La avispita Ruinasa: Objetivo, acabar con el imperio de la ‘Avispa’… y nuestros cerebros

“La avispita Ruinasa”

Director: José Luis Merino

España

1983

Sinopsis (Oficial):

Ruinasa es un holding de negocios dedicados al ocio y por qué no decirlo, al vicio. La Paternal es una empresa que se dedica a dar protección aunque en el fondo sea la empresa más importante. Los negocios de Ruinasa están a punto de ir a la quiebra. Para evitarlo, puesto que está su prestigio en juego, La Paternal se hace cargo de los negocios de Ruinasa pero como no son especialistas en estos tipos de afanes, las empresas van a peor. Los presidentes de Ruinasa y La Paternal se citan para ver las soluciones que pueden encontrar. Esta divertida comedia, parodia de la expropiación más famosa de la historia de España, relata los avatares de una gran empresa gobernada por el vicio y la depravación y dejada en manos de una banda de mafiosos para evitar la quiebra. 

Crítica Bastarda:

Me gustaría encontrar alguna declaración del fallecido Jose María Ruiz-Mateos respecto a “La avispita Ruinasa” e incluso ese extraño díptico que gestionó el cine español a rebufo de la expropiación del holding Rumasa junto a “Los caraduros (El holding de la mosca)” de Antonio Ozores. Pero, sin embargo, más que adentrarse en un ejercicio de hemeroteca, lo suyo sería sumergirse en ese habitual ejercicio de la picaresca española por diseccionar los hechos más significativos de su historia de un modo burlesco, similar al de una chirigota. Desde los créditos de la obra de José Luis Merino, calificada como una de las peores películas de la historia del cine made in Spain, no decide tomarse en serio:

«Esta historia es producto de una pesadilla de su autor».

«Cualquier parecido con la realidad… ¡Pero qué tontería!... ‘esto’ no puede parecerse a la realidad ni por pura coincidencia». 

Con semejantes injertos en los títulos iniciales de créditos, llegamos al anunciado reparto y elenco ciertamente sugerente (?). Y es que aunque cuenta con Jesús Puente ‘emulando’ a Ruiz-Mateos, José Sazatornil y José Luis López Vázquez, el recital de chistes es desolador. Desde «teléfono, mi casa», «dos y dos son cuatro» y un Tarazona por Maradona, el cóctel satírico simplemente es el trampolín para el recuerdo de semejante esperpento. Considerada una de los mayores excrementos del cine español, “La avispita Ruinasa” se reduce a la crónica más cutre y oportunista sobre la expropiación de Rumasa. La idea era hacer una alegoría ácida sobre esa caricatura involuntaria para hablar de holdings dedicados a vicios y de esos ‘mafiosos ávidos’ por hacerse con el control y beneficio. El gobierno —caricaturizados como gánsteres liderados por un capo siciliano en clave de imitación de la sombra de Felipe Gonzalez— acaban ‘apropiándose’ de una ‘Ruinasa’ que efectivamente es una ruina. La moreleja es esclarecedora: la corruptela no puede hacerse cargo de Ruinasa sin inyectar dinero y sanearla y si la destruyen acabará con ellos. Tendrán que dársela de nuevo a su viejo dueño y la novia y secretaria de Jesús Puente llorará por los siglos de los siglos… hasta el estreno de “Lo que necesitas es amor”.

En realidad, “La avispita Ruinasa” se resume en la reivindicación de unas meretrices: 

Trabajamos todo el año en la Calle Desengaño [Esto lo ha escrito el chulo de la Puri que es poeta, sabes]. Vemos que nuestro trabajo emprendió la cuesta abajo. No es que el hombre sea más puro, es que no tiene ni un duro. Y ha cambiado la pasión por ver la televisión. Monta tanto, tanto monta si la llamas caja tonta. Y llega a suponer un agobio el mantener a tu novio. Hoy nos hemos enteremos del gran paso que habéis dado y cómo habéis defendido de tanta gente el cocido, por eso las de la calle apreciamos el detalle. De verdad, fenomenal que tuvo la paternal. Y una reivindicación pedimos y nos es de vicio. Queremos la protección también para nuestro oficio. Sin jubilación, ni casa, estamos abandonadas. Queremos ser expropiadas como lo ha sido Ruinasa. Y por eso, con esmero, para que no haya problemas nos hemos puesto el emblema de la avispa en el trasero. 

En resumen, la película siente como la picadura de una avispa en el trasero.

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