Leonard, los amigos son como el papel higiénico. Es bueno tener de repuesto bajo el lavabo.
Sheldon Cooper en “The Fermentation Bifurcation” (9x22)
Con “The Convergence Convergence” (9x24) se ha confirmado la ya confirmada sensación (valga la ‘rebuznancia’) de ocaso ―en cuanto calidad y audiencia se refiere― de la popular sitcom estadounidense “The Big Bang Theory”. No obstante, hay que matizar aquí muchas cuestiones como, para empezar, los ratings millonarios que todavía sigue manteniendo y por los que mataría cualquier cadena generalista. Si bien el descenso de una media de 16,14 millones de televidentes ―que tenía su octava entrega― se ha mermado a una cifra para nada desdeñable y digna de ovación (15,21 millones), lo cierto y más preocupante pudiera ser el destino de la comedia de CBS a partir de la décima y, tal vez, última temporada. Por las declaraciones del reparto ha quedado en evidencia que Kaley Cuoco y Jim Parsons (y compañía) quieren seguir ligados al proyecto televisivo, aunque sus reivindicaciones salariales (ya astronómicas) aumentarían haciendo plantear a los ejecutivos de la cadena si merece seguir manteniendo a una de sus gallinas de los huevos de oro en antena o, por el contrario, lo suyo es concluir un camino que ya se torció tiempo atrás y que da la impresión de que está condenado a la controversia del desenlace de “Cómo conocí a vuestra madre” o la intrascendencia de “Dos hombres y medio”. Puede que los cerebros de muchos fans de la serie hayan sido lavados y con sus ya limitadas mentes (?) sean incapaces de divisar una trayectoria que quedó truncada desde que “Big Bang” dejó de ser esa gran serie inicial sobre unos geeks inadaptados y se convirtió en juego de parejitas en la onda “Friends”, siendo precisa y contrariamente su cuestionado punto de giro creativo la propulsión a un mastodóntico éxito internacional para recibir multitud de premios y nominaciones en Emmys y Globos de Oro. Esos tiempos, para pena de Chuck Lorre y Bill Prady, son ya cada vez ya más lejanos… en lo que alfombras rojas se refiere. Precisamente, la sitcom de CBS se ha convertido en la crónica de unos actores que pasan cada semana a recoger su cheque de un millón de dólares y ofrecen muy poco a cambio, salvo esa constancia de los seguidores o, definámoslo ya, como un acto rutinario por ver cómo acaba el asunto por parte de la audiencia. En algunas ocasiones, sin embargo y rara vez, dejan algo de calderilla y propina a los escritores para dejarnos alguna perla para el recuerdo… Vayamos a esta novena temporada, que recuperaba la ruptura de Sheldon Cooper y Amy Farrah Fowler en “The Commitment Determination” (8x24), mientras Penny y Leonard Hofstadter tenían que lidiar durante su luna de miel con esa confesión, previa a la boda relámpago, de una infidelidad bucal/labial del nerd. Justamente pudiéramos entender esta actual entrega respecto a ese solitario y virtual casamiento y su celebración familiar en “The Convergence Convergence” (9x24), donde Amy y Sheldon son nuevamente pareja aunque todavía vayan a pasos de tortuga en su relación afectiva… con masajes cronometrados cual huevos escalfados. La (única) gracia del asunto viene de la mano del affaire del Dr. Alfred Hofstadter (Judd Hirsch) y Mary Cooper, pudiendo convertir a Sheldon y a Leonard en hermanastros para el ataque de risa de Penny. Considero que en ese diálogo que cierra la temporada se sintetiza el actual estado de “The Big Bang Theory”: hay gente a la que «no le gusta esto para nada» mientras que a otra «le encanta» el asunto. Y los segundos son ya minoría y ex rubias tontas con cierta cultura geek por el paso de los años… Vayamos ahora a responder la pregunta planteada: ¿ha sido la novena temporada la peor de todas o las apariencias engañan?
Para responder de un modo objetivo también deberíamos tratar de repasar estos últimos 24 episodios de un modo subjetivo y aunar tal contraste. Como este post pretende ser un análisis con fundamentos contratados y cuantificados la única base de datos que nos sirve es precisamente Imdb, donde podemos establecer un baremo para revisar la evolución de “The Big Bang Theory” a través de sus nueve temporadas y ratificar que la sitcom de CBS mantuvo el tipo hasta su séptima entrega, siendo las más valoradas por los fans de la serie las tres primeras. Sobre los citados y anteriores datos llegamos a la respuesta a la pregunta planteada: la novena temporada de “The Big Bang Theory” no ha sido, de momento, la peor de todas, ya que la octava alcanzó una peor y ligera valoración general media. Y aquí aterriza la parte subjetiva del análisis que no es otra que repasar los motivos que produjeron tal dato. El arco argumental alrededor de la reconciliación de Sheldon y Amy iniciado en “The Spock Resonance” (9x07) ―y culminado en “The Opening Night Excitation” (9x11)― ha sido la cuota necesaria (?) para salvar a la comedia del abismo y caída en picado. No obstante ―y de nuevo con los datos en la mano―, se trata de un oasis en el desierto, ya que la media de los episodios posteriores no ha superado a la ya propiciada por la peor temporada emitida de “Big Bang” según los votantes de Imdb. No esperen, por lo tanto, curvas sino una caída en picado a la peor versión de la ya descafeinada serie dramática (?).
