Páginas Bastardas

martes, 6 de noviembre de 2012

Boardwalk Empire (3x08) The Pony: Pompeya

Boardwalk Empire” nació como nueva bandera de oro de la HBO. La confianza en Terence Winter, el jugoso material originario de la ficción y un piloto dirigido por Martin Scorsese fueron suficientes credenciales para dar el golpe y necesario golpe de efecto. Puede que la primera temporada derribara a Mad Men en los Globos de Oro y que deba permanecer a la sombra de Homeland e incluso de Game of Thrones”, pero la realidad es que calidad y mimo en la producción de la serie que recrea al crimen organizado en EEUU de los 20 es irrebatible. “Boardwalk Empire” es la serie que conseguirá cuantiosos premios técnicos, artísticos y de dirección temporada tras temporada. El mejor licor está servido aquí, aunque no estemos en el mejor local. Prueba de ello es la tambaleante tercera temporada de serie que alcanza en “The Pony”, octavo capítulo, un clímax en uno de sus mejores capítulos. ¿Están dispuestos a bebérselo?

El ‘humor’ sostenido por la mala leche vuelve de nuevo a “Boardwalk Empire” con un capítulo crucial que da el golpe de efecto necesario para desencadenar todo lo que veremos en la recta final de la presente temporada. Todas las tramas anteriores quedan atadas en el mismo capítulo para dejarnos entrever posibles vías de futuro. Tenemos dos ‘ponis’ que dan nombre al capítulo: uno es el que Nucky quiere regalar a la pequeña Emily y que une en un coche en plena lluvia a su mujer con su guardaespaldas, y el otro hace referencia a esa bailarina sin suerte… que nunca será la protagonista pero se convierte en la divertida del coro. En este capítulo Lillian ‘Billie’ Kent se dará cuenta que es una mera secundaria en una historia en la que creía que era protagonista.

La (nueva) ‘muerte accidental’ de Jimmy Darmody provoca un carrusel de repercusiones. Lo primero es el entierro que permitirá a Gillian, con la ayuda de Leander Whitlock, hacerse con el control de la mansión-puticlub-balneario y así pedir un crédito para deshacerse de Lucky Luciano como socio. Puede, tal y como indica Richard Harrow, que Jimmy se merecía algo mejor… pero realmente ahora Gillian alcanza una independencia que le permite enfrentarse a Nucky Thompson y las mentiras sobre la (verdadera) muerte de su hijo. Con Nucky y Gillian frente a frente y en plan teatral, llega el derramamiento de licor sobre la cara del gánster y la acusación del asesinato de su hijo. Nucky vuelve a desmentirlo pero Gillian sabe que le engaña, recibiendo una sutil amenaza del asesino de su hijo: ella existe en Atlantic City porque él quiere…


En Chicago vamos a tener dos frentes en ebullición. La conversión de Van Alden al lado ‘oscuro’ ha sido lenta y dolorosa tanto para espectadores como para el propio y pésimo vendedor de planchas. La deuda con O'Banion la va a pagar con una destilería en su cocina y entregando 24 botellas por semana. Alden vive la gota etílica de Poe en sus carnes y es humillado en el trabajo para dar carpetazo, perdón… planchazo, al asunto. Gran secuencia y humor negro al vapor y al dente con el que pretende huir de nuevo pero su mujer le da pistas y lecciones sobre el negocio del alcohol… y se vende mejor que las planchas, oigan.

Por otro lado, Johnny Torio parece que ha regresado con una mente más nítida y relajada de su viaje a Italia. No se enfada con Al Capone con su enfrentamiento con Joe Miller, quien trabajaba para O'Banion… y en la reunión que mantiene con este último quiere llegar a un entendimiento… pero entre los afectados, desmarcándose de cualquier tipo de contienda. Recuerda Pompeya y que lo importante en la vida es mantenerla antes que el dinero. Al nota esos cambios en la relajación de su jefe y es obvio que seguramente plantee su jubilación legando el poder al que será el nuevo eje del crimen organizado en Chicago.

La trama entre el Dr. Mason, la monja, Miss Schroeder y las clases de ‘eduación sexual’ llevan a Mrs. Shearer a hacer acto de presencia y querer hablar en privado con Margaret. Su marido no para de estar ‘encima’ suya y no desea otro hijo. Margaret se entera de que tomó la leche para abortar voluntariamente e indica que lo que quiere es conseguir un diafragma a través de ella… ya que a ‘los médicos sólo escuchan a las mujeres como Margaret’. Dicho y hecho: un dos por unos en diafragmas con petición al Dr. Mason. Recordemos que Margaret está un poco pendona con Owen. Aunque creo que al final Margaret se divorcia, monta una clínica abortista y se hace lesbiana… y la HBO le dedica un spin off al asunto, claro.


Nucky viaja a Nueva York para reunirse con Esther Randolph y Gaston Means e iniciar las maniobras para que el gánster se acerque a Andrew W. Mellon. Se trata de uno de los hombres más ricos del mundo pero tiene un desliz en forma de destilería. Nucky aprovecha su improvisado encuentro para lanzar sus propuestas y trato: detener a George Remus, acabar con Harry Daugherty y que Nucky lleve su destilería produciendo suculentos ingresos. Mellon se lo piensa e informa telefónicamente a Nucky de que acepta su oferta pero su relación y trato acaban cuando cuelgue el teléfono, tal y como habían pactado. Nucky aprovecha la visita para visitar a su amor y encontrarse que está bebiendo y jugando con el que será seguramente su compañero de reparto. El ambiente se enrarece y Nucky se lía a golpes produciendo una breve crisis en la pareja que acaba en sexo. Ella quiere tener un gánster como novio pero Nucky sabe que va a perderla y teme por su futuro profesional.

Gillian se entera por Lucky de la reunión con Rothstein y Nucky antes de pagar por los servicios prestados al que fue su dotado amante. Gyp Rosetti se pasa por su burdel y Gillian saca el tema de la reunión y les presenta a Harrow. Gillian sugiere a Rosetti que lo mejor es que se pase por Babbette para ‘dar una sorpresa’ a Nucky y compañía… Es obvio que “Boardwalk Empire” necesita un ‘explosivo’ golpe de efecto para afrontar el cierre de temporada y muchos temíamos que Billie, que se encuentra en Atlantic City y Nucky le da una paga vitalicia como una semi-despedida, sería una pieza de sacrificio. Nucky, Rothstein, Lucky y Billie recorren el paseo marítimo cuando se encuentran con el pesado de George Baxter. Nucky envía a la puerta de Babbette a Billie para que no tenga que esperar el mode-pesado de Baxter. Mientras que Rothstein también se desmarca mirando al mar, Nucky y Billie conectan con sus miradas. Sabemos que es el adiós… un adiós marcado por una enorme bola de fuego y explosión de esos habitantes que desconocían que vivían sobre un volcán. Pompeya se persona en Atlantic City para que su lava se lleve a la mujer que tal vez amó de verdad Nucky…, que observa impotente sin posibilidad de ponerse en pie la ira de los dioses que ha desencadenado. 

1 comentario:

  1. dato extra http://www.youtube.com/watch?v=RdzTLLqX9xw
    la explosion

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