Westworld (2x06) Phase Space: ¿Quién es el maestro de marionetas?

La segunda temporada de “Westworld” se ha posicionado en los anteriores episodios y “Phase Space”, sexto capítulo, va a ofrecer todas las posibilidades mostradas previamente. Aquí todas las tramas van a comenzar a dar sus frutos y a dar sentido a muchas de esas teorías que circulaban por internet. Es cierto que el eje de todo parece ser la relación de Bernard Lowe y Dolores Abernathy. El diagnóstico de “Journey Into Night” (2x01) parece articular toda la presente entrega y el planteamiento es evidente: la idea de que Dolores pudiera llegar a superar al propio lugar que es su prisión y aquellos que la diseñaron. Arnold, sin embargo, siempre está presente y esas pruebas entre ambos parecen diseñadas por une mente superior. ¿El maestro de marionetas? Sabíamos que Teddy había sido sometido a cambios y la misión de Dolores es encontrar a su padre, Peter Abernathy. Da lo mismo que los técnicos insistieran en que Hale nunca diera detalles del destino, Teddy ahora es una máquina despiadada de matar y acabará con un técnico sorpresivamente. El destino es Mesa y el tren es su transporte. ¿Se habrá dado cuenta Dolores que está manipulando el libre albedrío de Teddy como esos humanos a los que odia o, tal vez, ese hombre no sea la misma persona de la que se enamoró en su pasada narrativa? Repasemos “Phase Space”.

Maeve Millay da la impresión, asimismo, de ser el personaje contrario a Dolores a tal fin, dejando —pese a sus dones— un atisbo de libre albedrío en las acciones de aquellos que le rodea. Es cierto que el derramamiento de sangre y esa gran batalla en el campamento Shogun ya es historia pero, sin embargo, Akane queda sumida a un extraño luto al extraer el corazón del cuerpo sin vida de Sakura. A su regreso al pueblo, uno de los comandantes del Shogun les espera y tiene alguno de sus compañeros apresados. Son las dosis necesarias para tenernos en vilo. Tanaka desea un intercambio y Maeve declinará usar sus poderes en pos de un duelo ofrecido por Musashi para que “Phase Space” tenga su recital de acción y, por su puesto, sangre y violencia… Cortando la mano de Tanaka, Musashi dará un giro en el duelo y decapitará a su adversario. ¿Ha acabado todo? En realidad, la idea es que Maeve se haga tanto con nuevos aliados a su causa (Hanario) como conforme ese espectro sobre el libre albedrío y el destino. Akane ha elegido el suyo propio y su corazón y esencia pertenece al Shogun World… Vamos a dejar atrás los vestuarios de ese otro mundo y regresar a Westworld para que, por fin, Maeve se reencuentre con su hija. El problema es que ese choque de pasado y presente genera un juego de réplicas. La pequeña no reconocerá a Maeve porque tiene una ‘nueva’ madre… que tendrá que enfrentarse a su propia narrativa a ese grupo de guerreros de la Nación Fantasma. Akecheta está presente y también da la impresión de que está sumido a su destino junto al de Maeve. ¿De verdad que su camino lleva al infierno? Esta vez, Maeve tiene aliados para ayudarla a escapar de ese albedrío impuesto pero, sin embargo, Lee tiene su propia agenda al pedir ayuda a Delos. ¿Otro personaje afín a su traicionera condición o todos están siendo usados por otra mente mayor que ha dispuesto todas esas piezas en su camino y destino? 

Sea como fuere, “Phase Space” desea ir hilvanando todas las tramas y el reencuentro del Hombre de Negro con su hija Emily no es una excepción. La cuestión es que se explore su relación y el lado oscuro del villano de la serie, así como la muerte de la madre de Emily. La hija del Hombre de Negro, sin embargo, se topará de nuevo con el ‘abandono’ de su padre, como si éste sufriera una dicotomía por alejarla del peligro que le rodea o, simplemente, reivindicar su egoísmo y egolatría. No lo sabemos, el capítulo no va a ofrecer respuestas. Incluso en las tramas del episodio, tendremos un hueco para Charlote Hale. Recibirá ayuda de Ashley Stubbs para proteger a Peter Abernathy y empezar a descifrar esa información que supuestamente están protegiendo y que desconocen. Delos sabíamos que no iba a mover un dedo hasta que su preciado objeto estuviera asegurado y comprobaremos cómo Abernathy va a ser ‘asegurado’ a base de dolorosos clavos en una silla. Es hora también de conocer a nuevos personajes gracias a Ashley. La empresa militar privada tiene un líder un tanto áspero (Coughlin) y la idea es unir todos esos frentes que tienen como destino Mesa. ¿Es inevitable otro nuevo enfrentamiento entre Delos y Dolores? ¿El destino nos conduce a ese clímax? Por parte de Bernard Lowe y Elsie Hughes, ambos también parecen estar destinados a ese lugar. Esa pulpa que aportan estos personajes es claramente informativa. La narrativa de Robert Ford fue anulada y se están simulando nuevas narrativas para todos los anfitriones, aunque se ha bloqueado cada intento. Sabíamos que La Cuna (The Cradle) era la tecnología de simulación, que almacena y prueba todas historias de Westworld, y ese propio ‘organismo virtual’ está contraatacando y readaptándose a algo. ¿Quién realizó todo esto? La única manera de acceder a la Cuna es en persona, no de manera remota. Será el propio Bernard el que se sumerja en el interior de ese mundo de narrativas, que nos remitirá al despertar de Teddy al comienzo de la serie. Previamente vino el dolor y una extraña concepción de transporte hacia ese otro mundo virtual. En ese Sweetwater del universo alguien espera a nuestro protagonista… y no es otro que el Dr. Robert Ford. Está claro que todo ese golpe de efecto nos lleva a pensar que Ford pensó en cada detalle antes de dar su vida ‘física’ a Dolores. Seguramente siga siendo el gran maestro de marionetas y una de las teorías consolidadas de esta temporada es que el cuerpo de Bernard en la línea temporal presente está ‘ocupado’ por el propio Ford. “Phase Space” nos deja ese elemento a la espera de concretar junto al resto de tramas… Veremos qué nos confirman los próximos episodios de la recta final de la segunda temporada de “Westworld”. 

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