En “We'll Meet Again” se confirma que esta temporada de “True Blood” va a hablarnos de la ‘maternidad-paternidad’ vampírica pero también de las responsabilidades de los actos que han cometido los protagonistas. Eric y Bill son liberados para comenzar su misión: dar caza a Russell Edgington. Pam, mientras tanto, salva a Tara de su intento de suicidio pero la bebé-vampiro quiere acabar con su agonía con un buen bronceado. Pam, como creadora, demuestra a Tara que puede ordenarla todo lo que desee y le da la orden de no volver a hacerlo. Cuando llegan a Fangtasia están siendo esperadas tanto por Eric como por Bill. El plan de los chicos es saber quién ha dado el chivatazo: sólo cuatro personas conocían el lugar donde se encontraba Russell Edgington. Bill y Eric por un lado, Alcide y Pam por otro. Por eliminación Eric piensa que Pam le ha traicionado pero no es así. Pam se encara con Eric y le pide la libertad si tanta molestia supone. Eric se da cuenta de su error… pero, entonces, ¿quién les ha traicionado? ¿Serán su hermana Nora y su ‘madrina’ Salomé? ¿O a alguien que no conocemos…?
Sookie tiene que soportar leer los pensamientos a todos los mortales que pasan por Merlotte's que no la perdonan lo que ha hecho con su mejor amiga. Sus problemas crecen ya que discute con Lafayette que la recuerda la ristra de cadáveres que ha dejado su melena rubia de hada. Lafayette tiene un gran problema y es que el demonio que yace en él sigue cometiendo actos vengativos. Esta vez el coche mítico de Sookie es víctima de una maldición que casi mata a su ocupante de vuelta al hogar. Sookie salta del coche a tiempo y se salva. Al llegar a casa ahoga sus penas en alcohol y recibe la visita de Aldice: el tema de Debbie Pelt está solucionado. Jessica lava el cerebro a Andy Bellefleur delante de Jason (que pidió a su hermana prudencia cuando quiso entregarse la noche anterior harta de huir y no seguir las lecciones de su abuela) y Aldice cuenta a los padres de Debbie que está muerta y que el responsable de su asesinato fue Marcus Bozeman.
Roman quiere sonsacar a Nora quién se encuentra detrás de ella… Sabe que los sanguinistas han sido capaces de cambiar de bando a uno de los cancilleres y no se fía… Nora no quiere revelar que Eric es su hermano, aunque tampoco quiera mostrar otro tipo de cosas y planes ocultos… Salomé, seguramente la villana de la temporada, maneja muchos hilos y controla a todos. Roman ha cedido a sus encantos y pide a su amante que intente sonsacar la verdad a la que fue su pupila. Roman le ofrece una última oportunidad utilizando el dispositivo que llevan puesto tanto Eric como Bill. Nora se niega a activarlo y Solome, que sabe muchas cosas, hace que la vampiresa torturada y acusada de ser una fanática sanguinista le revele un nombre a cambio de dejar al margen a Eric y Bill… Ese nombre es desvelado en una reunión que Roman tiene con los cancilleres. Es el pequeño Alexander Drew el que tiene en su ordenador vídeos en los que se alimenta de humanos y que ha enviado a sanguinistas en numerosos países. Alexander se excusa indicando que quería infiltrarse en la terrible organización pero Roman le da muerte (verdadera) con la estaca hecha del árbol donde Judás se ahorcó y que previamente nos habían introducido. Seamos sinceros: los niños vampiros crecen en la realidad y no deberían en la ficción…
Tara revela toda la situación de Sookie a Bill y le da a entender que les utiliza como escudos. Siempre hay alguien para recibir una bala por ella. ¡Normal, es la protagonista! Finalmente Eric concede la libertad a Pam para protegerla tanto a ella como a su estirpe ya que realmente es su única ‘hija’. Ya ahora, además, que ha sido abuelo… Pam, muy maternal, empieza a cuidar de Tara y le lleva a una humana para que se alimente de ella. Tara se niega pero Pam tiene el comodín del público como creadora. Tara es obligada a hacerlo pero Pam le enseña a alimentarse de ella sin matarla. ¿Acabarán como íntimas madre e hija?
Terry y Patrick se dirigen a encontrarse con el presunto pirómano de Eller. Durante el viaje Terry recuerda todo y, por fin, vemos en un flashback lo sucedido en Irak. Un grupo de soldados que van a beber y drogarse en una mezquita mientras que el famoso Eller se queda fuera para hacer guardia no sin antes darle una pastilla. Los solados montan una fiesta y un berenjenal tan tremendo que un chico de la zona se acerca y empieza a quejarse. Eller se pone nervioso y le dispara… lo que hace que la familia del asesinado y sus amigos empiezan a llegar allí y la situación se vuelva insostenible. Comienza el fuego hostil desde la lejanía por un francotirador en el tiroteo mueren los civiles. Terry recuerda todo esto entre convulsiones y arcadas. Tanto Terry y Patrick llegan a casa de Eller y encuentra un escondite subterráneo donde tiene todo decorado con obras dignas de un demente… Para mala suerte de ellos Eller aparece por su espalda apuntándoles con una escopeta…
Varios frentes se abren para los protagonistas. Bill y Jessica buscan un micrófono en su ‘palacete’. Jessica parece preocupada por si él sigue siendo Rey. Jessica le indica que Sookie lo está pasando mal y finalmente Bill decide visitarla… Desde el exterior descubre que Sookie se ha echado nuevo novio esta temporada: ¡ya tocaba! El elegido es Alcide y también se persona allí Eric. Bill y Eric hablan: Sookie, por sus poderes, les puede ser de mucha utilidad para dar con el delator… Eric quiere pedírselo por las buenas pero Bill, celoso y harto de ver cómo les utiliza Sookie, lo hará por las malas…
Sam recibe la visita de en su restaurante de dos cambiaformas que ya vimos la pasada temporada. Suzanne y Emory hace tiempo que no veían a Sam y estaban preocupados: le invitan a correr esa misma noche. Sam les explica que se siente incómodo por lo sucedido con Luna. Le indican que ella les ha dicho lo mismo. El problema es que cuando Sam llega por la noche se encuentra tanto Suzanne como Emory muertos por un tiro en la cabeza...
Clemmons invita a Jason y Andy a una noche de juerga por el tema de la multa. Son conducidos y vendados en la una limusina por una atractivas mujeres de compañía hasta el lugar donde vimos que Jessica siguió a lo que parecía un hada macho… Allí se abre un portal y vemos un Cabaret de Hadas… Lo mejor que tiene “True Blood” es que cuanto menos se la tome uno en serio, más la disfruta. Andy se reencuentra con Morella y Jason al ver que su sexy acompañante puede leerle la mente empieza a darse cuenta del lugar donde se encuentran. Sobre todo cuando ve a su prima Hadley que pensaba que Sookie estaba muerta y que le explica que todas las hadas están refugiadas y juntas para protegerse de los vampiros. Jason descubre por su prima que sus padres fueron asesinados por vampiros… En algún flashback de Sookie la percepción que teníamos de ellos es que eran humanos y que consideraban a su hija un bicho raro… El problema es que la acompañante sexual de Jason se lleva delante suya a Hadley. Jason se pone como loco queriendo saber más y comienza a seguirlas por todo el local hasta que es parado por dos guardias de seguridad ¡hadas! que echan tanto a Stackhouse como a Andy fuera del garito. Para colmo de males les lanzan un rayo directo a sus cabezas… ¿Les explotará o simplemente eliminará sus recuerdos? Lo veremos en el quinto capítulo “Let's Boot and Rally”…
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