Páginas Bastardas

jueves, 9 de octubre de 2014

Comienza ‘American Horror Story: Freak Show’

Con “Monsters Among Us” arranca la esperadísima “American Horror Story: Freak Show”. La cuarta entrega del universo ‘AHS’ llega de nuevo de la mano de Ryan Murphy y Brad Falchuk para sentar las bases de su antología de (y sobre el) terror a lo largo de diferentes pasajes e iconografías del horror en EEUU. Nos vamos a Jupiter, Florida. 1952 es una época perfecta para remitirnos la decadencia de los feriantes norteamericanos y su propia supervivencia en un universo amenazado por una entidad malvada y la propia animadversión, desprecio, ninguneo u olvido de la audiencia. Los monstruos solamente deben formar parte de la ficción y el miedo a la diferencia se confirma desde la instauración de la televisión como nuevo integrante de las familias estadounidenses. Es hora de correr el telón y comprobar el comienzo de ese (nuevo) show que va a suponer una evocación a ese cine clásico de género y época que tan bien han sabido explotar cineastas como Tim Burton. Ryan Murphy ha dirigido “Monsters Among Us” y esa comparación señalada por algunos medios como simbiosis de Douglas Sirk y David Fincher. No obstante, hay más pulpa como el Nicholas Ray de “Más poderoso que la vida” y sobre todo la concepción de enlace entre “Picnic” de Joshua Logan y “Zodiac” de Fincher. Precisamente la presentación de Twisty the Clown conecta a John Carroll Lynch como supuesto Asesino del Zodiaco en ese juego de múltiples referencias con Marlene Dietrich y “La parada de los monstruos (Freaks)” de Tod Browning como bastiones. Elsa Mars (Jessica Lange) escenifica todo lo anterior en su cover de ‘Life on Mars?’ de David Bowie para dar comienzo a ese show total con esencia anacrónica y retrospectiva que desea instaurar el primer capítulo de “American Horror Story: Freak Show”, “Monsters Among Us”. 

Del mismo modo que el personaje de Zoe Benson (Taissa Farmiga) en American Horror Story: Covenservía como carta de presentación a todos los personajes homenajeando a “Dark Shadows”, es el doble papel en uno de Sarah Paulson el mecanismo para revelarnos ese circo de los horrores (y freaks) y a sus habitantes. No a todos. Desiree Dupree (Angela Bassett) y Wendell 'Dell' Toledo (Michael Chiklis) llegarán en breve junto a esos timadores que interpretan Denis O'Hare y Emma Roberts. El capítulo especial y premiere de sesenta minutos (más treinta de anuncios) nos muestra que un asesinato y un misterioso descubrimiento provocan la repulsa de esa sociedad que transcribe la diferencia como anormalidad. Bette Tattler y Dot Tattler son la pieza clave para entender la nueva reformulación de la antología de “American Horror Story” y sus dos cabezas permiten un juego de pantallas divididas y elaboración en los planos junto a una doble narración a modo de diario para desmigajar el gran personaje del que disponen Murphy y Falchuk esta temporada. Elsa ve en el ‘monstruo de dos cabezas’ —y sospechosa del asesinato de su madre— la oportunidad perfecta para revitalizar el show que regenta y que vive sus peores momentos. Recordemos, nadie quiere a los freaks y la televisión es el nuevo divertimento de la sociedad. Analice ahora la serie desde un punto de vista anacrónico y entienda la ácida burla que nos plantea la serie. Como suele suceder en la antología, todos tienen secretos y la manipuladora Elsa desea tener una vía de convertirse en una diva y completar sus sueños y aspiraciones antes de que se le pase el arroz… debido a sus 8.598.473 millones de años. ¿Aceptarán las siamesas Tattler la oferta? 


En “American Horror Story” nada sucede como se esperaba y los personajes son más propensos a los vacíos y escalas de grises morales que una única y predecible interpretación. No tenemos una simple cabeza buena y otra mala, que tienen el don de poder comunicarse entre sí, sino a una madre que escondió a su hija por ser un monstruo y abominación para la sociedad. Sabemos que esas relaciones acaban siendo enfermizas y Bette Tattler y Dot Tattler fueron finalmente incontrolables y apuñalaron a su madre. La responsable fue la cabeza más ‘débil’ e ‘inestable’ de las hermanas y no evitándolo esa parte ‘cerebral’ y ‘perversa’ de ese ser común, que no dudó en (auto)acuchillar a su hermana tanto como castigo como coartada venidera. Las maquinaciones de Elsa no la convierten en el peor personaje que ha interpretado Jessica Lange en la antología. Todo lo contrario. Elsa tiene un componente trágico y en el cierre de “Monsters Among Us” se revela que también es uno de ellos al acabar sus piernas en sus rodillas, presumiblemente por algún tipo de deformidad. Sus prótesis y perfecto caminar evita sospechas pero nos queda claro que hará todo lo que esté en su mano tanto para proteger a los suyos como para convertirse en esa estrella que siempre soñó. De momento, no tienen público salvo a la multimillonaria Gloria Mott y su hijo Dandy, obsesionado enfermizamente por los freaks. El fracaso va a contrastar con el intento de compra de las Tattler por esos ricachones que ejercerán de punto de giro para el personaje de dos cabezas. Tanto Bette como Dot saben que el ‘Freak Show’ que les propone Elsa es su única vía de escape para eludir a las autoridades aunque sea la defensa de Jimmy Darling (Evan Peters) aquello que cierre un pacto de sangre. 



