El esperado estreno de “Westworld” tal vez necesite extensas reviews o, por el contrario, el arqueo constante de una de nuestras cejas hasta que empiecen a llegar los golpes de efecto y se consoliden algunas teorías de internet. Precisamente, el espectáculo de HBO aterrizó en nuestras vidas en pleno apogeo de la era Reddit y la necesidad de las redes sociales de descuartizar cualquier propuesta episódica amparándose en la inmediatez. Jonathan Nolan siempre ha dado la impresión de moverse como un pez en el agua en los márgenes de su libre adaptación de la novela de Michael Crichton y reducir el imaginario de “Almas de metal” (1976) a una de sus muchas premisas. “Journey Into Night (Viaje a la noche)”, ‘season 2 premiere’, nos adentra en esa oscuridad ya presente en la anterior temporada. La idea de este capítulo inaugural es asentar el caos dentro y fuera de la pantalla, dejándonos claro que los tiempos son marcados por los escritores en este show. Y el show ha de continuar… pero, ¿hacia dónde? Recapitulemos. El caos desatado en Westworld da la impresión de ser una cortina de humo para otra gran conspiración de fondo y, en realidad, aquí el debate es si existe un gran maestro de marionetas que esté moviendo los hilos de todos los protagonistas… Repasemos “Journey Into Night (Viaje a la noche)”.
Para las reviews de “Westworld” no quiero adentrarme demasiado en cuestiones de fondo e incluso de forma. Muchas veces se revisan los capítulos de series por la inmediatez y me interesa dar representación al leitmotiv de esta entrega. He aquí el choque entre el sueño y la realidad y, evidentemente, el significado… Bernard esta temporada está enmarcado por la confusión y ese sentimiento se traslada al núcleo argumental. “Westworld” siempre se han sentido cómoda con dos líneas temporales y vamos a ir viendo qué ocurrió en esos once/doce días desde la rebelión de las ‘máquinas’ en el parque de atracciones. Precisamente, Bernard se va instituyendo como el eje de ese gran todo argumental y la secuencia de presentación junto a Dolores podría darnos pistas del giro narrativo. ¿Qué es un sueño para un androide? Ese sueño premonitorio de Bernard da la impresión de cerrar un círculo al cierre de “Journey Into Night (Viaje a la noche)”: desde el océano, ve a Dolores desde una orilla lejana… y ha sido dejado atrás por los suyos… Desconocemos el plano temporal de esa escena. Bernard podría ser humano o un replicante y, ciertamente, el capítulo nos señala en varias ocasiones que para ver el núcleo cerebral de las máquinas hay que hacerse paso a través de su cerebro. En el fondo, Dolores ha vivido atrapada en los sueños de otros y, tal hecho, conformó un espectro de pesadilla de la que tenía que ‘levantarse’. Ahora, Dolores está guiada por la venganza como parte de su nuevo papel e historia a interpretar. Ella cree estar sujeta al libre albedrío pero, sin embargo, seguimos bajo esa teoría en la que existe un ‘gran sueño’ de otro tercero que dirige los pasos de todos en ese lugar. Tal vez, Dolores haya dado paso a Wyatt como parte de esos planes de Arnold por conseguir una cortina de humo junto a su ‘supuesta’ muerte. ¿Está muerto definitivamente o utilizó un replicante para revelarse contra aquellos que le robaron el control de su gran creación?
Puede que, en realidad, los sueños no signifiquen nada y esa falta de realidad suspenda la obra de televisión como parte de un reclamo (meta)ficcional. Estamos viendo un/os sueño/s de otros proyectados en nuestras pantallas y todo es una gran mentira. “Westworld” siempre ha funcionado sobre despertares y aquel que propicia Bernard nos arrastra a una playa en la que un equipo paramilitar de Delos ha tomado el control del lugar varios días después de los sucesos que vimos al cierre de la primera temporada. Allí está Ashley Stubbs, el ex jefe de seguridad. Ciertamente, no nos podemos fiar de nada ni nadie y la gracia de esa entrega va a pasar por sumergirnos en los recuerdos (¿fiables?) de Bernard para dar forma a lo ocurrido. Vamos a tener nuevos personajes como Karl Strand, el Jefe de Operaciones en Delos, o Antoine Costa, un técnico de la corporación que va a sorprenderse con ese laberinto tallado en el interior de uno de los anfitriones. Una de las proposiciones para esta entrega es el registro audiovisual de los androides (muy en la onda “Black Mirror”) y las posibilidades que representa al descubrir que Delos ha estado grabando a los huéspedes por parte de Charlotte Hale. Pensemos en el que los intentos de ocultar su verdadera naturaleza por parte de Bernard conforman un nuevo espectro de evolución para el personaje. El androide va a tener problemas por una fractura en su cráneo y necesitará líquido cortical para ganar tiempo… ¿Su posición actual revela que consiguió autorepararse completamente? El destino de Hale y Bernard pasa por escapar y presenciar la muerte de sus acompañantes humanos hasta llegar un puesto avanzado con anfitriones sin rostro y piel… y el descubrimiento de que no tendrán un equipo que los rescate —por parte de Delos— hasta que no consigan hacerse con Peter Abernathy. ¿Qué tipo de información oculta en su interior? Sobre tal secuencia, también vamos a tener más añadidos importantes. Bernard explicará a Hale que los anfitriones tienen un vínculo subconsciente entre ellos, a modo de colmena. Ese mecanismo les permite pasarse entre ellos información y evitar, de este modo, que las narrativas choquen entre sí. Esa ‘red’ es fundamental para hallar el paradero de Abernathy y, en cierto modo, nos presenta la vía por la que Bernard consiguió acabar con todos los anfitriones (¿todos?) de Westworld.
Sabemos que el Hombre de Negro sigue vivo y su supervivencia aporta a la historia un nuevo juego para encontrar una puerta escondida. Ese joven Ford, ahora, es prescindible y el personaje de Ed Harris va a revelar que sigue siendo uno de los villanos de la historia… Otra parte fundamental del capítulo es el seguimiento a Maeve y su nueva ‘narrativa’ que ella misma ha escogido. En realidad, su personaje decidió sumirse en la mentira y dar forma a la misma al tratar de recuperar a su hija. Maeve ya es una diosa dentro de Westworld y tiene el pleno control sobre el resto de anfitriones. De este modo, la (anti)heroína de la serie de HBO decide someterse a las pautas de toda aventura. Conseguirá su escudero (Lee Sizemore) y recuperará a Hector Escaton como su consorte sentimental y arma a su servicio. Maeve siempre ha sido una mujer de recursos y sabe que Sizemore puede traicionarle en cualquier momento peor, asimismo, desea someterse a su nueva ‘narrativa’ para hacer real el sueño que protagoniza. “Journey Into Night (Viaje a la noche)” finaliza con nuevas proposiciones, como el descubrimiento de ese equipo paramilitar de Delos que, en la actualidad, descubre un tigre de Bengala muerto del Parque 6 a la orilla de un río. ¿Si ese animal cruzó la ‘frontera’, qué nos aguarda de ahora en adelante? Esas posibilidades finalizan con un gran lago que desconocemos cómo pudo ser creado. La incredulidad de los allí presente se traslada al otro lado de la pantalla: cientos de cadáveres de anfitriones flotan en el agua… No vemos a Dolores… pero sí a Teddy. Y, ahora, Bernard consigue recordar que él fue el responsable de la muerte de todos ellos… Con la venganza despiadada de Dolores, la confusión de Bernard y la odisea de Maeve, la segunda temporada de “Westworld” ha posicionado sus tramas para una nueva narrativa. Veremos cómo continúa…
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