Una bala en la cabeza: El ejecutor

“Una bala en la cabeza”

Título original: “Bullet to the Head”

Director: Walter Hill

EEUU

2012

Sinopsis (Oficial):

Jimmy Bobo (Sylvester Stallone) es un sicario de Nueva Orleans duro e implacable. Tras su último trabajo, sufre un ataque inesperado por parte de Keegan (Jason Momoa), una imparable máquina de matar que ejecuta sin contemplaciones a su compañero (Jon Seda). Dispuesto a tomarse su venganza, Jimmy se verá obligado a colaborar con Taylor Kwon (Sung Kan), un detective de la policía no muy acostumbrado a los métodos expeditivos. Aunque pronto descubrirá que Jimmy es el arma más eficaz para acabar con una peligrosa organización que ha corrompido a la policía y las altas esferas de la ciudad.

Crítica Bastarda:

Con el regreso a la pantalla grande de Arnold Schwarzenegger y Sylvester Stallone, no es de extrañar que aquello que eran peras y manzanas acaben en macedonia y sobredosis de conglomerado. Da la impresión de que ambos van a protagonizar cada año más películas que el Universo Marvel y DC juntas y el lema de las viejas leyendas nunca mueren queda escenificado en esa evolución fotográfica que Walter Hill nos revela. ¿Ha crecido o decrecido Stallone como actor o precisamente siempre le hemos tenido fichado y condenado desde su comienzo hasta su final? La evolución en las fotos de los arrestos de Stallone bien nos podrían dar pistas sobre su progreso como actor y director. ¿Es un perro viejo o ese perro fichado por la audiencia? El arranque pudiera sugerir algo bien distinto en un cruce ¿de “Teniente corrupto” con “Pulp Fiction”? Todo se disipa cuando llega el primer disparo y comienzan a emerger el cruce de asesinos a sueldo matándose entre sí y una conspiración en la sombra. Nada nuevo. ¿Nada?

Hay posibilidades de madurez en el (auto)homenaje. Por ejemplo, la pelea en los baños debería ser en pelotas y no en calzones en plan “Promesas del Este”?. ¿Se me entiende? No es que le quiera ver la cola a Stallone porque ya se la vimos en “Demoliton Man” sino que el mérito sería dirigir una pelea y coreografía con un miembro tan protuberante y juguetón. ¿No sería como una spoof movie de de la cinta de Cronenberg? “Una bala en la cabeza” no va a ceder a la (auto)parodia y la moraleja de la historia se resume en que el protagonista al final se compró un coche nuevo… ¿Un comercial para gloria de Stallone? 

Walter Hill quiere un show violento sobre esquemas ochenteros y aunque el personaje de Stallone (Jimmy Bobo) no hace para nada honor a su apellido y resulta bastante directo (y duro-duro-pero-que-duro-duro), decidiendo jugar con varias piezas de los engranajes argumentales de los ochenta: la buddy-movie, la venganza, la chica como rehén, la corrupción política-policial, la conspiración… El crimen organizado, el personaje odia a los policías y resulta tan vanidoso como corrompido y simple, el punto débil divisado en una hija… Hay códigos obviamente, asesinos imparables y la repetición como fórmula y condena. Desconozco si homenajear a Tarantino a estas alturas es la fórmula perfecta para el toque icónico de la obra y la superficialidad del conjunto empapa de escaso cerebro la película. “Una bala en la cabeza” está tan lejos de ser un clásico del propio Hill como del propio Stallone, en el que escasea la tensión y esa amenaza que debería incitar un actor como Jason Momoa. Todo falla dentro de una cinta en que, finalmente, hay más bala que cabeza.

Mucho tiro, y otra nominación al Razzie al Peor Actor del año. ¿Cuántas van ya?

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