Páginas Bastardas

jueves, 16 de octubre de 2014

American Horror Story. Freak Show (4x02) Massacres and Matinees: Matiné, payasos asesinos y freaks

Monsters Among Us” (4x01) lo volvió a hacer. Ryan Murphy (y Brad Falchuk) repitieron gesta y marcaron nuevo récord con “American Horror Story: Freak Show”, cuarta entrega de su antología de terror, mejorando incluso el arranque de American Horror Story: Coven”. FX ha acertado plenamente con su serie estrella y prometedora franquicia otorgando a sus ‘freaks’ una nueva temporada en la que todavía no sabemos qué clase de monstruos y penumbras veremos. ¿Cambiará de parecer Jessica Lange en su continuidad en el proyecto que le ha aportado una segunda juventud? El espectáculo debe continuar con “Massacres and Matinees”, segundo capítulo de ese ‘Freak Show’ que se ha convertido en un espectáculo de variedades al que no le va a importar en absoluto eviscerar a “Glee” y someterlo a las nuevas reglas del juego de Ryan Murphy. La cadena de cable es consciente del reconcomiendo y aplauso del público y va a tratar de consolidar su parrilla con otra apuesta de sus creadores: “American Crime Story”. ¿De verdad que ‘The People Vs. O.J. Simpson’ es el título de la primera entrega de tan morboso y revelador nuevo universo? Nos centramos en el presente y dejamos los planes futuros (y paralelos) para repasar “Massacres and Matinees”
La gente no viene a ver ‘freaks’ con el calor del día. Vienen al anochecer. Cuando la oscuridad llega y se habla del misterio. Lo desconocido. Cuando la lógica afloja su puño sobre la impureza y la imaginación entra en juego. La noche permite a las estrellas brillar y a nosotros cobrar vida.
Elsa Mars tiene claro que tanto ella como sus compañeros de viaje son criaturas de (la) noche, pero será el propio día aquel que oscurezca a esa estrella que quiere seducirnos con su fulgor. Una gran panorámica y plano secuencia nos acerca a un nuevo día de ese ‘freak show’ que se ve sorprendido por un toque de queda en la ciudad. Twisty the Clown sigue haciendo de las suyas y tanto los crímenes que ha cometido como las desapariciones sobrexceden a esa pequeña comunidad que optará por defenderse sobre la diferencia ante sus temores. Ryan Murphy y Brad Falchuk quiere revelarnos que la sociedad (biempensante y estéticamente cuadriculada) es todo un monstruo capaz de cometer las mayores atrocidades frente a aquellos que osen marcar una divergencia y contradicción. Alfonso Gomez-Rejon dirige “Massacres and Matinees” bajo una clara estética clásica, muy precisa, afinada, tremendamente cinematográfica y completamente emborrachada de Tod Browning. De este modo, va a revelarnos los detalles y señalar dichas oposiciones con planos holandeses y centrándose en los detalles y sonidos, en los espacios que revelan la imposibilidad de ver a esos freaks junto a esa otra monstruosa comunidad que afirma su normalidad. ¡Y más en los años 50 donde la sociedad norteamericana era clónica! Todo ese choque lo marca el anunciado encuentro entre Twisty the Clown y Dandy Mott, en el que desconocemos quién acabará siendo más atroz y bárbaro en ese juego de máscaras, humor negro y revelaciones… como el también comunicado desplome de la careta con la que el payaso asesino oculta su mandíbula y boca. ¿Qué encontraremos allí? ¿Ha surgido la pareja más demoníaca de la televisión?


Un tambor de juguete roto y el susto sorpresivo de la marca del delito —vía robot de cuerda y decapitación— como presentación de un crimen brutal y reciclaje argumental del propio libreto. Es sólo un (sangriento) juego, da la impresión de decirnos un Ryan Murphy al que no le importa sumergirse de nuevo en el musical y desentonar mediante el anacronismo. Recordemos, Bette y Dot Tattler son las estrellas bicéfalas de un show con tono melódico en el que se busca una voz y espectáculo… pero también en el que nos topamos con una lucha de poder interna y una investigación policial acrecentada por la desaparición del detective al que despedazaron los freaks y asesinó Jimmy Darling. Se busca culpable y los habitantes del circo que regenta Elsa Mars son el blanco más fácil para la gente de Jupiter. La irrupción de Dell Toledo y su mujer (hermafrodita y de tres pechos) llamada Desiree Dupree exterioriza una inicial reticencia por parte de Elsa. Su acento alemán finalmente deja unirse a su espectáculo a la pareja, que huye de un crimen reciente en Chicago… debido a las pasiones uterinas de una y celos asesinos de otro.



