Páginas Bastardas

domingo, 5 de marzo de 2017

Manchester frente al mar: Manchester frente a Forrest Gump, la comedia del año

“Manchester frente al mar”
Título original: “Manchester by the Sea”
Director: Kenneth Lonergan
EEUU
2016

Sinopsis (Página Oficial):

“Manchester frente al mar” cuenta la historia de los Chandler, una familia de la clase obrera afincada en Massachusetts. Después del fallecimiento repentino de Joe (Kyle Chandler), el hermano mayor de Lee (Casey Affleck), este se convierte en el tutor legal de su sobrino (Lucas Hedges). De pronto, Lee se ve obligado a enfrentarse a un pasado trágico que le llevó a separarse de su esposa Randi (Michelle Williams) y de la comunidad en la que nació y creció. Rodada en la costa norte de Massachusetts, “Manchester frente al mar” es la nueva película escrita y dirigida por Kenneth Lonergan (“Puedes contar conmigo”, “Margaret”).

Crítica Bastarda (con destripes y spoilers):

Hablemos de “Manchester frente al mar” y la que podríamos considerar como la mejor comedia de la presente década. Sin exageraciones. Al nivel de una “Hot Shots! (¡La madre de todos los desmadres!)” engendrada por el cine de arte y ensayo, oigan. Pero, antes, hablemos con propiedad. El filme de Kenneth Lonergan debería titularse “Manchester frente a Forrest Gump” y los Oscars se los tendrían que dar a todos esos críticos que han definido (y defendido) esta mamarrachada con elogios del tipo «dolorosa», «profunda», «dura» o «trágica» cuando es una festiva comedia en toda regla. No se puede entender semejante catálogo de chistes de otro modo. No, no se puede entender de otra manera. Si la película tiene algo de «desgarradora» es porque parte de tus propias entrañas se rasgan en un interior de los retortijones constantes por las carcajadas que te provoca esta descacharrante historia para unas risas y una siempre agradable diarrea y meadas involuntarias por doquier. No hay más.


Vayamos al objeto que no es otro que el del primer chiste antológico (y ontológico) gracias al escenario. ¿Manchester? ¿El del City y el del United? ¿¡Y por qué conducen por la derecha y se ven banderas estadounidenses por cada esquina!? ¿¡Y por qué hay mar!? WTF!? ¿De verdad que hay otro Manchester? Ah, que la acción se desarrolla en el condado de Essex… y los mismos que fueron los descendientes de colonos ingleses que repudiaron su patria original (y declararon la independencia) resulta que ponen el nombre de ciudades británicas… ¿por trollear? Sí, sí… Y luego las renombran con títulos de futuras películas. Manchester-by-the-Sea… Sí, sí. Sea como fuera, es todo un metasketch ya que dudo que alguien conociera ese Manchester (y u otros) de la geografía norteamericana porque Manchester (como Parla) solamente hay uno. Todo el mundo lo sabe: no admita imitaciones. 


Ahora llegamos al núcleo dramático de esta obra de arte de la comedia tróspida. Tenemos a Casey Affleck interpretando a Matt Damon (productor del engendro) haciendo de Forrest Gump y robando todos planos de la película con una interpretación que recuerda poderosamente a Morty Smith de Rick y Morty combinando elementos del mítico personaje de Tom Hanks. Merece el Oscar (o dos Razzies) ante tan complicado malabarismo dramático aunque Denzel Washington y los haters de los demandados por acoso sexual no opinen lo mismo…


