Páginas Bastardas

sábado, 11 de abril de 2015

Inside No. 9 (2x03) The Trial of Elizabeth Gadge: Viaje al Siglo XVII


El tercer episodio de la segunda temporada de “Inside No. 9” nos lleva al Siglo XVII para acercarnos a un tono fantástico con dosis de drama, algo de terror y, por supuesto, mucha comedia negra. “The Trial of Elizabeth Gadge” desarrolla un juicio ambientado en esa época y caza de brujas donde Reece Shearsmith y Steve Pemberton recuperan el protagonismo absoluto de su serie y vuelven a dar otra vuelta de tuerca sobre la misma. Warren y Clarke son convocados para supervisar un juicio en el pequeño pueblo de Little donde una de sus habitantes (Ruth Sheen) ha sido acusada de brujería. ¿Esconde algo más esa aparente e inocente anciana que parece ser víctima de una conspiración por sus propios familiares y vecinos? Evidentemente el material nos remite tanto a “El crisol” de Nicholas Hytner como a toques a lo Vincent Price para que Shearsmith y Pemberton tengan material para chistes claramente sexuales, indecorosos y obscenos. ¿Qué nos ha ofrecido “The Trial of Elizabeth Gadge”?

El juez de paz Sir Andrew Pike (David Warner) es el maestro de ceremonias de ese juicio y proceso en el que rápidamente nos posicionamos a favor tanto del personaje que interpreta Pemberton como el propiciado por Elizabeth Gadge. ¿De verdad que un ratoncito llamado Copo de Nieve (Snowflake) puede ser un demonio? En cierto modo, ya desde el principio nos indican que las apariencias engañan… aunque nos dejamos seducir y traicionar por la historia de esos cazadores de brujas que verán que Little es un pueblo condenado al chiste de trazo grueso un tanto anacrónico. Tanto la hija de la acusada como su marido quedan como responsables de una conspiración para que Elizabeth deje más espacio en la que ya será completa y totalmente su casa… tras pasar por la hoguera y ser condenada por bruja. Muchos hijos e hijas tróspidos, por envidia, utilizarán dicho procedimiento de herencia por exterminio. Descubriremos, además, que la provecta señora es acusada de la succión de un pezón de una criatura peluda y de hablar con ese demonio con forma de ratón… 


La insistencia en los objetos de tortura como objeto de chistes sexuales desconocemos si es una remanencia de Cincuenta sombras de Grey, una marca del vicio y parafilias del juez o simple material para provocar que esa sala de audiencias, marcada con el número nueve, estalle ante la argumentación y falso testimonio de George Waterhouse. Con el proceso ya en privado, llega la parte más seria y dura de “The Trial of Elizabeth Gadge”. Vamos a tener en las torturas un modo de realizar pruebas sobre el cuerpo de la anciana para hallar la marca del diablo. En cierto modo, Shearsmith y Pemberton dibujan una sátira sobre un proceso que retrata el pánico moral de la sociedad. Mr. Warren da la impresión de dedicarse a la caza de brujas por un aliciente netamente económico, pervirtiendo la finalidad religiosa y divina en la lucha frente a mal. Mr. Clarke ejerce de baluarte moral ante lo que puede ser una equivocación que les convierta en armas al servicio del mismísimo demonio y no del ideal que pretenden defender. Esa lucha entre ambos les lleva a la única confesión de Elizabeth: su prostitución con Richard Two-Shoes, cuyo abrigo de piel le convertía en esa criatura de la que la anciana succionaba… 


Con el enfrentamiento moral llega una nueva artimaña del guión para que el ese ratón diabólico se acerque al queso que dejó frente a la supuesta bruja Mr. Warren. Elizabeth Gadge es declarada bruja y será quemada en la hoguera. Shearsmith y Pemberton rompen el tono, como esas suposiciones sobre besos en el culo del diablo, de esas previas torturas y humillación final a esa ya inocente declarada culpable—por necesidades del guión— con el material al servicio de Sir Andrew Pike: 
Elizabeth Anne Gadge, has sido encontrada culpable de brujería y debes ser conducida a un lugar para tu ejecución, donde serás quemada en una hoguera hasta que estés muerta. Las entradas están ya a la venta en el Green Man Inn. Las fichas familiares incluyen una patata libre para cocer al horno en el fuego… y que el Señor se apiade de tu alma.
Como esto es “Inside No. 9” llegan los giros de guión finales. Al ser encapuchada Elizabeth, veremos que Clarke despide a sus hijos para revelar que ha atado y amordazado su compañero Warren en lugar de la bruja. Clarke considera que Warren ha sido poseído por el mal y ha condenado deliberadamente a una inocente a la hoguera. Shearsmith y Pemberton son expertos en utilizar el fuera de campo y nos quedamos en ese interior del ‘número 9’ para revelar que Elizabeth, en realidad, es una bruja. Rompiendo el cuello fácilmente de Clarke (después de ofrecerle una de sus gustosas mamadas), Elizabeth planeó todo para desquitarse de esa pareja que tanto mal estaba haciendo al mal (?). Convertida en cuervo y portando a su ratonticito demoniaco, Elizabeth vuela mientras escuchamos los gritos de Warren dentro ya de esa hoguera que nos imaginamos. Al fin y al cabo, nunca compramos la entrada. La bruja también se llevó la pasta y no tuvo ninguna clase de piedad. ¿Fin? “The Trial of Elizabeth Gadge” desea jugar en distintos frentes, ofreciendo tanto un recital de sorpresas finales posiblemente forzadas y previsibles. Puede que ese aquelarre de referencias sexuales anacrónicas debieran tener otro tipo de desenlace o, simplemente, el juego de conducirnos a ese Siglo XVII de mamadas y besos en el culo de señoras provectas fuera en sí una provocación.

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1 comentario:

  1. Un poco por debajo de los dos primeros episodios, pero disfrutable, sin duda. El mejor momento es el que has remarcado, aunque aquí free significa gratis, no libre.

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