Páginas Bastardas

sábado, 2 de abril de 2016

The Ranch: «¿Qué cojones es Netflix?»

Serie de TV
“The Ranch”
EEUU
2016

Sinopsis (Página Oficial):

Un exjugador de fútbol americano, su hermano mayor y su padre, un ganadero, tratan de mantener a flote un rancho mientras aprenden a vivir juntos.

Crítica Bastarda:

― Eh, ¿quieres ver algo después de cenar? 
• Como qué. 
― Yo qué sé, algo de Netflix. 
• ¿Qué cojones es Netflix? 

Muy lejos de construir un icono de culto (“Lucky Louie” de HBO) creo que nadie puede llevarse las manos a la cabeza por las nuevas comedias (o dramedias o shows de terror psicológico) de Netflix. Todo, al fin y al cabo, es marketing y la cuestión es realizar productos que se amolden a estudios previos de mercado. Otro asunto más peliagudo es la calidad y acabado de sus nuevas propuestas y “The Ranch” confirma que nos encontramos ante una peligrosa tónica para el gigante del streaming. Seamos sinceros, Netflix no puede tener (ni debería aspirar) a tener el mismo target que CBS o valerse de una familia conservadora para tratar de captar demográficos un tanto inusuales (y contraproducentes) en su parrilla de shows. La comedia de situación creada por Jim Patterson y Don Reo desea innovar respecto a ciertas formas de exponer el material sin necesidad de acotar los chistes para las pausas publicitarias, aunque no notemos en absoluto un desarrollo que profundice lo más mínimo en tramas y personajes sacados de un manual clásico de los 70. Ni siquiera esa parcela de tensión sexual con un romance (im)posible entre el protagonista y su antigua novia de instituto (Elisha Cuthbert) ―mientras inicia una relación con una chica de 23 años― añade algo a un amplio catálogo de humor políticamente incorrecto y generalmente de trazo grueso. Si el sentido maduro (y contemporáneo) de la serie es que Ashton Kutcher enseñe su culo (antes de lanzar chillidos similares a los de una niña de parvulario) vamos apañados… Puede que la metáfora que sintetice la serie de Netflix sea el nacimiento y corta vida de ese ternero, afectado y víctima de una infección para aclimatar esa sensación de esperanza entre la mala suerte y un destino funesto en ciernes. Sí, solamente nos queda morir (cerebralmente) si seguimos al otro lado de la pantalla. 


Lo más interesante pudiera ser la existencia un discurso existencialista (?) en el que habita un relevo generacional y donde Colt Bennett (Ashton Kutcher) todavía no sabe qué quiere hacer exactamente en la vida. Sus sueños cada vez se encuentran más diluidos y es consciente de que un día, tal vez, acabe siendo un granjero que continúe y perpetúe la herencia del patriarca. “The Ranch” elude ser una comedia deportiva y se centra en las mecánicas familiares donde se plasma una crisis y un gran problema de comunicación, secuelas de decisiones pasadas que todavía siguen latentes y la llegada del hijo pródigo abre viejas heridas. La premisa no es absoluto novedosa, alistándose en la liga de otras fallidas comedias de ABC o corrientes apatowianas de adultos inmaduros con problemas para adaptarse al enfrentamiento con decisiones adultas. Esas secuencias más dramáticas tratan de amoldarse en sus arcos argumentales más livianos para favorecer la comedia y los chistes, alcanzando un equilibrio para sanar esas profundas grietas en una familia que encuentra una oportunidad de recomponerse. Maggie (Debra Winger), por ejemplo, se ha separado de su esposo y aspira a cierta independencia regentando el bar de la ciudad y viviendo su vida en su caravana, pero en su conflicto (volver con su esposo más allá de sus puntuales encuentros sexuales) apunta a esos síntomas de catarsis y reunión familiar o, por el contrario, de una separación definitiva. En “The Ranch” también tenemos una extraña obsesión por el sexo con menores de edad en sus chistes (?) y chascarrillos, pero más que elaborar un gag respecto a tabús se siente que la sitcom se aferra a moldes anacrónicos para llamar la atención con toques políticamente incorrectos ―que no escandalizarán ni a una monja ni a un seguidor de “Dos hombres y medio”―. Finalmente, el espectador se siente como ese viejo redneck borracho aferrado a la barra del bar, viendo ese ecosistema familiar y sus problemas sin inmutarse hasta que es ‘despedido’ a final de temporada. Ya da lo mismo un posible divorcio y adiós, que Rooster acabe enrollado con la madre de la novia de su hermano (para comenzar a madurar), que un vertido y tragedia en la zona suponga el trampolín de salvación (económico) del rancho o que Colt, para finalizar, comience a desprenderse de los sentimientos sobre su primer amor para iniciar un nuevo camino hacia la lucidez vital (aunque Abby acabe ejerciendo como una calientabraguetas al dudar sobre su decisión de casarse y abrir de nuevo una puerta a Colt). En realidad, aquello que justifica tanto la serie como su primera temporada es ESTO:


