Páginas Bastardas

miércoles, 21 de diciembre de 2011

El Topo: Calderero, Sastre, Soldado, Espía.

“El Topo”
Título original: “Tinker, Tailor, Soldier, Spy”
Director: Tomas Alfredson
Reino Unido
(2011)

Sinopsis (Oficial):

En plena Guerra Fría, el agente veterano George Smiley (Gary Oldman) es obligado a abandonar su semi-retiro para descubrir a un espía infiltrado en el Servicio Secreto de Inteligencia británico, también conocido como MI6. Smiley descubre que Control ha reducido la lista de sospechosos de ser el topo a cinco hombres: el ambicioso Percy Alleline (Toby Jones), al que ha apodado ‘el calderero’; el elegante y suficiente Bill Haydon (Colin Firth), ‘el sastre’; el eficaz Roy Bland (Ciarán Hinds), ‘el soldado’; el solícito Toby Esterhase (David Dencik), el ‘pobre’… y el propio SmileyPero antes de que la sorprendente verdad salga a la luz, el coste físico y emocional que este mortífero juego de espías internacional se cobrará en sus participantes irá en aumento…

Crítica Bastarda:


Cuando un director extranjero tiene que confirmarse en una industria que se rige bajo el poderoso idioma inglés y una bandera británica y/o americana llega la temida prueba de fuego. El sueco Tomas Alfredson, tras el éxito internacional que alcanzó con “Déjame entrar”, ha encontrado una envidiable libertad creativa en la adaptación de la novela de John le Carré o al menos se puede extraer esa idea por las nulas concesiones comerciales que concede “El topo”.

Misión Imposible
Un personaje como George Smiley al que Carré confirió el absoluto protagonismo de una serie de novelas es presentado desde el silencio, la pausa, la imagen y una secuencia nos puede dar señales de su comportamiento: una abeja que se encuentra en el interior de un coche y perturba al resto de pasajeros es ‘invitada’ por un imperturbable Smiley gentilmente a abandonar el vehículo. Esa concisión en dar protagonismo a un personaje que apenas habla y cuya inquebrantable paciencia se convierte en su principal virtud nos podía colocar en la sintonía de ese ‘escorpión’ que protagoniza “Drive”. Pero pese a que tanto Alfredson como Winding Refn parecen querer construir un cine netamente posmoderno sobre cimientos cinematográficos pasados no existen en “El topo” esas explosiones de violencia splatter, que perturban e impulsan al espectador en la cinta que protagoniza Ryan Gosling. Lo que sí existe en la película que dirige Tomas Alfredson es una completa percepción del ritmo, montaje, puesta en escena y personajes como una partida de ajedrez directamente con el espectador. Antes de llegar al jaque mate se nos presenta un escenario sobre un topo y espía dentro del MI6 en plena Guerra Fría, que debe ser descubierto por el semi-retirado agente George Smiley (Gary Oldman). La lista de sospechosos ha quedado reducida a la propia cúpula que rodeaba a Control (John Hurt) y donde se incluye al propio Smiley. Esa lista no es otra que los apodos que dan nombre al título original: Calderero (Toby Jones), Sastre (Colin Firth), Soldado (Ciarán Hinds), Espía (Oldman)… pero olvidando al ‘Pobre’, interpretado por David Dencik.

Control y Smiley... controlan
El director de “Déjame entrar” no se ha ceñido a un thriller tradicional de espías con dosis de suspense y romance que hagan erigir la figura del clásico James Bond sino que ha preparado una historia de anti-acción donde la psicología y las palabras aplastan cualquier mínimo y contado disparo que pueda surgir. “El topo” se acerca notablemente al noir elegante con un pletórico, conciso, silencioso e impasible Gary Oldman poniéndose en la piel de un personaje que ya interpretó Alec Guinness. Lo hace con una puesta en escena basada en cristales que nos muestran una verdad visible pero que no podemos palpar. Tal vez esa ubicación sea colocarnos tras las propias lentes de las gafas de Smiley desde donde debe hallar la verdad. El montaje se permite evitar partes informativas y los flashbacks están integrados para perturbar y engañar tal vez al espectador más despistado. Y es que Alfredson ha decidido confiar en la inteligencia de su público para que se introduzca de lleno en una historia de agentes dobles, villanos nacidos del pasado, secretos mortales, intereses y conspiraciones globales en la nueva forma de hacer la guerra que cambió el curso de nuestra historia. Por haber, hay incluso varias historias de amor y todos los elementos propios del género pero tanto su utilización como (des)orden impuesto por el cineasta hace malo aquello de que el orden de los factores no altera el producto.

¿Quién es el TOPO?
“El topo” es todo aquello que no pudo ser “El buen pastor” de Robert De Niro. Establece en la memoria y la percepción del recuerdo una manera de supervivencia para su protagonista. Realmente es el cineasta quién habla en esas imágenes: debemos entender el pasado para poder sobrevivir y afrontar el futuro. Si es necesario cambiar de gafas de pasta gruesa, como hace el propio Smiley, posiblemente ayude a ver mejor una realidad oculta que no es visible a los ojos de todos. Pura cuestión de retina cinematográfica. 

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