Páginas Bastardas

sábado, 24 de diciembre de 2016

Last Ounce of Courage: ‘Qué bello es vivir’ dirigida por Ed Wood

“Last Ounce of Courage”
Directores: Darrel Campbell, Kevin McAfee
EEUU
2012

Sinopsis (Oficial):

Alentado por su nieto, interpretado por Hunter Gomez, y su esposa Dottie, interpretada por la nominada al Oscar Jennifer O'Neill, Bob finalmente toma partido y decide defender sus creencias y aviva el patriotismo latente en los habitantes de su pueblo. Liderando a la generación más joven para unirse y marcar la diferencia aparece la joven vecina de Bob, Maddie Rogers, interpretada por Jenna Boyd, que secuestra cómicamente a la ciudad de su desfile anual histórico.

Crítica Bastarda:
La libertad no está nunca a más de una generación de la extinción. No la pasamos a nuestros hijos en nuestra sangre. La única manera en que puedan heredar la libertad que hemos conocido es si luchamos por ella, la protegemos, la defendemos y se la pasamos a ellos con las lecciones bien luchadas de cómo ellos deben hacer lo mismo en su vida. Y si tú y yo no hacemos esto entonces tú y yo podremos pasar nuestros días otoñales contando a nuestros hijos y a los hijos de nuestros hijos cómo fue América cuando los hombres eran libres.
1961 – Ronald Reagan

Con una dedicatoria final del calibre de «Dedicada a más de 1,3 millones de ciudadanos que han dado sus vidas para defender nuestras libertades desde la fundación de nuestra nación», “Last Ounce of Courage” fue una de las mayores defecaciones cinematográficas de 2012. Expelida por público y crítica, la propuesta cinematográfica de Darrel Campbell y Kevin McAfee pasará a la historia como una de las películas navideñas más tróspidas de todos los tiempos. Aunada sobre la búsqueda de la separación de la iglesia y el estado, nos encontramos ante una de los filmes con peor dirección del siglo XXI, como una gran parodia involuntaria con deficientes elementos sensibleros para dotar el sinsentido patriótico y religioso. Entre que el villano es un afroamericano que fuma puros y el héroe es un entusiástico motorista que lleva la farmacia del pueblo (y luego es alcalde), la sucesión de elementos marca los tiempos: marchas militares, ángeles tróspidos en formato cowboys y propaganda militar irrebatible por doquier. Todo es exagerado, demasiado. Y es que esta joya navideña del cine cutre nos indica que en un futuro cercano y distópico, EEUU ha reprimido la Navidad ya que cualquier simbolismo religioso debe estar separado del estado. Bajo un cuartada claramente insultante, el ‘hombre negro’ llegado de Washington llega para evitar a toda costa que nadie ose sacar los símbolos religiosos buscando un gran clímax en un discurso ante sus ciudadanos:
Como probablemente hayan oído, ya no soy el alcalde de esta ciudad. Así que esta noche, estoy aquí, un luchador por la libertad. Este país se fundó por luchadores por la libertad hombres y mujeres que amaban su país y su creador. Hace 400 años nuestros padres fundadores dejaron la opresión religiosa de una tierra para construir ésta. Y lo primero que hicieron, lo primero que hicieron fue poner una cruz en las orillas del Atlántico. Pero era más que una cruz era un símbolo que en esta tierra un ciudadano tiene la libertad de venerar o la libertad de no hacerlo en absoluto. Mi lucha no es por las luces de colores de un árbol en la plaza de la ciudad. Mi lucha es por la libertad y recuperar lo que se nos arrebató. Estamos perdiendo las libertades, una a una por las que lucharon nuestros padres fundadores nuestros hermanos y mi hijo. Ya es hora de que nos defendamos por lo que murieron. Por lo que creemos. Nos están destrozando nuestros derechos quizás para siempre pero no ven, estamos dejando que suceda. Estamos dormidos… dormimos y vienen como ladrones de noche y se llevan lo que queda. ¡Despertemos! ¡No podemos dormir más! Despierten y miren a su alrededor. Miren lo que viene por el horizonte. No podemos dejar que el enemigo dé un paso más ni un paso más. Ya no podemos quedarnos callados. Este silencio tiene que parar, y tiene que hacerlo hoy. Hombres y mujeres jóvenes están muriendo en tierras extranjeras para preservar las libertades que disfrutamos a diario. ¿Los pueden oír? Escuchen. Son sus voces desde la tumba. Se preguntan si murieron en vano. ¿Nos atrevemos a minimizar su sacrificio con nuestro silencio? Bueno, si su respuesta es «no», entonces piensen en esto. Cuando la historia se escribe ¿contará la historia que se quedaron parados y no hicieron nada? ¿O la historia dirá que pelearon, pelearon como esas almas valientes? Pelearon para preservar la memoria de los hombres y mujeres jóvenes que lo dieron todo por su país y por ustedes. ¡Luchamos por la libertad! ¡Luchamos por la libertad! ¡Luchamos por la libertad!
¡LUCHAMOS POR LA LIBERTAD Y EL RESPETO DEL CINE CUTRE! ¡BIBA! Supongo que el filme tendrá su público objetivo... El mismo que pone una película de Chuck Norris en un funeral pero lo peor de todo, con diferencia, es que todos los que participaron en “Last Ounce of Courage” pensaron que iban a ganar un Oscar. Y ESO sí que es una oscura metáfora de que aquello que simboliza la Navidad.

Amo a mi país y amo ser libre. Y ahora sé que la libertad solamente viene con un gran sacrificio por parte de cada no. Ustedes y yo tenemos una cita con el destino. Podemos preservarlo para nuestros hijos ésta, la última esperanza para el hombre en la Tierra o podemos sentenciar esta generación de jóvenes a que den el primer paso a mil años de oscuridad. Si estamos destinados a fracasar si este camino se pierde por lo menos, dejemos que nuestros hijos y los hijos de nuestros hijos nos digan que no fracasó porque no lo intentamos. Dejemos que digan que por lo menos hicimos todo lo que se podía hacer en el momento que se nos dio aquí en la tierra.  
1964 – Ronald Reagan
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