Vayamos a desentrañar la historia que nos propone “Manchester frente a Forrest Gump” que no es otra que la de la culpa que atenaza a un ser humano sin posibilidad de redención o expiación. Lee Chandler cometió un error en el pasado y, tras darse cuenta de que el asesinato involuntario y ser un ‘drogodependiente’ de mierda no estaba penado por la ley, decidió construir su propia prisión para pagar su penitencia. Limpiando mierda y soportando las mierdas de los inquilinos de una serie de inmuebles en Quincy, Massachusetts, nuestro conserje carga con su expiación a modo de purgatorio en vida. El problema es que la muerte de su hermano (Joe Chandler) va a sacarle de su mazmorra existencial para enfrentarse a ese pasado que dejó atrás. Declarado como tutor de su sobrino, Patrick, comienza una interesante revisión de “Tres solteros y un biberón” cambiando el bebé por un choni-pajillero desesperado por follar con toda chica viviente y que parece que no siente en absoluto la muerte de su padre. Es cierto que Joe (Kyle Chandler) tenía los días contados al tener una enfermedad cardíaca que había reducido su esperanza de vida a niveles de infectado por un virus zombi pero, no obstante, Kenneth Lonergan aprovecha para lanzar una sátira sobre esos adolescentes más preocupados de sumarse a una onda hedonista y de popularidad social poco empática. Patrick, como muchos otros jóvenes, son esquivos a cualquier sentimiento humano y terrenal más allá del látex o poliuretano de un condón. Únicamente veremos a Patrick tocado cuando piensa en su padre como una merluza congelada conservada hasta su entierro en primavera. El joven, que no se molesta en caer bien a la audiencia, comprueba que retomar el contacto con su madre alcohólica tampoco sirve de nada. “Manchester frente a Forrest Gump” se burla también de la religión como respuesta a los grandes problemas (y vicios) del ser humano ya que tampoco ofrece soluciones o respuestas palpables. Somos víctimas de nuestras imperfecciones, en resumen y definitiva. ¿Y cuál es el conflicto de ese conserje que actúa como Forrest Gump que no desea quedarse con la tutela de su sobrino (salvo regresar a Boston con él) y que suele pagar su dolor interno golpeando a homosexuales a la barra de un bar?


A través de unos cansinos flashbacks, para que Michelle Williams se gane su cuarta nominación al Oscar, veremos que ese conserje esconde un oscuro secreto: tiempo atrás masacró a su familia menos a su esposa gracias a su formación en escapes ninja. El tipo ‘fue a por tabaco’, con un pedo que ni Mel Gibson en Malibú la noche más fría de todo el año y, a la media hora (más o menos), su casa había acabado más quemada que la picha de Freddy Krueger. ¿Resultado? Su esposa, adicta al nudismo desinhibido (así se resfriaba la cabrona), fuera y en la calle con cuarenta grados bajo cero. Sus niñas, por el contrario, churrascadas dentro de la cabaña de Posesión infernal. Es Forrest Gump, ¿qué podías esperar de semejante hijo de fruta capaz de quemar un iglú y disminuir los testículos de La Cosa a nivel subatómico con un mechero en sus manos? Tal tragedia tróspida que nadie puede explicar por las leyes de la termodinámica, salvo que su morada fuera una de las puertas del infierno, provocó que su señora (Randi) le echara toda la mierda encima y éste incluso quisiera suicidarse en plena comisaría en otros de los memorables sketches de la película. 

¡SOY FORRRREST (MAAAATT DAAAAAAMON) GUMP… Y QUIERO MORIR! 

Lo dicho, memorable. ¡ME DESORINO!


Otra de las cumbres de esta obra tróspida de arte (y ensayo) es cuando Lee se encuentra con su ex y su bebé recién nacido en un momento FOR YOUR CONSIDERATION para que ambos consigan sus nominaciones a los premios mayores del reino hollywoodiense. Resulta que la tipa todavía le ama y eso desconcierta más a Forrest Gump ya en modo Forrest Gump atrapado dentro del cuerpo de Matt Damon. La interpretación de Casey Affleck alcanza aquí un súmmum al ser una especie de Origen con gestos (dentro de otros gestos) a los que ni siquiera Maaaaaatt Damooooon se había podido asomar. Increíble. Y, ahora, devuelve el Oscar a Denzel, motherfucker! 


