Doctor Foster: La novia de luto

Serie de TV

“Doctor Foster”

Reino Unido

2015

Sinopsis (Página Oficial):

Una fiable médica ve su estupenda vida explotar cuando sospecha que su marido tiene una aventura. A medida que descubre secretos que remueven sus entrañas, ¿cómo va a reaccionar la Dra. Gemma Foster?

Crítica Bastarda:

Infierno, infierno… Sin embargo, voy a estar en calma. Ahora el alba comienza y la lenta mano del destino se estira para atraer el velo y dejarlo desnudo. No hay cólera en el Cielo como la del amor a odio convertido. Ni furia en el infierno como la de una mujer despreciada.

La cita de William Congreve es la clave para entender el punto de giro final que cierra el primer capítulo de “Doctor Foster”. Estamos ante un aparente trillado melodrama pero la ficción británica apuesta por una estilizada visión alrededor de una heroína que lucha frente a la tragedia que se cierne sobre ella. Nos muestran que es fuerte e inteligente, que su instinto femenino es infalible y, sobre todo, que es capaz de mantener la calma ante el infierno en el que se convierte su vida. Existe una fórmula en la actual televisión que ha hecho evolucionar premisas como las que originó esa línea telenovelesca desde “Retorno a Edén” en los ochenta y que bien pudiera acabar definiendo “Revenge”. La venganza siempre ha girado alrededor de “El conde de Montecristo”, en volver de la muerte y/o someterse a un cambio de identidad que amplifique todos los resortes de ese ansiado resarcimiento y catarsis. Pero en el caso de la Dra. Gemma Foster esa transformación es interior, no modificando ni un ápice de esa carcasa que esconde un creciente llama infernal a punto de explotar. No esperen artificios ni un culebrón de bajas pasiones porque en la serie de BBC todo se va a cocer bajo la lumbre de un incendio sosegado únicamente detonado por esa esperada e incontrolable pirotecnia pasional en el quinto y último capítulo de su primera temporada. 

Puede que esa línea de evolución meditada y encrestada sea parte del éxito de audiencia del capítulo 'final' de “Doctor Foster”, que evidentemente no dejó a nadie indiferente en un amasijo de enfrentamientos, incomodidad y detonando ese tono más cercano a un thriller psicológico —con conexiones a la dramaturgia— que a un vodevil y culebrón de sobremesa, aunque escondiera ciertos giros de guión un tanto inverosímiles. No obstante toda esa sofisticación en la puesta en escena —a veces un tanto hipnótica y reflexiva—, puede que ya estuviera implícita en ese póster donde vemos fragmentada su heroína ante el espejo, con la fractura determinada en la figura de su esposo entre sombras y oscuridad. Es indiscutible que Gemma Foster va a transformarse aunque siga siendo la misma entidad y persona, y toda esa volatilidad interior es perfectamente encarnada por Suranne Jones, cuyo personaje es capaz de calcular una fría venganza que incluye chantajes y amenazas. Como en toda historia existe una moraleja y un epílogo, ese significado de todo lo visceral y sangre que estalla tras la violencia capaz de sacudir a todos los implicados. No se puede conseguir todo en esta vida y más cuando existe un precio ante una venganza, aunque “Doctor Foster” nos revela los pros y los contras de las acciones de la protagonista, de aquello que gana y pierde en esa búsqueda para reinventarse ya sin esa máscara invisible de esa mujer despechada con un infierno desatado después de dejar caer su velo. BBC ha renovado la serie por una segunda temporada seguramente por sus buenos datos de audiencia pese a que tras el desenlace ya no quedara furia, ni una mujer despreciada, ni abismo salvo aquel que dejó tras los pasos de su pasado la Doctora Gemma Foster. Y si el infierno son los demás puede que los guionistas tengan todavía mucho material que explorar en los nuevos episodios porque, al fin y al cabo, desatar a los demonios del averno siempre tiene consecuencias.

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