El (otro) resumen de esta primera olvidable temporada de “The Ranch” se compendia en su propio catálogo de chistes del tipo:

― Llevas tres conmociones cerebrales
• No recuerdo haber tenido ninguna.

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12 comentarios:

  1. Netflix puede aspirar a lo que se le de la gana se llama variedad no solo tiene que hacer las mismas series de siempre. Yo no vi la serie y no la vere por que se el tipo de humor que me gusta, el humor de la serie le gusta a mucha gente no lo comparto pero es asi. Netflix intenta ir a todo el publico, en mi caso me gano con Daredevil pero mucha gente odia a los superheroes y no por eso es malo

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  2. Bueno, a mi me hizo reír un montón la serie y espero una segunda temporada.

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  3. Con Daredevil y Jessica Jones se ha ganado mi voto de confianza y mi pago mensual ;) coincido con Rodri no es el tipo de humor que me gusta pero Netflix puede hacer lo que le venga en gana

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  4. Es por cuestión de política, algunos no desean que en las series salga una forma de vivir y de pensar distinta a la suya. Si fuera una familia de ultraizquierda seguramente estaría diciendo lo buena que era.

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  5. Netflix entrega bastante libertad a sus creadores.Para bien o para mal eso es un reto.Como la reciente Flaked muy criticada y la vez muy interesante.Pero que no todo sea para todos los gustos es parte de la diversidad ya sea con sus aciertos o desaciertos.El tener la disponibilidad inmediata de cada serie es algo estupendo.Genera opinion y sobre todo una buena dosis de participacion de los espectadores.Todo lo que se pueda decir criticar o alabar de una serie es mucho mas interesante que el producto porque al fin y al cabo son solo un producto a veces bien intencionado y otra friamente calculado.

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  6. Pues a mi me encanta esa serie con el toque campirano.

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  7. Me gusta esa serie estoy esperando la tercera temporada

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  8. Pues yo también estoy esperando la tercera temporada y Netflix puede hacer lo que le de la gana , habrá cosas que me gusten y otras no, pero siempre trae variedad y eso es importante.

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  9. Pues yo también estoy esperando la tercera temporada , la serie me gusta y creo que netflix puede hacer lo que le de la gana ,siempre habrá alguien a quien le guste y a quien no sus producciones , pero no se puede negar la variedad de sus producciones y eso para mi es muy bueno.

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  10. Me recordó un poco a Horace and Pete con ese estilo sombrío. Es refrescante una sit com que habla de esa norte América olvidada, sobre la duda existencial, sobre la familia, sobre los sueños rotos. Puede no tener los gags más refinados pero es una serie arriesgada y con carisma.

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  11. Es una muy buena serie.
    A mi me alegra el dia con ver solo un capitulo

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