De nuevo, el pelo de Gloria Mott marca el detalle de color y conjunto con su propia casa (y cortinas) y ciertos diálogos con su sirvienta Noa (interpretada por la Patti LaBelle de ‘Lady Marmalade’) nos adentran en esa complicada e imposible relación con un bebé crecidito y psicópata en potencia adicto al biberón. Los dulces y el coñac son poco para ese ‘dandy’ que quiere convertirse en una estrella… y las estrellas aquí son freaks. Sus intentos de unirse al ‘freak show’ y su irascible temperamento conducen a Gloria a contratar los servicios de Twisty the Clown, que finalmente optará por golpear a Dandy al husmear en sus cosas en esa habitación de juegos tan teatral como representativa de su eterna infancia. ¿Qué esconderá el payaso asesino? Dos cosas: la cabeza de su última víctima y una deformación de su mandíbula inferior que le convierte en una aberración que es capaz de ocultar con su ya mítica máscara perfecta para Halloween. Corey Bachman y Bonnie tratarán de escapar pero será Dandy, que siguió al payaso asesino a su hogar, aquel que frene las intenciones de la ‘scream queen’. Corey no fue lo suficiente rápido tampoco para Twisty y entendemos que su propósito secuestrándoles es formar… ¿una familia? Seguramente los guionistas exploren en algunos flashbacks venideros su pasado y motivaciones, aunque el juego bien pudiera ser el propio misterio. No obstante, la inclusión de Dandy a la mecánica de crímenes horrendos de Twisty the Clown va a romperse con (más) humor negro y (muchas más) dosis de esa metáfora y alegoría que tratan de plasmar los creadores de la serie.


Dell Toledo se hace rápidamente con el control del ‘Freak Show’ y rápidamente nos desvelan su pasado Ethel Darling y que Jimmy es su hijo… al que trató de asesinar por sus llantos y que entendemos fue la causa de divorcio de la pareja a punta de pistola. En el enfrentamiento de Dell con Jimmy lo ganan los músculos y los intentos del joven por integrarse en una sociedad que le repudia junto a los otros freaks. Dell, bastante machista, también desobedece a Elsa para que el espectáculo se convierta en una matiné con las hermanas Tattler de reinas de la función con un cover de ‘Criminal’ de Fiona Apple y un previo de ‘Dream a Little Dream’. Elsa quería unos pantalones y ‘el macho viril’ se hizo cargo de todo, deparando que esa nueva estrella emergente provoque los celos de la alemana. Elsa, para contraatacar, empieza a comerle la cabeza a una de las cabezas. ¿No era más fácil hacer un dúo? O un trío… O lo que sea. El eclipse es inminente y los delirios de grandeza y disputa entre Bette y Dot Tattler son el campo de cultivo perfecto para que Elsa trate de que una afilada arma marque la diferencia. ¿Conseguirá recuperar el control la dama alemana que esconde perfectamente su monstruosidad aunque no sea tan monstruosa como los otros monstruos que ha interpretado Jessica Lange


El avance de “Massacres and Matinees” nos engañó ya que los personajes de Denis O'Hare y Emma Roberts no entraron en escena para ‘cazar’ a esos freaks y meterlos en grandes recipientes de formol. Sabemos que Ma Petite (Jyoti Amge) está en peligro, pero será otro objetivo más débil aquel que salga mortalmente herido de la estratagema de Jimmy para tumbar a Dell Toledo. Con el cadáver del detective que asesinó completamente oculto, es su placa la única prueba del delito. Jimmy la oculta en la caravana de su (desconocido) padre y da el aviso anónimo a la policía, pero Dell adivina el movimiento y jugada. Será Meep aquel inocente arrestado siendo ajusticiado y asesinado en el calabozo sin que pueda sobrevivir a su primera noche cautivo. ¡Meep, Meep, Meep, Meep! Su cuerpo será dejado por la policía como una bolsa de basura y señal de que no deben atravesar la barrera que separa a sendas sociedades bárbaras y deformadas tanto por fuera y dentro. Meep era un sádico asesino de inocentes criaturas y ya no podrá descabezar ni hacer daño a más pollitos por lo que los defensores de los animales dormirán tranquilos… Sí, un asesino de ‘piolines’ menos en el mundo. “Massacres and Matinees” decide finalizar por la noche, en la oscuridad del misterio y dejando los focos de fama y el brillo de la pesadilla al soleado día. Y he ahí todo el juego esquematizado de “American Horror Story: Freak Show”, a ese choque de escenificación clásica con tonos maduros, adultos y contemporáneos. Una contradicción anacrónica e interna, marcando ese distintivo sello que ya ha provocado que toda su banda sonora y estética sea la nueva senda pop de esa sociedad diversificada y consciente de ser ‘freak’. Todos somos freaks, todos somos “American Horror Story: Freak Show”. Palabra de Elsa Mars.



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