Páginas Bastardas

domingo, 10 de abril de 2016

Eurovisión 2016: Los rivales de Barei


Se ha convertido en una vieja tradición de este bastardo blog tratar la previa eurovisiva a rebufo de la representación española. Volvamos a atrás en el tiempo para comprobar que 2015 fue un año marcado por pronósticos nuevamente cumplidos y sorpresas como Bélgica o Letonia con las que no contaban inicialmente las casas de apuestas pero sí los eurofans (y cualquier persona con dos oídos y ojos en la cabeza). Precisamente aquellas empresas que se juegan su dinero (y desean perder lo mínimo en el proceso) se han transformado en una guía (y gurús) que decide ciertas tendencias pasadas, presentes y futuras y el año pasado fue de nuevo la prueba de que el top 10 prácticamente estaba sentenciado desde las seminales. ¿Se equivocaron? Sí, con España y para mal de Edurne… aunque los memes de su actuación justificaron su participación. 2015 también fue un año de novedades donde se vivió una inaudita situación al vencer en el televoto (y por goleada) Italia pero, contrariamente, tener que conformarse con una sexta plaza en los votos asignados por el jurado. Quedaron con la medalla de bronce como premio de consolación. Viajemos a 2016 y a nuestro presente porque precisamente resulta curioso encontrarse que en ‘Objetivo Eurovisión’ la gran favorita para el jurado internacional fuera ‘Días de alegría’ de Salvador Beltrán y no el tema que finalmente nos representará (ni la segunda opción que marcaba ‘Victorious’ de Xuso Jones acusada por la Inquisición de Internet de plagio). ¿Nos estamos equivocando… de nuevo? Es una obviedad decir que ‘Say Yay!’ de Barei es el primer tema íntegramente en inglés que llevará España al Festival (Tróspido) de la Canción de Eurovisión y que era la mejor opción de todas las presentadas porque, por fin, se trata de una apuesta más contemporánea y rompedora ―que un humorista trolleando al personal y dejando clara la caspa que se respira en una patria―. Interesa más ese concepto que ha roto la tónica impuesta en años anteriores. Mientras que en ediciones pasadas el desinterés de las casas de apuestas generó un desesperado terremoto y 8.598.698 millones de cambios ―junto a técnicas de cyberbullying organizadas por bebés en una guardería y 9.598.989.483 millones de modificaciones para adaptar al gusto europeo la propuesta―, Barei ha decidido volcarse en la promoción y confiar plenamente en su tema. ¿El resultado? Un ascenso para meterse en el top 10 e incluso ganarse el cover y apoyo de uno de los candidatos (Amir) a ganar el Festival. ¿Seguirá esa tónica ascendente y esta vez la puesta en escena sobre el escenario del Globen Arena en Estocolmo, Suecia, el próximo 14 de mayo será fundamental para acariciar el top 5? ¿O, por el contrario, quedaremos en una pésima posición porque Europa nos volverá a dejar claro que el continente empieza por Los Pirineos y que no les engaña la sofisticación para representar a un país cutre de cojones y donde cada día se proclama a los cuatro vientos su estupidez y mal gusto? 

Bárbara Reyzábal se ha resarcido de las críticas personales que apuntaban a su ‘adinerada’ familia y se ha ceñido a su propio trabajo como representante española a ganar Eurovisión para meterse a todo eurofan (y posible televotante) en el bolsillo. Primero: fichó como coristas a Rebeca Rods, Alana Sinkëy, Awinnie MyBaby, Milena Brody y, sobre todo, a Brequette para ejercer como justiciera de los tongos en los empates y hacerse con el poder del karma. Lo suyo era que también contratara a Jimmy Jump o John Cobra como jefes de seguridad. Digo. Segundo: lanzando un clip atrayente de corte más moderno y de gusto internacional utilizando escenarios como Madrid, Barcelona, Estocolmo, Londres, La Habana o Miami junto a prestados de “Flashdance”. Y tercero: volcarse en la promoción europea visitando ciudades como Riga, Moscú, Amsterdam o Londres. Tras el cambio de coreógrafo para buscar un concepto más contemporáneo, Barei está obligada a corregir algunos deslices demasiado imperdonables (?) ya mostrados en ‘Objetivo Eurovisión’. Pese a que su baile de pies es uno de los reclamos de la canción, se recomienda un vestuario que evite el momento «ventilación del potorro». Y mejor no comentar nada sobre esos chillidos de choni sin venir a cuento en pleno momento karaoke con dos copas de más… En definitiva, Barei ha de madurar su actuación si quiere aspirar a lo más alto de la clasificación final: ser moderna y sofisticada y, al mismo tiempo, llegar a millones de espectadores. Otra cosa es que los europeos sepan que Belén Esteban es la escritora (?) y Kiko Rivera el músico (?) que más venden en nuestro país y no cuele el intento de, como diría un personaje de la gran Gracita Morales, que Luciana quiera ser Luchy cual hechizo sobre la Cenicienta.


