The Secret Life of Marilyn Monroe: La vida secreta de Marilyn Monroe

Miniserie de TV

“The Secret Life of Marilyn Monroe”

EEUU

2015

Sinopsis (Página Oficial):

Kelli Garner (“El aviador”, “Pan Am”) interpreta a la legendaria estrella Marilyn Monroe en el evento de Lifetime de cuatro horas “La vida secreta de Marilyn Monroe”. La miniserie, que descubre los secretos mejor guardados que la ambición rubia mantenía escondidos al público, también está protagonizada por la oscarizada Susan Sarandon como el mayor secreto de todos de los que tenía Marilyn. Su madre Gladys, estuvo ingresada por mucho tiempo en una institución para enfermos mentales. Emily Watson y Jeffrey Dean Morgan también encabezan el reparto. Basada en homónimo best seller del New York Times de J. Randy Taraborrelli, “La vida secreta de Marilyn Monroe”, comienza con un retrato de una joven Norma Jeane Mortenson y de cómo lucha frente a una existencia solitaria y sin amor con una madre ausente. A pesar de tener todo en su contra, Norma Jeane florece como una mujer divertida, inteligente y ambiciosa, y pronto se reinventa a sí misma para convertirse en el símbolo de una era. Ella se deleita en su estrellato pero sigue siendo un artista frágil, desesperada por la aprobación y la protección de los hombres. El mundo exterior realmente nunca ve o entiende a la verdadera Marilyn, una mujer tan diferente a su personaje público. A medida que su fama crece, sus tres matrimonios se desmoronan, incluyendo sus relaciones con Joe DiMaggio (Morgan) y Arthur Miller. En última instancia, Marilyn nunca pudo controlar sus demonios interiores y las embestidas de la enfermedad mental heredada de su madre, Gladys (Sarandon) —una mujer que ama, odia y quiere desesperadamente salvar—. Aunque su estudio de cine le dijo al mundo que la madre de Marilyn estaba muerta, ese el gran secreto de la vida de Marilyn: Gladys seguía siendo una parte vital e inquietante de su mundo. Mientras Marilyn cuida de su madre, su obsesión por el presidente John F. Kennedy la lleva al límite y, en última instancia, a un manicomio. Aún así, Marilyn Monroe como un soldado en el frente, ofrece la mejor actuación de su vida, ocultando con su éxito sus secretos más oscuros al mundo. 

Crítica Bastarda:

Basado en el homónimo best seller de J. Randy Taraborrelli, la miniserie de Lifetime aterriza mucho después de “Mi semana con Marilyn” y mucho antes de que podamos ver hecha realidad “Blonde” de Andrew Dominik. Más allá de la actuación de Kelli Garner para dotar de vida a la ambición rubia y su par de nominaciones técnicas en los Emmy, “The Secret Life of Marilyn Monroe” nos transporta a un relato que pretende revelar todas las intimidades de la vida de Norma Jean por encima de ese símbolo e icono sexual que sigue vigente todavía en el Siglo XXI. Con una madre mentalmente inestable, interpretada por Susan Sarandon, la infancia de Marilyn es expuesta ante un psicólogo (Jack Noseworthy) que se posiciona en el punto de vista del espectador. Nos convertimos en los oyentes de esa historia de boca y carmín, entre eternas y constantes caladas de cigarrillo, de la propia protagonista. Criada por otras personas, entrando y saliendo del orfanato, hasta que fue a parar con su tía Grace (Emily Watson), el relato nos conduce a seguir la evolución de una joven repleta de sueños y aspiraciones que tuvo que casarse con tan sólo dieciséis años para no regresar a esa vida de desequilibrio e inestabilidad. 

La miniserie de Lifetime nos va enseñar los comienzos de Norma Jean como modelo y cómo quedó atada a hombres poderosos que podían reconducir su carrera como el agente Johnny Hyde (Tony Nardi). Mientras ese relato sobre la fama y los sueños va evolucionando hacia la adicción a las pastillas, en paralelo se establece esa relación un tanto enfermiza con su desequilibrada madre, ‘heredando’ incluso su enfermedad mental. “The Secret Life of Marilyn Monroe” nos quiere vender que su romance con Joe DiMaggio fue aquel que marcó su vida, danto a entender que Arthur Miller o John F. Kennedy, fueron simples márgenes a una relación que detonó en violencia durante el rodaje de “La tentación vive arriba”. Pero evidentemente “The Secret Life of Marilyn Monroe” parte de una premisa en absoluta ajena al espectador, convirtiendo en cierto modo su propio título en una contradicción. ¿Existe algún secreto que le quede por conocer sobre la vida de ese atemporal icono? Planteemos que el acto de desvelar la existencia de la madre de Marilyn pudiera generar un acercamiento dramático —e incluso teatral— en conflictos clásicos con alusiones a una enfermedad, herencia y condena. Pero la realidad, no obstante, siempre supera a la ficción y cualquier dramatización.

Lo mejor de “The Secret Life of Marilyn Monroe” no es ni Susan Sarandon ni Emily Watson sino el trabajo de Kelli Garner para hallar el glamour y la fragilidad de Marilyn que también alcanzó Michelle Williams. Interesa ver ese encuentro de una joven ambición rubia junto a su novio de adolescencia —y primer marido— en una sala de cine. Esa vendedora de cigarrillos, caramelos y chicles y, sobre todo, su voz profunda y sensual despertaron en Norma Jeane esa posibilidad de atraer a la audiencia gracias al mimetismo y posibilitar la creación de una nueva y llamativa entidad. “The Secret Life of Marilyn Monroe” sigue el manual de biopic al dedillo, ofreciendo en el encuentro un tanto teatral de Marilyn con su nuevo terapeuta la posibilidad de evocar todo su pasado e interiores, proponiendo finalmente la perspectiva previa a su trágica muerte. Esa espiral de tragedia y experiencias vividas, nos conducen a numerosos flashbacks, a todo el trama vital de la protagonista e icono desde su infancia hasta su madurez, revelando una personalidad errante y perdida, fingiendo constantemente para espantar sus demonios interiores y esa oscuridad en su alma remarcada por la enfermedad de su madre. No sé hasta qué punto la miniserie de Lifetime deja caer que si Marilyn no hubiera muerto esa fatídica madrugada del 5 de agosto de 1962 presumiblemente hubiera sido ingresada en un manicomio poco tiempo después. Hemos perdido la fragilidad y tristeza por la locura, dejando incluso a la propia audiencia que rellene huecos sobre otro tipo de violentos sucesos, maltratos y penurias con las que Norma Jean tuvo que lidiar. Y he ahí la gran contradicción de la miniserie y su escasa puntería porque, al final, el sentimiento es que esa anunciada vida secreta de Marilyn Monroe tampoco era tan secreta.

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