La maldición del desierto: De cómo comer arena del desierto hasta la muerte…

“La maldición del desierto”

Título original: “Sands of Oblivion”

Director: David Flores

EEUU

2007

Sinopsis (Oficial):

En 1923, Cecil B. DeMille terminó el rodaje de “Los diez mandamientos”'. Durante el rodaje, ocurrieron extraños sucesos y, terminado el trabajo, el plató quedó sepultado bajo las dunas. Algunos años después, las tareas de rescate de los restos de los decorados, despiertan a un espíritu egipcio. A partir de ese momento, algunos miembros del equipo empiezan a morir.

Crítica Bastarda:

Ay, las Dunas de Guadalupe. Ay.

El prólogo, lo más cutre del cine cutre…

…como comer arena del desierto… hasta la muerte.

La muerte de Tommy, las más cutre del cine cutre…

…como comer arena del desierto… hasta la muerte.

Las reacciones a la muerte de Tommy, las más cutres del cine cutre…

…como comer arena del desierto… hasta la muerte.

Olvídese de Cecil B. de Mille y “El halcón maltés” porque el «momento ducha» de “La maldición del desierto” no tiene desperdicio… para ahogarse en la vergüenza ajena, claro. 

Nos dicen y amenazan con que seremos ahogados en las arenas del desierto junto a esos masones y espíritus masones-tróspidos… 

…que comeremos arena del desierto… hasta la muerte.

Pero, entonces, llega la FRASE intelectual de esa obra magna del cine mierder: 

¿Estás bien? Te lo diré cuando veas las radiografías. 

Las películas de SyFy Channel con Adam Baldwin forman un universo aparte. Aquí contamos con la presencia de Morena Baccarin y entidades perversas como Anubis, que te matan del susto por lo cutre que son; por esa defecación esquelética maldita por la hez extrema, como si por encima de ese reverso aterrador de una momia (o lo que sea) con cabeza de perro el horror se convirtiera en terror. En otro tipo de terror cercano a la tortura para el espectador, claro. ¡Qué vergüenza! ¡Qué bochorno! A nada ni nadie le puede extrañar que la película sea un BODRIO considerado una de las mayores abominaciones del Siglo XXI. 

“La maldición del desierto” (el “Sands of Oblivion” del título original es más redicho) contiene consecuentemente todo ese recital que se espera del mejor (y peor) cine cutre: tensión absurda, incongruencias argumentales, el mismo rigor histórico que el peluquero del sheriff y, por supuesto, un intento de interpretación de Morena Baccarin que trata desesperadamente de ganar un Oscar con las mismas armas dramáticas que Paris Hilton. 

No importa, lo que sucedió en las Dunas de Guadalupe se queda en las Dunas de Guadalupe.

Nada importa ya… Nuestro cerebro se convirtió en polvo después de la experiencia de ver esta defecación fílmica equiparable a comer arena del desierto hasta la muerte…

Ay, las Dunas de Guadalupe. 

AINS.

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