Es cierto que dentro del cosmos de la sitcom de CBS los avances en la relación entre Amy y Sheldon siempre han tenido una respuesta muy positiva al otro lado de la pantalla. El beso entre ambos en “The Locomotive Manipulation” (7x15), la palmada en el culo de un Sheldon ebrio sobre su novia en “The Thanksgiving Decoupling” (7x09), la foto de su ‘baile de promoción’ en “The Prom Equivalency” (8x08) o la fantasía sexual de Amy en “The Troll Manifestation” (8x14) sirvieron para que esa reconciliación de la pareja en “The Opening Night Excitation” (9x11) se convirtiera en el episodio mejor valorado de la serie con permiso de “The Bath Item Gift Hypothesis” (2x11). Y es que equiparar la pérdida de virginidad de Sheldon y Amy con la experiencia orgiástica de ver en el cine “Star Wars: El despertar de la Fuerza”, sumado a los sacrificios previos del físico por mantener la relación con su novia y un nuevo cameo de Bob Newhart, conllevaron el aplauso de una audiencia… que posteriormente vio mermada sus expectativas de recuperación de una de sus comedias favoritas. Los datos, nuevamente, están ahí para ratificar lo expuesto.
El season 9 finale ha vuelto a confirmar que ni las mecánicas entre Sheldon y Penny, los avances de tortuga entre Sheldon y Amy, las presentaciones familiares, el embarazo de Bernadette, el ‘harén’ de Raj o la patente de ese sistema de guiado cuántico (en la que se ha interesado el ejército de EEUU), han servido para desprender a “The Big Bang Theory” de ese halo de decepción ya habitual en las últimas temporadas del show de CBS. ¿Y qué nos queda si la décima entrega fuera la última? Aparte del nacimiento de esas dos ‘criaturas’ en gestación, para que los chicos vivan su momento de gloria y tengamos al primer bebé en la comedia, disponemos también de una supuesta boda entre Dr. Alfred Hofstadter y Mary Cooper, cuya religión no va a permitir tener una relación formal sin pasar por la iglesia para disgusto de Beverly Hofstadter. Junto al posible compromiso de Sheldon y Amy y saber cuál será la novia definitiva de Raj, la sitcom podrá rellenar otros nuevos 24 episodios de relleno (valga la ‘rebuznancia’) sin necesidad de conjeturar esas trilladas rupturas y reconciliaciones de sus protagonistas. Todo lo anterior deja claro que nos encontramos ante las esencias de un viaje hacia la madurez vital y existencial de unos nerds que comenzaban sus aventuras tratando de donar esperma y ahora han sido víctimas de un bukkake sideral, con el destino conjurado sobre sus propios padre y madre. En todo ese camino han acabado tan perdidos como nosotros en los márgenes de espacio de clichés y estereotipos, que ya tenemos asumido que no nos va a llevar a ninguna nueva o reveladora galaxia televisiva. De momento, los datos están ahí y el orgasmo ha sido tan breve que, parafraseando a Sheldon Cooper en “The Fermentation Bifurcation” (9x22), nos hace pensar que ciertas series de televisión son como el papel higiénico: es bueno tener de repuesto bajo el lavabo. Así que busquen y guarden la suya porque ya lo tendrían que haber hecho hace varios años años atrás (y miren que bastardo servidor se lo advirtió). Yo ya tengo a “Shadowhunters” como mi nueva comedia favorita. ¿Tienen ustedes ya elegida la suya?
Y no se olvide de que el poco papel que nos queda (de “Big Bang”) es para limpiarnos bien el culo.
P.D.: Recuerde tirar de la cadena antes de dejar su peste (y aroma de fanboy-tali-nazi-fan) por aquí. Gracias.
Y no se olvide de que el poco papel que nos queda (de “Big Bang”) es para limpiarnos bien el culo.
P.D.: Recuerde tirar de la cadena antes de dejar su peste (y aroma de fanboy-tali-nazi-fan) por aquí. Gracias.
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