Como comentaba en la anterior review, tal vez seamos bastante exigentes con series como “Juego de Tronos” y cualquier proposición de los escritores sea considerada una auténtica blasfemia. No es una novedad en el reino de la ficción de HBO encontrarse con muchas secuencias cuestionadas y controvertidas, ya sea por los cambios significativos de rumbo respecto al material de George R. R. Martin o, simplemente, la propia concepción de un espectáculo que ha roto muchos tabús de aquello que se podía mostrar en la pequeña pantalla. En el caso de “The Long Night (La Larga Noche)”, tercer episodio de la octava y última temporada de “Game of Thrones”, tenemos una de las entregas más ambiciosas jamás concebidas por David Benioff y D.B. Weiss pero, por el contrario, han surgido todo tipo de achaques y destructivas críticas que aminoran el impacto del que podría ser el mejor capítulo de toda la serie. Comencemos con ese arranque que sintetiza un «sí que has tardado» a Sam tras un juego de cambio de primeros planos dentro de un plano secuencia. En cierta medida, aquí se encuentra compendiado todo el trabajo que los escritores y productores han realizado desde 2011 y, al mismo tiempo, el envite directo a mostrar esas debilidades que no considero que sean tales en mi opinión. Podríamos analizar este grandísimo episodio —y definitoria entrega— como el complejo camino de todos los personajes. Pensemos también aquí se encuentra en origen de esa mirada de Bran Stark, que ha ido poniendo y replicando sobre las percepciones de otros protagonistas. Todo comenzó con su caída pero, recordemos, existían unas visiones posteriores sobre una enigmática figura que se iría abriendo camino a lo largo de las temporadas. Al fin y al cabo, la impresión general es que todos los personajes estaban condenados a encontrarse con su destino desde que Bran trepara por esos muros que le llevarían al secreto que guardaban Cersei y Jaime Lannister.
¿Ha sido todo el conjunto que hemos visto hasta el momento una serie de entresijos del destino que han hilado (e hilvanado) otras entidades superiores como el Señor de la Luz y el Cuervo de tres ojos? El camino nunca ha sido fácil para los protagonistas y su implícita supervivencia les ha llevado a sobrevivir en esta larga noche repleta de oscuridad. Sabíamos que el Rey de la Noche representaba a la muerte que camina y “The Long Night (La Larga Noche)” se ciñe a la oscuridad como elemento para compendiar la amenaza que representa el ejército de los muertos. Miguel Sapochnik juega con ese elemento para crear la agonía y terror necesario de aquello que se cierne sobre Invernalia. Pese a tener todo aparentemente controlado, con Jon y Daenerys volando con los dragones hasta una colina que les da una visión del campo de batalla, nada parece poder frenar a la muerte que refleja en esa ya cercana distancia. Irónicamente, sabíamos que Melisandre nos había prometido su regreso (para morir) y su aparición representa parte de una profecía condenada a cumplirse. Es posible que su magia pueda ‘prender’ las armas de la horda Dothraki e incluso encender los interiores de Davos pero, por el contrario, la bruja roja tiene claro que ha venido para completar su cometido y dar su propia vida en ello. La sacerdotisa del dios R'hllor va a ser, por lo tanto, un personaje clave en el episodio y su obligación es ser víctima de sus propias profecías.
Se ha criticado el sacrificio de los Dothraki pero, sin embargo, se trataba de la primera línea de batalla y los guerreros nómadas nunca se han dedicado a defender su posición en la contienda. Todo lo contrario… La horda siempre se ha dedicado a cargar y veremos cómo esos arakhs ardientes van desapareciendo en esa inmensidad de oscuridad que representa el inabarcable ejército de espectros que se cierne sobre Invernalia. ¿Hay alguna salvación posible? Pensemos en que aquí comienza la agonía para los espectadores e incluso para esos personajes que defienden la línea defensiva que protege Invernalia. ¿Los dragones liderados por Daenerys y Jon podrán hacer algo? Da la impresión de que el Rey de la Noche ha planificado su triunfo y una inmensa tormenta ciega a nuestros héroes para anular cualquier posible ayuda. Aquellos que se encuentran en las almenas han de plantearse buscar refugio sin lugar a la épica. Sansa, de este modo, no podrá permanecer con su gente y tendrá que aceptar que su lugar está en las criptas. Arya le dará una daga de vidriagón para que pueda defenderse con un toque de sarcasmo como parte de una concesión ante esa tumba que les rodea a todos. La batalla no va a parar de cobrarse víctimas y veremos cómo Edd muere apuñalado tras rescatar a Sam de ese ejército implacable de muertos. La tensión de la contienda va a ir en aumento mientras las tropas que defienden Invernalia tienen que retroceder. Veremos también como Arya protege a Perro con flechas en su pelea por sobrevivir cerca de esa trinchera alrededor de Invernalia. Pero, ¿si los dragones están perdidos y no pueden ver a través de la niebla que ha levantado la magia del Rey de la Noche… quién encenderá el fuego como parte del plan para expulsar a los espectros? Melisandre volverá al eje de la acción para murmurar palabras en valyrio no sin cierta tensión… Finalmente, un muro de llamas protegerá a Invernalia… aunque los espectros se detendrán y permanecerán firmes esperando instrucciones de esa voz que les gobierna a todos.
