Título
original: “Hoodwinked Too! Hood VS. Evil”
Director: Mike
Disa
EEUU
2011
Sinopsis:
Ahora, la pequeña
Caperucita Roja se entrena en un lejano lugar junto al misterioso grupo ‘Sisters
of the Hood’, cuando recibe un extraño pedido: Investigar junto al Lobo la
inesperada desaparición de Hansel y Gretel. ¿Podrán Caperucita Roja y el Lobo
resolver este intrigante caso? Mientras Roja se
encuentra en una tierra muy lejana entrenando con un misterioso grupo
encubierto llamado ‘Las hermanas Hood’ es llamada por Flippers Girón, Jefe de la
Agencia ‘Felices por siempre’ para resolver, en conjunto con El Lobo, el
misterioso caso de la desaparición de Hansel y Gretel.
“Caperucita Roja 2” voltea compulsivamente el cuento
tradicional y le añade un toque gamberro siguiendo el legado de su primera
parte, “Hoodwinked”. Pero esta vez
el aporte resulta tan reiterado como nulo e incluso insultante si uno la
compara con la saga propiciada por “Shrek”,
por ejemplo. Sin medios ni
imaginación… que uno de los villanos sea un crítico de películas animadas deja
claro la amnistía lastimera que pretende la cinta de Mike Disa. El estiramiento facial puede estirar la vida ‘comercial’
de un actor y una actriz aunque se puede correr el riesgo de cierta
deformación. De esta manera y aplicando el ejemplo al reverso cinematográfico,
las secuelas podrían resultar aberraciones sobre una forma previa definida y “Hoodwinked Too! Hood VS. Evil” da la
impresión de ser afín a tal concepto.
La heroína
aquí se enfrenta a conflictos del tipo soportar una impaciencia equiparable a
las ganas de fusilar a todo ese conjunto de pixels renderizados con ojos
saltones y una sobredosis de ira cani-poligonera. Posiblemente todo acaba
reducido a pisotones y caídas de cabras entre chillidos y cabreos de hobbits
bávaros sacados del peor cliché. Lo peor, seguramente, sea la orientación de
tonalidad de de la heroína. ¿Roja? ¿Se hace llamar Roja? ¿O de verdad habita
algo de colorado entre tanta rojez argumental? Todo huele a reciclado barato y
a insustancial efecto, a brujas malvadas y giros que no engañan ni a un bebé
pero seguimos atrapados en jácaras sobre el absurdo. El empaque descuidado no
ayuda a digerir un cuento de hadas y sus consecuentes y pretendidos guiños para
adultos, en un cúmulo de defectos incluso molestos. Sin demasiadas ideas, “Caperucita Roja 2” se convierte en un
azaroso punto de encuentro de personajes en busca de una receta secreta que
hará cambiar el mundo y perder nuestras neuronas a cambio. Si Caperucita Roja, Hansel
y Gretel o el Sr. Lobo fueran personajes reales hubieran demandado esta sátira
cutre en tono falsamente exclamativo.
Tan
desacertada como inapelablemente rellena de deshechos, estamos ante una película
que reivindica la estupidez como medida de choque contra la estupidez. No importa
el tamaño sino la avaricia por el chiste fácil y el juego de palabras ramplón,
con un libreto firmado por cuatro guionistas que consiguieron defecar con tanto
esfuerzo una de las Peores Películas del 2011. En este punto y desfogue, la única que puede aplaudir con este
engendro es Catherine Hardwicke. ¡Y
gemiría de placer seguramente la cacho perra! En resumen: mucha trufa y mucho
mojón, mucho fracaso en taquilla para todo un bodrio de pacotilla. Y esperemos,
sinceramente, que colorín, colorado, este BODRIO se haya acabado.
Con el buen sabor de boca que me dejó la primera... Pues nada, una película más tachada de la lista de pendientes :(
ResponderEliminarNo lo sé... No ha gustado a casi nadie y fue uno de los fiascos del boxoffice en EEUU. ¿Para una sesión bondage cinematográfica?
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