American Horror Story. Freak Show (4x10) Orphans: Pepper, redención, crossover…

Hemos visto/oído/leído tantos rumores sobre este capítulo que la llegada de la pieza clave de la temporada escondía otras sorpresas detrás de esa anunciada cortina. “Orphans”, décimo capítulo de “American Horror Story: Freak Show”, es la despedida de la serie de Brad Falchuk y Ryan Murphy de nuestras pantallas hasta 2015 pero también confirma esa filtración que situaba a Pepper en la Institución Mental Briarcliff dotando de sentido el cameo de la Hermana Mary Eunice McKee. El crossover con “American Horror Story: Asylum” se va a forjar en la recta final, pero el plano conclusivo del capítulo pudiera ser aquella filtración que 20th Century Fox estaba evitando a toda desde que una página del guión de este episodio fuera robada… Ese detalle es clave para entender cómo será la conclusión de “American Horror Story: Freak Show”… aunque siempre existen sorpresas, cliffhangers y giros de guión cuando hablamos de una producción de Brad Falchuk y Ryan Murphy. “Orphans” nos va a traer de vuelta a todos ese ‘huérfanos’ y sabíamos por el avance que los destinos de Maggie Esmerelda y Desiree Dupree van a quedar ligados. ¿Está condenada Desiree a convertirse en la nueva Elsa Mars en el ‘Freak Show’ o están todos condenados a quedar atrapados para la posteridad en el ‘American Morbidity Museum’? Repasemos “Orphans”, donde la mayoría de los personajes son huérfanos o fueron quedando a lo largo de la temporada…

Pepper es la gran estrella del capítulo y según “American Horror Story: Asylum” (y los alienígenas que la tunearon su cerebro) su cuñado la acuso del crimen que él mismo había cometido. Mató a su bebé… Bueno, al de su hermana… Bueno, al suyo propio… pero Pepper demuestra en el episodio ser una presencia que encarna la inocencia absoluta. Para Elsa es su ángel y, en realidad, su primera hija. Ella fundó su club de freaks y dio sentido al ‘Freak Show’. Vamos a descubrir que para Pepper la diminuta y adorable Ma Petite era su hija y que Salty era su señor marido. Obviamente desde el punto de vista de candidez y sensibilidad de la criatura. Pepper descubrirá, tras la desaparición de Ma Petite, que Salty murió mientras dormía presumiblemente de un derrame cerebral. Pepper ha quedado destrozada con la noticia y, con Elsa siendo seducida por ese estafador de Stanley, teme a la soledad. Más que nunca. No sabemos si ese telegrama vía Hollywood de Stanley (AKA Spencer) es verdadero o falso, pero está claro que el otro gran villano de la temporada quiere hacerse con la cabeza de Salty… y lo conseguirá de la manera más desagradable y sádica posible. Calada de su cigarro entre hachazo y hachazo. Bienvenidos a “American Horror Story: Freak Show” y sus credenciales sobre lo macabro para que los freaks sean recibidos con los brazos de formol abiertos en el ‘American Morbidity Museum’. 

Vamos a dejar apartados los asuntos pendientes entre Desiree y Dell y recordemos que el nuevo rol y evolución del personaje, que interpreta Angela Bassett en el show, es ser una especie del hada dentro de este cuento freak. Desiree, tras salvar la vida a su esposo, considera que éste no le debe nada y que ambos se merecen alcanzar la felicidad. Ella, su alargado clítoris y sus tres pechos no se la van a poder dar. El destino de Dell Toledo bien pudiera ser vengar a su hijo y a su antiguo amante de las manos del mismo enemigo: Dandy Mott. De hecho, “Orphans” no necesita recuperar al sucesor de Twisty the Clown porque vamos a tener muchos flashbacks y el mascado flashforward para dar sentido a Pepper con una interesante vuelta de tuerca final. “American Horror Story: Freak Show” está jugando mucho con esas digresiones temporales y la conexión con “American Horror Story: Asylum” no es casualidad al articularse sobre una estructura similar. El miserable del capítulo es Stanley, que engañará a Jimmy sin que Maggie hiciera llegar a tiempo el dinero que las siamesas Tattler le dieron para contratar un buen abogado. Las intenciones de Stanley eran sacarle el dinero de la herencia de su madre para pagar así los servicios de Donald Darrow, hijo de Clarence. O eso decía. Cualquiera se fía de este ‘monster-cock’. Al no dejar a Jimmy ni un duro Ethel, Stanley ve la oportunidad perfecta para matar dos pájaros (y manos de langosta) de un tiro… 