“The Long Night (La Larga Noche)” desea centrarse en todos los frentes e incluso en las criptas Tyrion y Sansa se verán obligados a reconocer que su inteligencia de poco sirve en la actualidad en el campo de batalla. El backstory sigue siendo la pieza de esos recuentros que hemos vivido en anteriores episodios y los protagonistas rememoran su matrimonio. Incluso los comentarios de Sansa sobre la Reina Dragón parecen ofender a Missandei… En el Bosque de Dioses de Invernalia, Theon y Bran también tienen tiempo de ponerse al día. Bran revelará que todo el sufrido camino vivido por el hijo de Balon Greyjoy le ha traído donde debería estar a su hogar. Esas secuencias no nos evaden del terror que nos mostrará los poderes de Bran para ver, gracias a los cuervos, al Rey de la Noche acercándose con Viserion a Invernalia. No veremos más aportaciones de Bran y mucho se ha cuestionado por qué no realiza absolutamente nada salvo esperar su destino frente a su rival. Pensemos en que el Cuervo de tres ojos es una figura neutral que se dedica a observar la historia y su poder es el conocimiento absoluto. Podría ser similar a esos bibliotecarios de la Ciudadela que no intervienen en la historia y se dedican a ser los cronistas de todo aquello que sucede. En cierta medida, el Cuervo de tres ojos solamente ha intervenido para atraer a Bran Stark en busca de un relevo que pudiera, en todo el proceso de aprendizaje, derrotar al Rey de la Noche. Bran, pese a lo que pueda parecer, es el personaje más poderoso del capítulo, ya que no necesita mover ni un solo músculo para derrotar al Rey de la Noche: ha puesto en juego todas las acciones para que aquel que busca su destrucción caiga en su propia trampa y perezca. Aquí podemos pensar que la figura de Jon Snow es baladí e incluso sentir esas críticas y quejas ante la frustración del propio personaje: su incapacidad para derrotar (una y otra vez) al Rey de la Noche es la constante que se necesitaba para que aquel que desea imponer la ‘noche eterna’ se confíe y sea derrotado ante un elemento con el que no contaba: Arya Stark.
Pensemos en que todo el entrenamiento de la joven Stark fue necesario para convertirle en la mayor asesina de Poniente. No todo va ser fácil, sin embargo, en “The Long Night (La Larga Noche)”, ya que veremos a la propia Arya enfrentarse a su peor pesadilla: un rostro de la muerte que no puede derrotar por ser una corriente interminable esa representación del ejército de los muertos. Esa misma frustración, que veremos en los rostros del resto de protagonistas, será una constante para aquellos que luchan contra los espectros. Tras atravesar las llamas acumulando cuerpos, las paredes serán la única protección de nuestros héroes ante esa marea de muertos con los que tendrán que luchar. Incluso Arya se verá derrotada y veremos una cara que no habíamos presenciado desde que huía de la pérfida Waif.
Aquello que va a salvar a los personajes es su propio pasado. Sandor Clegane, por ejemplo, antepondrá su deuda pendiente con Arya antes que su terror por el fuego. Beric Dondarrion también va a ser determinante para salvar a la joven Stark, como si el Señor de la Luz hubiera guiado sus pasos hasta este momento. Ese sentido definitorio de todos los personajes también se podría desvelar en el acto heroico de Lyanna Mormont. Sus hombres perecerán ante un gigante que se abre paso ante la puerta que protegían, pero, sin embargo, utilizará su último aliento antes de morir aplastada para clavar en el ojo de la criatura esa fatal arma que acaba con los espectros. Volvamos a Arya y algunas de las secuencias de terror del episodio. “The Long Night (La Larga Noche)” da la impresión de utilizar elementos del género en la secuencia de la biblioteca de Winterfell. Posiblemente la idea sea plasmar un ‘survival horror’ con la lucha y persecución de esa criaturas sobre los ya escasos supervivientes. Quizás David Benioff y D.B. Weiss hayan planteado un recopilatorio de imágenes sacadas del imaginario colectivo gracias a otras referencias. Esa pila de hordas de muertos vivientes alrededor de las murallas de Invernalia bien pudiera ser parte de “Guerra Mundial Z” y el sentido de todo lo anterior es crear tensión y agonía al otro lado de la pantalla. Es cierto que, sobre tal proposición, exista una clara desidia de algunos espectadores: el destino es sumamente caprichoso y los personajes principales parecen inmunes a la muerte. En cierta medida, el Dios de la Muerte parece conceder un periodo de gracia hasta el desenlace de la serie de HBO. “Juego de Tronos” sabemos que arrastra un gran fenómeno fan pero, sin embargo, cualquier riesgo de los escritores supone automáticamente duras críticas. ¿Insalvables también? No lo creo. En “The Long Night (La Larga Noche)” todo está justificado y Melisandre nos recuerda la profecía ya realizó mucho tiempo atrás sobre la joven Arya: cerraría muchos ojos… marrones, verdes... y azules. Su destino, por lo tanto, era acabar con el Rey de la Noche.
