UnREAL: Sexo, mentiras y realitys shows

Serie de TV

“UnREAL”

EEUU

2015

Sinopsis (Página Oficial):

La muy esperada serie de Lifetime “UnREAL” (#UnREALTV), protagonizada por Shiri Appleby y Constance Zimmer, es un provocador drama que aporta un toque de ficción a aquello que sucede detrás de las cámaras y echa un vistazo al caos que rodea a la producción de un programa de citas. Con el trasfondo de un ‘dating show’ llamado ‘Everlasting’, “UnREAL” está dirigido por la imperfecta heroína Rachel Goldberg (Appleby), una joven productora cuyo único trabajo es manipular sus relaciones con —y entre— los concursantes para obtener material de vital importancia y dramáticas e indignantes imágenes… ya que se lo exige la despasionada productora ejecutiva del programa, Quinn Rey (Zimmer). La serie trata de ser una mirada reveladora a lo que sucede en el escandaloso mundo de la televisión sin guión, donde ser un concursante puede ser cruel y ser un productor una realidad totalmente diferente. 

Crítica Bastarda:

Pudiéramos dejarnos llevar por las apariencias y fusilar a discreción una nueva serie de Lifetime sin que ésta haya emitido un solo capítulo… La cuestión es que las buenas críticas de los medios estadounidenses respecto a “UnREAL” no son casualidad ni el mundo se ha vuelto completamente loco, aunque parte del discurso de la propuesta creada por Marti Noxon y Sarah Gertrude Shapiro parta de la idea de las necesidades respecto al entretenimiento de la sociedad contemporánea, abocada a la fachada de esa telerrealidad que esconde simplemente el arte de la manipulación y de la mentira. Más allá de una simplista sátira superficial —a lo “American Dreamz (Salto a la fama)” de Paul Weitz— el show desea plantear un doble juego de personajes atrapados en ese falso contexto catódico. No solamente vamos a ir presenciando esa parodia de ‘The Bachelor’, con la previsible caída de candidatas en busca del amor de ese soltero de oro, sino que los productores y especialmente la protagonista se encuentran atrapados en otra realidad y mentira, obligados a utilizar a esos concursantes y sacar ventaja de su pasado y taras. Ni siquiera esa reina llamada irónicamente Quinn King (Constance Zimmer) está exenta de vivir en sus propia carnes un laberinto de compuesto por farsas y disfraces. 

Quinn no para de repetir «Denme algo de buena televisión» como burla a esa audiencia desesperada por dramas, locuras y escándalos. No es el único dardo envenenado a esa sociedad que lee las revistas de cotilleos como el mismísimo The New York Times pero rápidamente aparece en esa necesidad de buscar ‘una villana’ las estructuras clásicas de la propia serie y de hacer, en definitiva y resumen, un programa de televisión. Aparecen esos estereotipos afines tanto a la telerrealidad como a los culebrones y, de este modo, se auto-justifican los propios delirios y licencias de culebrón de la serie. “UnREAL” se centra bastante en las dicotomías y conflictos de su antiheroína, protagonista de un escándalo dentro del propio programa en la edición anterior que la llevó a un ataque de locura similar al de “Network (Un mundo implacable)” o el arranque de “Studio 60 on the Sunset Strip”. Podemos imaginar que ella es una idealista quijotesca que sabe que aquello que están haciendo no es lo correcto y que trata de derribar ese sistema corrupto desde dentro, que lucha contra esos molinos de viento que cree gigantes en sus propios delirios. Pero realmente la serie de Lifetime se vuelve mucho más oscura cuando conocemos a su madre psiquiatra y entendemos que ese mundo que retrata la serie está completamente enfermo, perdido y a la deriva. No hay escape: esa falsa realidad y mentira es la única realidad.

“UnREAL” trata de equilibrar esos dos mundos dramáticos e ‘irreales’, donde el drama va de la mano del culebrón y donde la ficción irrumpe en el reality show. La serie trata de desnudar completamente a sus personajes y, de nuevo, aparece el concepto de escándalo y marketing frente a los traumas que yacen bajo esa expuesta piel. La propuesta nos invita a adentrarnos en ese mundo de contradicciones, donde la propia mentira ya es en sí misma una gran contradicción. El espectáculo se recrea en los clichés, se sumerge en una revisión bastarda de “Melrose Place” donde todos joden con todos en cualquier variación y sentido de la palabra. A partir de “Fly” (1x06) todo se vuelve más oscuro, reincidiendo en elementos con los que siempre han trivalizado por culebrones. La farsa se hace real, la mentira ha dejado un cadáver como recuerdo ante esos monstruos que yacen a su alrededor. Esa banalización de la propia televisión basura no trata de ser hipócrita. “UnREAL” sabe que tiene que oler a inmundicia para diseccionar ese estercolero en el que ha quedado conglomerado el fenómeno de los reality shows y ayuda bastante el trabajo de todos los actores, ciñéndose a ese sátira e incluso cierta auto-parodia de sus roles. El mérito de la serie de Lifetime es precisamente esa auto-consciencia, que le permite abarcar distintos géneros y salir airosa al respecto. Pero realmente es la propia protagonista aquella que marca el rumbo, quedando atrapada en ese estudio porque realmente no tiene otro lugar donde ir… ‘Everlasting’ se ha convertido en su hogar y familia, en su mentira… Bienvenidos al mundo del cinismo y auto-destrucción, bienvenidos a esa irrealidad que lamentablemente cada día es demasiado real. 

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