Digamos que Desiree se convierte en ese personaje perfecto para potenciar en la recta final ante la pérdida de protagonismo de las Bette y Dot Tattler. Seguramente las siamesas sean la pieza elemental para entender el enfrentamiento final entre el ‘Freak Show’ con Dandy Mott. Podemos incluso pensar que si Elsa piensa en dejar su circo se lo venda al único postor que pudiera pagar por el mismo en Jupiter… aunque todo ese material está todavía incluso en la lejanía para únicamente tres episodios que nos quedan. Desiree cuida de Pepper. El cuento que lee es ‘El conejo de felpa’ de Margery Williams, donde un peluche de conejo busca hacerse real través del amor de su dueño. El paralelismo con Pepper está servido y también ese sentimiento materno de Desiree. Da la impresión de que en esa conexión emocional con Elsa, ésta se abre y le narra la historia del ‘Freak Show’ para que la ex hermafrodita entienda mejor a Pepper (y por extensión a ella msima). Elsa Mars llegó a EEUU en 1936 y empezó a trabajar con los gitanos y feriantes en Boston. Su inglés no era lo bastante bueno para ser cabeza de cartel y acabó siendo una corista, siendo la protagonista de la precuela de “Show girls”. Rápidamente se dio cuenta de que no quería trabajar para otros y deseaba tener su propio show. Vio en los freaks el futuro perfecto debido a la guerra inminente y siendo esos monstruos los únicos que iban a quedar para subirse a un escenario y entretener y divertir a las masas. Su idea era simple: crear una colección de freaks como reclamo pero haciendo que le público se quedara con la estrella. Con ella, por supuesto. Ella, ella y un millón de veces ella. ELSA MARS. El don de Elsa es ver la belleza en un ‘freak’ y encontró a Pepper en un orfanato, ya que su hermana huérfana la quería pero no podía soportar toda la carga de cuidarla. La maleta de esa diablElsa, regalo perfecto para estas navidades, se pone en funcionamiento y así consiguió a su primer monstruo… a su primer freak. Pepper tocó el corazón impenetrable de Elsa y se convirtió en su hija y ella en la madre de todos sus monstruos. ¿Es “American Horror Story: Freak Show” un homenaje a Lady Gaga o qué? 

Pepper sintió necesidades maternales a su modo… y la llegada de Ma Petite desde el Lejano Este siendo la mascota del Maharaja de Kapurthala. Con tres cajas del refresco Dr. Pepper, Ma Petite y las maravillosas caras de Jyoti Amge formaron parte del ‘Freak Show’. Stanley vendió su cadáver por 3.000 dólares. Capitalismo aparte, Elsa consiguió a su marido espiritual escribiendo a todos los orfanatos del país. Fue amor a primera vista y tenemos una de las secuencias más freaks para el recuerdo en esta ceremonia ¿mágica?... Supongamos que Elsa va a pasar su varita de hada madrina a Desiree y que ésta se va a convertir en la mayor defensora del ‘Freak Show’. Ella le da la idea a Elsa de contactar de nuevo con la hermana de Pepper… Cambiamos de tienda. A la mujer de tres pechos no le va a gustar nada que Maggie Esmerelda pague su adicción al alcohol y traumas por el arresto de Jimmy —acusado de ser el autor del ‘Tupperware Party Massacre’— con ella. Angus T. Jefferson (Malcolm-Jamal Warner) es el futuro para Desiree y no va a dejar que nadie lo deje más oscuro de lo que está. Maggie se va a sincerar y revelar TODOS (sí, TODOS) los planes de Stanley. Maggie recuerda en un flashback (1941 en Kansas City) cómo conoció a ese estafador con el convive hasta ahora y ve en esa mujer, que quiere ser una ama de casa con tres pechos, una aliada perfecta al temer incluso por su propia vida. Desiree viaja junto con Maggie al ‘American Morbidity Museum’ para que veamos sus techos al detalle y encontrarse ambas con el horror. Desiree verá a Ma Petite atrapada en ese vidrio el horror: la mujer más pequeña del mundo era más guapa al natural. Ambas comprueban que la cabeza de Salty ya está allí junto… a unas manos de langosta que llegaron el día de hoy. Momento de desmayarse Maggie en 3, 2, 1… Y las fans de Evan Peters en 3, 2, 1. ¿Homenaje de “Eduardo Manostijeras” a la vista en 3, 2, 1…

Elsa también parte rumbo a Sudbury, Massachusetts, para dejar a Pepper con su hermana. “American Horror Story: Freak Show” se va a poner bastante sentimental con la despedida pero manteniendo esas credenciales kitsch gracias al cameo de Mare Winningham (Rita). Viajamos en el tiempo a 1962 para completar la leyenda y crossover gracias a la Institución Mental Briarcliff y Mary Eunice, que toma nota del testimonio de Rita y la historia que conocemos… con algún añadido. Rita tuvo un hijo por sorpresa, Lucas, ya que según le reveló a Elsa no podía concebirlos. Nació un freak para mantener la tradición familiar pero su marido Larry lo odiaba, no sabemos si se tiraba a Pepper o no y Rita acabó víctima de sus martinis en la cama. Los ensordecedores llantos del bebé-freak son la banda sonora para ese crimen que cometerá Larry, cortando las orejas a su propio hijo y ahogándolo con el consentimiento de Rita. Ambos, en el fondo, querían lo mismo… quitándose a un par de freaks del medio. Pepper no puede defenderse y es internada con una camisa de fuerza en Briarcliff. No obstante, Mary Eunice ve en ella el acto de redención y remordimiento gracias a sus sinceras lágrimas. Ve, en definitiva, esa inocencia que también divisaron Elsa y Desiree. Pepper encuentra una nueva liberación física y emocional y a una nueva mamá, que la encarga colocar la biblioteca para dar el golpe de efecto y despedir 2014: en una portada de Life de 1958 vemos a Elsa Mars bajo el titular: «Ella todavía es la dueña de la televisión del viernes noche». Más allá del golpe de efecto y ese juego de flashforwards de la temporada, aquí Naomi Grossman alcanza en su papel de Pepper la despedida emotiva perfecta, el recuerdo de esa freak hacia esa hada madrina que tanto cuidó de ella. El amor a una madre nunca se olvida y tampoco nosotros vamos a dejar en el tintero esa otra portada directa a nuestro corazón. 

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