(2011)
EEUU
Director: Fred Andrews
Sinopsis (Página
Oficial):
Con
la promesa de pasar una semana de diversión y relajación, un grupo de seis
amigos se dirige hacía un viaje por carretera a Nueva Orleans. Cuando el grupo
decide parar en un área de servicio en un desvío de una carretera secundaria de
Luisiana, empiezan a conocer más sobre la leyenda de Lockjaw, la versión
local del Bigfoot, una criatura que es mitad hombre, el caimán parte.
Cuenta la leyenda que
un día Maldito Bastardo al ver tantos bodrios se volvió loco… Y en su
locura decidió devorar… devorar a todos aquellos que viesen bodrios o se
relacionaran con ellos. Si ahora mismo lee esto una lengua bastarda puede
acecharle y tocar su oreja para lamerla… sintiendo cómo los pelos de todo su
cuerpo se alzan para percibir como un bastardo empieza a… ¡Devorarle! ¡Vivo!
¡Ahora mismo!
Es muy difícil
insultar una película que ya se insulta a sí misma de esa manera. Es
sencillamente mala y visita los lugares trillados del género (incluso la frase
anterior ya es un cliché en este tipo de películas). No falta grupo de chicos,
lago, barca, bosque con casa con pasado oscuro y, por supuesto, la criatura: un
bigfoot sin bigfoot… más parecido a un critter hormonado sin pelo que a un
hombre-cocodrilo. Tal vez sea un hombre-galápago por lo lento que se mueve.
La furgoneta de “La
matanza de Texas” ahora ha dejado paso a (mono)volúmenes sin neuronas con
cabezas llenas de serrín. Ni siquiera hay carne y sangre que desparramar.
Pretendidamente ridícula, irrisoriamente estúpida. Fred Andrews, que ha
trabajado en diseño de producción en series como “Sin Rastro” o “CSI:
Miami”, debuta con “Creature”. Todo un bodrio. Sustos absurdos,
pezones en remojo y un final entre lo patético y la vergüenza ajena completa y
terminalmente cerebral. No he visto tanta tomadura de pelo dentro de un
agujero… Si es que alguien vio algo, claro.
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