¿Y cuál es el destino de los supuestos héroes del espectáculo como Jon y Daenerys? A lo largo de la historia, sus derrotas frente al Rey de la Noche se plasmarán nuevamente aquí ya que, seguramente, su papel en esta parte de la historia sea que la muerte reencarnada —y aquel ser que desea imponer el invierno y la larga noche eterna— se confíe y se regocije en su triunfo. De este modo, Rhaegal y Drogon solamente podrán hacer caer al Rey de la Noche y éste superara inclusive el fuego de dragón. Los escritores nunca dieron muchas pistas sobre el personaje. Nos informaron de su origen pero han posibilitado todo tipo de teorías que, al mismo tiempo, han puesto de los nervios a muchos detractores de la serie al carecer de un backstory completo. ¿De verdad que alguien quiere justificar el propósito de la metáfora de la muerte y el olvido? No hay más material que la creación de los Hijos del Bosque y la posibilidad de que el ser humano que convirtieron en el primer caminante blanco (y Rey de la Noche) fuera un Targaryen. Sería la única explicación de obtener tal inmunidad. Las réplicas se reproducirán nuevamente. El Rey de la Noche levantará su lanza para amedrentar a Daenerys y, posteriormente, Jon revivirá el alzamiento de los muertos (y sus antiguos compañeros de batalla) para frenar ese combate épico que nunca se producirá. Asimismo, la imposición narrativa es que el Rey de la Noche no podrá ser derrotado por la heroica sino por otro movimiento inesperado ante la impotencia del resto de protagonistas. Veremos cómo Jon y Daenerys, tras tener que Drogon que volar para tratar de sobrevivir a la horda de muertos que le asediaba, luchan de manera desesperada por sus vidas. El primero acabará enfrentándose a Viserion y la segunda será salvada nuevamente por Jorah que dará su vida para que su khaleesi no perezca.
“The Long Night (La Larga Noche)” juega con ese sentido de derrota desplegando el triunfal paseo del Rey de la Noche y sus generales en Invernalia para completar su propósito: acabar con el Cuervo de tres ojos y borrar la memoria de Poniente. El olvido y la muerte llaman a la puerta de Bran. Veremos cómo Tyrion y Sansa se enfrentan a los muertos que salen de las bóvedas que habitaban para acabar con aquellos que se refugiaban en la cripta y, asimismo, otros personajes solamente podrán hacer frente a su lenta agonía por sobrevivir. Theon, tras su redención ante Bran Stark, confirmará que la épica no derrotará al Rey de la Noche sino ese elemento sorpresivo que se han planificado en el tiempo y la distancia gracias al Cuervo de tres ojos y el Señor de la Luz. Bran por lo tanto, no necesita mover ni un solo músculo para presenciar las acciones que se pusieron en marcha para derrotar a su némesis. Al fin y al cabo, el entrenamiento que recibió Arya le permite aparecer volando, cual ángel de la muerte, detrás del Rey de la Noche y acabar con tal poderosa entidad pese a bloquear éste su primer ataque agarrando a la joven por el cuello. Esa daga de acero valyrio que le entregó el propio Bran supone el colofón de esa cadena y caída de piezas para someterlo y destruir a todo su ejército de muertos. No hay un sentido tampoco aquí del triunfo absoluto, ya que Daenerys presenciará la muerte de Jorah y la tristeza de Drogon es sumamente representativa. De este modo, las profecías rigen el orden narrativo del episodio y éste concluirá con aquella que lanzó Melisandre previamente: cumplido su papel en la historia, se quitará su collar para envejecer y someterse ya a las reglas del tiempo. En cierta medida, su sacrificio final representa ese sentido y sentimiento de que fuerzas poderosas han tejido el hilo del destino de los protagonistas e implicados en la derrota del Rey de la Noche. El destino de todos ellos era completar la tarea sin importar el precio. Puede que ese precio sea inadmisible para la horda de ‘haters’ que tratan de aminorar la grandeza de “The Long Night (La Larga Noche)”, posiblemente el clímax formal y narrativo de “Juego de Tronos”. ¿Conseguirán que se convierta finalmente en polvo? Desde luego, not today / hoy no.
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Totalmente de acuerdo contigo, es un capitulazo fríamente calculado y del que nos han ido dejando pistas a lo largo de las temporadas... Todo el odio es porque no sucedieron las cosas de acuerdo al imaginario colectivo de los fans..
ResponderEliminarEstupendo análisis. Gracias
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