Vayamos al desenlace. La angustia de Lee explota al descubrir que sigue siendo un puto pirómano de mierda. Pa’ una vez que deja de pedir comida a domicilio y quiere hacer una salsa de tomate va y se echa una siesta. WTF!? ¿Eres un fruto pirómano de ‘mielda’, enciendes un fuego y te piras a dormir? Menos mal que su hermano, que en paz descanse, lo conocía y puso alarmas antiincendios por toda su morada. MENOS MAL… porque ya quería cargarse y freír vivo al pajillero de Patrick. Normal que no se quisiera hacer cargo del mocosete… Por normal general cuando Lee se enfrenta a sus demonios va a la barra de un bar a emborracharse y a pegar a homosexuales… pero en su ciudad natal el ‘mariquita’ es él. Con el culo y la mejilla abierta, Lee decide que lo suyo es dejar de aburrir a la audiencia tras repetir sus dramas, penurias y traumas constantemente durante más de dos horas de película. De este modo, confiesa que no soporta más vivir allí y vuelve a su Boston como conserje (para mejor) y así incendiar su antigua urbanización repleta de gente traumatizada con gilipolleces de lo más superficial. O algo así. 


Pasado el tiempo y al grito de ¡¡SOY FORREST (MATT DAMON) GUMP!!, Lee da la impresión de superar alguno de sus traumas y trata de reconectar con Patrick.  El joven acaba siendo adoptado por alguien que pasaba por allí y consigue reformar el barco de pesca de tiburones de su papá. Ha madurado: lo suyo es ir al mar donde este hijo de fruta, motherfucker-pirómano de profesión, no pueda quemarte el escroto. ¿Mejor con los tiburones que en compañía de Casey Affleck? ¡Bien por ti, Patrick!

THE END?

Lo dicho: ¡¡SOY FORREST (MATT DAMON) GUMP!!

Moraleja de la película: a Forrest ‘Matt Damon’ Gump no le des una cerilla y las llaves del hogar de tu casa con tu familia en el interior. Ah, que se me olvidaba. 96 de puntuación en Metacritic, 2 Oscar, 2 BAFTA, 1 Globo de Oro y demás cosas doradas y ‘considerations’ varias. Aunque la pregunta debería ser otra: ¿de verdad que este engendro y comedia tróspida puede retratar el dolor humano salvo el de sus sufridos espectadores cuando acaba la película tras más de dos insufribles (y sufridas) y desopilantes horas?


Repito, lo dicho: ¡¡SOY FORREST (MATT DAMON) GUMP Y QUIERO MI OSCAR!!

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8 comentarios:

  1. Vuelve a filmaffinity

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  2. Lo más interesante de tu "crítica" es que has usado la palabra tróspido hasta tres veces siendo una palabra que no existe, y en el contexto de tus tróspidas explicaciones ni siquiera se entienda qué coño significa.

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    1. "Tróspido" es un "palabro" bastante utilizado en este bastardo blog. Usted parece entenderlo por sus tróspidas alusiones. No hace falta establecer un contexto ya que la propia película lo define: "Manchester frente al mar" o "Manchester frente a Forrest Gump" es una comedia tróspida. O un drama trágico tróspido, según se mire.

      La palabra en cuestión no está actualmente recogida en el Diccionario de la Real Academia Española (DRAE) pero, no obstante, tampoco lo estuvo "friki" (o friqui) hasta 2012 y previamente era bastante utilizada en textos y conversaciones. Y no hacía falta establecer su significado por el contexto... salvo para su utilización despectiva.

      Por cierto, no es una "crítica" es una "crítica bastarda". Un poquito de por favor.

      Saludos bastardos y gracias por su tróspido comentario.

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  3. Po ami ma gutao mucho.
    Tú puta

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  4. Entonces esto sería un 1/10 en filmaffinity?

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