La canción del mar: El dolor y la pérdida como necesidades

“La canción del mar”

Título original: “Song of the Sea”

Director: Tomm Moore

Irlanda

2014

Sinopsis (Oficial):

Ben y Saoirse viven en un faro, en la parte más alta de una pequeña isla, con su padre, que para protegerlos de los peligros del mar los envía a vivir con su abuela a la ciudad. Allí Ben descubre que su hermana pequeña es una Selkie, un hada del mar, una niña-foca que con su canción puede liberar a los seres mágicos del hechizo que les hizo la Bruja de los búhos. En un viaje fantástico, Ben y Saoirse se enfrentarán a miedos y peligros, y lucharán contra la Bruja para ayudar a los Seres Mágicos a recuperar su poder. La película está inspirada en las selkies, seres mitológicos del folclore irlandés que viven como focas en el mar pero que se convierten en humanos al salir a la tierra y despojarse de su piel.

Crítica Bastarda:

El folclore siempre ha sido un gran baluarte y aliado del cine de animación y en “La canción del mar” también existe una clara evolución de Tomm Moore desde “El secreto del libro de Kells”. El autor se plantea la historia de la desaparición de la matriarca y la posterior ruptura familiar, quedando a la deriva en ese mar intempestivo que ha roto y fragmentado todo. Entre esas tormentas y alegorías, para calmar las aguas, se necesita una catarsis que emerge por ese territorio y páramo fantasioso, amplificando el concepto de entendimiento de un niño respecto a la naturaleza de su hermana y la pérdida de su madre. El ciclo está condenando a establecer el destino y un canto a la liberación, hilvanando ese folclore recurrente con la mitología y allanando el camino. Los viajes de crecimiento normalmente se amparan en el descubrimiento y Tomm Moore nada en una lluvia de colores y su sentido representativo de la animación, entablando un diálogo ese mundo marino, la fantasía y la vida en unas imágenes que desean complementar ese cosmos repleto de imaginación. “La canción del mar” podemos definirla como una elaborada poesía gracias a su puesta en escena y banda sonora, alentándonos a descubrir todas las leyendas de las selkies. 

¿Estamos ante una reivindicación del amor? En cierta medida, “La canción del mar” establece al amor como una medicina capaz de ayudar a sanar las heridas e incorporarse como discurso existencial de la obra. Héroes y villanos aquí tratan de lidiar con el dolor y la pérdida con diferentes medidas. ¿Merece la pena ser una roca o sufrir los sentimientos en la propia piel? ¿Por qué tratar de rehuir del dolor? Tomm Moore habla sobre almas quebradas y la pérdida y, al mismo tiempo, la vía de canalizar todo esa marea de emociones como parte de la sanación de una familia rota. La tonalidad de cuento y fábula sirve para traer ciertos elementos del folclore y establecer en la catarsis el cauce de la comunión de la naturaleza y los espíritus. Todo sirve para elaborar una gran obra de animación que traspase la pantalla y emocione al espectador con una canción que se extienda por todo su metraje.

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