Si la trayectoria de ‘Say Yay!’ está siendo positiva es momento de revisar cuáles son sus mayores rivales y favoritos para ganar el LXI Festival de la Canción de Eurovisión:
                
Rusia, ¿la favorita?

Resulta un tanto incoherente y discordante que los mismos que han estado silbando a Rusia en los últimos años pidan separar el espectáculo de lo político o de la actualidad informativa en como los Papeles de Panamá o esos aplausos a la Pantoja y Messi que radiografían a un país entero empapado de parásitos, ladrones, envida, odio, golfería e hipocresía. Seguramente muchos estarán ya intoxicados y echando espuma por la boca porque esta vez Sergey Lazarev y ‘You Are The One’ aspiran a lo más alto de la clasificación con un tema de corte electrónico. ¿Mantendrá su puesta en escena o la asociación con la ganadora del año pasado (acusada de plagio) le pasará factura? Al fin y al cabo, Rusia siempre cuenta con 150 puntos por afinidad/cercanía de esos otros países que perjuran su odio infinito el resto del año… Pitad, pitad, que el ruso os la va a meter doblada (aunque ya quisieran eso muchos eurofans). 



Francia, ¿la alternativa y redención a la vista? 

Amir se ha hecho con el favoritísmo y se ha permutado como la gran alternativa. Puede que las casas de apuestas se equivoquen como sucedió en 2011 con Amaury Vassili aunque este año puede ser aquel en que Francia alcance la redención tras sus últimas pésimas participaciones. Si algo destaca es la confirmada tónica por la que han optado tanto los galos como los italianos para incluir el inglés en sus canciones. Hay reglas no escritas aunque Il Volo fueron los ganadores (de cara al televoto) interpretando su tema en el idioma oficial de su país. ‘J'ai charché’ alterna el francés con un estribillo en inglés y cumple con todos los requisitos para arrasar el próximo 14 de mayo. Aunque la pregunta que nos hacemos muchos es otra: ¿solamente pueden ir a Eurovisión gente guapa y fotogénica sacada de un catálogo de ropa?



Australia, ¿a la segunda ‘invitación’ va la vencida?

Dami Im va a cubrir con la cuota de exotismo necesaria para poder tomar el relevo e incluso superar el quinto puesto de Guy Sebastian en 2015. Recordemos que el tipo era el primo guapo de Kiko Rivera. Australia ha vuelto a ser invitada aunque tendrá que pasar primero por las semifinales del Festival de Eurovisión ni tampoco podrá celebrar en su país la gala si resultara victoriosa. Ganadora del X Factor australiano, la cantante nacida en Corea del Sur se ha convertido en una de las favoritas con un poderoso tema pop que consiga pasar el cepillo apropiadamente para sumar el máximo de votos. Y ahí ‘Sound of Silence’ estamos seguros que no hará honor a su título. Yo ya estoy abierta de piernas y empapada con mi australiana-asiática favorita.



Suecia, la gran potencia eurovisiva del siglo XXI 

La anfitriona de este en Eurovisión aspira a revalidar su título y, además, constatar que es la primera potencia tras los últimos triunfos de Måns Zelmerlöw y Loreen (y si nos apuramos el de Charlotte Nilsson en 1999). Ha conseguido cinco veces llegar al top 5 y tres al top 10 en sus participaciones en el siglo XXI si no contamos sus victorias y todo el mundo está seguro que Frans y ‘If I Were Sorry’ será una de las canciones mejor posicionadas en la final… si el artista consigue que el público olvide su canción de infancia en honor a Ibrahimovic. No obstante, no todo es oro lo que reluce y ha recibido críticas por un incidente en la semifinal del Melodifestivalen 2016. Tal vez piense que a Måns Zelmerlöw le vino bien cierta controversia antes de su actuación… o quiera, por el contrario, pedir perdón a toda Europa siguiendo el título de su canción.



¿Y el resto qué? 

La representante de Malta (Ira Losco) con su tema ‘Walk on Water’ se ha alzado como una de las opciones para despuntar de cara a las votaciones finales. Del mismo modo, Ucrania (Jamala con ‘1944’) también aspira al top 10 junto a los representantes de Serbia, Letonia, Armenia, Croacia y Bulgaria. No obstante, ha sido en candidato por Bielorrusia aquel que ha dado la nota de trospidez necesaria. IVAN desea actuar desnudo rodeado de lobos en el escenario de Estocolmo pese a que las normas de Eurovisión son estrictas en tal materia y pudiera producirse un impactante accidente si uno de los ‘mamíferos en cuadrupedia’ decidiera darse un festín con la salchicha del bielorruso. Se augura drama y, por supuesto, infinitos memes. Y nosotros encantados.

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