder y centro moral del programa y equipo. Es viernes
y le da de plazo hasta el lunes… Charlie y Will también hablan y le revela que el correo
electrónico ha llegado a toda la compañía: 178.000 empleados. Will se sorprende pero Charlie le revela que muchos de ellos dirigen revistas
sensacionalistas dedicadas al tabloide. El escándalo siempre es buena publicidad.
Pero Charlie lo que le quiere dejar claro a Will es que las reuniones con Reese se han acabado para siempre.
Neil invita a Jim a irse con el resto del equipo a un bar karaoke que
está cerca del trabajo. Don aparece para hablar con una Maggie borracha que le pide romper al ver que la propone llevársela
a su nuevo programa y que piensa que el nuevo programa de Will va a fracasar. Don está de acuerdo y se va… Jim ve su oportunidad pero Maggie sigue pensando en Don y no quiere que nadie piense que necesita
protección por haber cubierto su error. Jim grita al resto del equipo que no consentirá ningún
nuevo error como productor senior que es… y pide que se lleven a la chica… al
apartamento de ¿su ex novio?
Will al llegar a casa se sorprende con una frase que le
dice su portero a rebufo del programa de esa noche. En casa se encuentra con
una cesta de dulces de sus vecinos de arriba que le piden disculpas por el
ruido y que pagarán los desperfectos. Neil recibe una llamada de Will que le pide que encuentre al chico que lleva el
semanal alternativo de Spokane (Pacific
Northwest Insider) y lo
traiga a Nueva York. Salió el tema en la reunión de la mañana pero finalmente
se ignoró. Además Will pide a Neil que le pase a Mac si está cerca… Mackenzie se encuentra sola y bebiendo y Neil le pasa el teléfono. Ella se disculpa con Will pero él indica que ‘está dentro’. ¿Lo estamos
también nosotros?
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