Crazy Ex-Girlfriend: ¿Cuándo fue la última vez que fuiste verdaderamente feliz?

Serie de TV

“Crazy Ex-Girlfriend” 

EEUU

2015

Sinopsis (Página Oficial):

Rebecca Bunch es una mujer joven exitosa, motivada y, posiblemente, loca que impulsivamente renuncia a todo —ser socia de un prestigioso bufete de abogados y a su lujoso apartamento Manhattan— en un intento desesperado de encontrar el amor y la felicidad en ese caldo de cultivo exótico repleto de romance y aventura: la suburbana West Covina, California (¡Está a sólo dos horas de la playa! ¡Cuatro si hay tráfico!).

Crítica Bastarda:

“Crazy Ex-Girlfriend” obedece a dos actuales líneas televisivas. Primero, la confirmación de que The CW está ofreciendo comedias que están embelesando a la crítica como “Jane the Virgin” (y el presente ejemplo) usando metrajes que duplican el de las habituales sitcoms. Y, segundo, se trata de una arriesgada propuesta tras “Galavant” para encajar dentro de ese ‘paritorio’ de comedias románticas que han ofrecido prácticamente todas las incursiones en el subgénero por parte de las generalistas (y cadenas de cable) en las últimas estaciones televisivas. La historia de Rebecca Bunch nos transporta a su momento de mayor y más irradiante felicidad, que bien define la musicalidad del primer amor hallado en un campamento de verano en 2005… donde también se topó con su corazón roto e inició el conflicto que marcó su vida. Al apartar los sentimientos y declinar tropezar con su alma gemela, Rebecca encuentra el éxito y todo aquello que pudiéramos imaginar como el perfecto rumbo al triunfo personal… La jugada de la serie creada por Rachel Bloom y Aline Brosh McKenna es equipar el amor al musical y esa locura de ‘volar’ a esa realidad alternativa donde todos cantan y bailan, siendo conscientes de que una cámara se desliza dentro de su imaginaria perspectiva. Rebecca Bunch, por lo tanto, solicita hallar una respuesta que marque su nuevo camino y el punto de giro es establecido como si un deus ex machina fuera la alegoría y representación de la esencia del show: la esperanza de toparse con el sentido de la vida en el amor. ¿Suena loco? Sí, en un mundo material aunque sea el significado de la propia ficción. 

Desarrollada originalmente para Showtime, The CW puede haber encontrado tanto un guilty pleasure para seriéfilos como para la crítica especializada aunque esté tanteando como flojos y peligrosos datos de audiencia que apuntan a su cancelación. Aparte de tampoco contar con todo el apoyo emocional del público que le gustaría. Y es que la comedia musical lucha también entre sus dos modulaciones románticas, buscando una vía original y reveladora en el musical y, por el contrario, acuñando las credenciales y clichés del subgénero. Co-escrita y protagonizada por Rachel Bloom también está influenciada por Aline Brosh McKenna (“El diablo viste de Prada”, “27 vestidos”), aunque parte de la premisa de producir un terremoto existencial en su protagonista. Se trata de un lugar común que esconde un reverso un tanto oscuro para una mujer que decide perseguir la felicidad del modo más delirante posible, justificando los recursos de guión gracias a ingenio y números musicales que tampoco desean saturar los capítulos. Ese viaje de Nueva York a California es realmente un cambio del frío existencial al calor más fantasioso amparado en una premisa comercial: ¿cuándo fue la última vez que fuiste verdaderamente feliz? Esa pregunta también va dirigida a la propia audiencia, invitándola a entrar en ese sueño que vive su protagonista, de cómo va reconstruyendo su vida encontrándose con nuevos amigos y compañeros de trabajo e incluso de esa mecánica habitual que la impide ver que posiblemente se esté equivocando de hombre y media naranja. “Crazy Ex-Girlfriend” mete en su triturada creativa desde “Ally McBeal”, “Betty” o las comedias de Bryan Fuller para que nos contagiemos por las chifladas ocurrencias de nuestra heroína por reencontrarse con el amor y ser verdaderamente feliz… Su aventura ya en The CW puede que ser carne de estación y temporada y es una pena porque si de parejas hablamos, por ejemplo, sería el alma gemela de “Unbreakable Kimmy Schmidt” en Netflix. Prueba de ello el precio de la belleza que nos regala uno de sus primeros números musicales, desmitificando a Beyoncé y cualquier diva a golpe de fluidos surgidos… del culo. Y es que la fama cuesta y aquí es donde vais a pagar: con… ¿sangre, el precio y sacrificio de todo romance, música y, por supuesto, carcajadas?

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