Si Elsa es capaz de seducir a una enfermera/stripper (cameo de Grace Gummer) para conseguir el disfraz apropiado y así tener acceso a las siamesas de dos cabezas, tampoco durará en utilizar una película de 8mm para ‘comprar’ el silencio de esa sanitaria al formar parte de una orgía de monstruos. Jimmy Darling también nos revela ese carácter fetichista y psicosexual habitual en la franquicia y donde Ryan Murphy se pueda recrear gracias a esas manos de langosta… capaces de conseguir el mayor y más placentero orgasmo de las mujeres de alta sociedad (o no). El punto débil de Jimmy es la palabra ‘freak’ y su intolerancia a que le llamen monstruo, tanto a él como a los suyos, acaba generando que asesine al detective que iba a arrestar a las siamesas fugitivas. El linchamiento y descuartizamiento de esos freaks para sellar esa alianza de brutalidad, violencia, vísceras y sangre es observado por otro personaje en la distancia: Twisty the Clown. El villano de esta temporada es un psycho-killer en potencia al que conoceremos a plena luz del día. Su carácter cruel, bufonesco e impredecible nos lleva directamente a la ferocidad de sus acciones. El payaso asesino atacará tanto a una familia en su hogar como a una pareja de enamorados dispuestos a mantener su primera relación sexual. Twisty the Clown lleva una máscara para cubrir su boca revelando unos grotescos dientes caricaturescos que, al parecer, esconden un horror que conoceremos en breve. Twisty no es Pennywise y su incapacidad (de momento) para hablar es contrarrestada por la violencia de sus actos. El payaso asesino tiene en su caravana de los horrores enjaulados tanto al niño, cuyos padres asesinó, como a esa joven que esperaba perder su virginidad en un agradable y soleado picnic. Sus intenciones son evidentemente oscuras al respecto.



“American Horror Story: Freak Show” ha decidido comenzar fuerte y directa con “Monsters Among Us”, gestionando un intenso debut que trate de equilibrar el sexo referencial y fetichista con componentes dramáticos y mucho terror y sangre de aderezo. La metáfora existencial es doblemente reforzada con los peligros a los se ven enfrentados ese circo de los horrores y esas referencias propias ya en la antología. El regreso de Pepper nos sirve para la primera conexión con universos de la serie y entender la temporada incluso como la precuela de American Horror Story: Asylum”. La inclusión de freaks reales como Jyoti Amge, la mujer más pequeña del mundo, posibilita ese deseado homenaje a Tod Browning. Tampoco es que ese cruce de Cruella de Vil con Marlene Dietrich tenga una distintiva voz con su marcado acento alemán sino que el truco de Ryan Murphy y Brad Falchuk se resume en ese cover de Bowie, que parece cantado por Massiel en un after hour con karaoke en Ibiza. Lo aparentemente grotesco y el ridículo auto-consciente pueden hacer fluir clase y mucha magia. La cuarta temporada de “American Horror Story”, en resumen, ansía entonar nueva cimas para esa antología del horror tan inevitable como fundamental dentro de la televisión de nuestra presente década. Coja su cigarrillo, exhale el humo y expúlselo por su otra cabeza. Disfrute del show y ese ‘gran cuarto de maravillas’ que acaba de comenzar, pues.

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3 comentarios:

  1. Me ha gustado muchísimo este comienzo y como era de esperar has hecho una crítica sublime (aunque me hayas hecho el spoiler de las piernas de Elsa xDD)

    Un placer leerte ;)

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    1. Gracias por el comentario y contenido Mr Stardust. Esperaré no cortar las piernas de nuevo a nadie en la próxima review. ;)

      Saludos!

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  2. Yo soy de los que han sido seducidos totalmente por Asylum, y esta temporada parece querer recuperar su "oscura ambientación", lo cual me ilusiona bastante.
    Sin embargo, tambien el cap. piloto de Coven me pareció sublime y luego resultó ser una temporada floja, en mi opinión.
    Por cierto. ¿Nadie va a hacer hincapié en la tremenda bizarrada de la orgía con los Freaks de la enfermera?
    Jaja, no estoy seguro de haber asimilado bien las imagenes vistas en esa cinta de 8 mm y tampoco creo que quiera xD

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