Páginas Bastardas

lunes, 18 de diciembre de 2017

Big Mouth: El monstruo de las hormonas

Serie de TV
“Big Mouth”
EEUU
2017

Sinopsis (Página Oficial):

En esta comedia políticamente incorrecta de Nick Kroll y Andrew Goldberg, unos adolescentes descubren las maravillas y los horrores de la pubertad.

Crítica Bastarda:

Mira todas estas casas. Quién sabe cuánta gente habrá dentro comiendo lefa. 

Una de las críticas más recurrentes en los comienzos de “South Park” era reducirla a una serie de niños diciendo palabrotas. Aunque el tiempo pone a todo en su sitio, la nueva propuesta de Netflix podría recibir los mismos ataques y burlas respecto a su concepción: un retrato sin pelos en la lengua —ni censura que valga— sobre la pubertad. Nick Kroll y Andrew Goldberg, además, sugieren al cierre de su primera temporada la imposibilidad de llevar a la pequeña pantalla una serie de una panda de niños masturbándose y su equivalente a la posibilidad que se confunda equivocadamente con una variación de pornografía infantil. «A lo mejor si es animada no nos dicen nada». La propuesta de Netflix, por lo tanto, desea romper la cuarta pared y que los espectadores regresen a viejos conflictos de su pubertad cuando eran más jóvenes. “Big Mouth” no pretende ser educativa sino plasmar la incomodidad de una etapa en la vida de todos los seres humanos. Esa crudeza formal Kroll y Goldberg retrata las angustias de sus personajes y los problemas hormonales que representa un cambio de rumbo en sus existencias. De este modo, los impulsos de los protagonistas se convierten en el material cómico y emocional para romper toda clase de tabús respecto al sexo y la vergüenza que ha simbolizado dentro de la televisión.


¿Confirmamos que “Big Mouth” es una serie más necesaria que notable? De acuerdo, Nick Kroll y Andrew Goldberg han confeccionado una propuesta con buenos momentos en la que muchas de las experiencias de sus protagonistas sirvan para que se identifique la audiencia o se recree en esos viejos clichés hormonales del inicio de la pubertad. ¿Adiós preadolescencia y bienvenida la sátira social alrededor del sexo? Planteemos que la serie de animación de Netflix desea que sus caricaturas sean el material idóneo para abarcar un tema incómodo y tabú. En cierta medida, el espectáculo se ciñe tanto al humor de trazo grueso —y sin filtros en los que políticamente correcto se refiere— que la exageración se convierte en su arma para no caer en la posibilidad de ser acusada de propaganda de pornografía (pre)adolescente. “Big Mouth”, no obstante, desea llegar más lejos del espectro de una serie polémica y controvertida y —entre altibajos o personajes secundarios decepcionantes— se abordan otros temas de interés. ¿O algún espectador no esperaba que los romances y los primeros noviazgos fueran el eje de algunas de las tramas principales? Quizás la obscenidad tapa muchas de las carencias de la serie, que no desea tampoco ir más lejos de un entretenimiento con algunos puntos divertidos aunque, sin embargo, también pueda ser entendida como una radiografía de un mundo complicado y generalmente confuso. Entre gallilefas, primeras menstruaciones, fiestas adolescentes, e incluso asesinos en serie junto a viajes a Pornolandia, la primera temporada de la propuesta de Netflix ha entendido bien el equilibrio entre referencias a la cultura pop y el sexo como tránsito generacional. Veremos cómo continúa un viaje tan deslucido y caricaturesco como ese mundo plagado de casas en las que no sabemos cuánta gente estará comiendo lefa dentro.

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