Páginas Bastardas

domingo, 24 de agosto de 2014

Lucy: El tiempo (cinematográfico) como nueva unidad

“Lucy”
Director: Luc Besson
Francia
2014

Sinopsis (Página Oficial):

Desde La Femme Nikita, “El Profesional” hasta “El Quinto Elemento”, el escritor y director Luc Besson ha sido el responsable de crear a algunas de las más memorables heroínas de acción en la historia cinematográfica. Ahora, Besson dirige a Scarlett Johansson en “Lucy”, un thriller de acción en el que una mujer es accidentalmente capturada y debe transformarse en una guerrera despiadada para vencer a sus captores, evolucionando más allá de la lógica humana. 

Crítica Bastarda:

Si quiere disfrutar de “Lucy”, olvídese de las matemáticas, aparte cualquier concepto lógico de su mente y abrace la descarada, profusa y (des)cerebral propuesta de Luc Besson. El director de “El gran azul” desea desligarse de la condición elemental del mainstream sumando sus variables pero obteniendo un resultado conceptual. La máscara autoral le sirve a Besson como mera pantalla para que el espectador pronostique un resultado exacto, como si la propia necesidad y condición de la audiencia dictaminara la exactitud de cualquier blockbuster. En realidad, estamos ante la recreación de la filmografía del director de “León (El Profesional)”, “Nikita, dura de matar”, “El quinto elemento” o “Angel-A” para adaptarse a sus superheróinas y el fetichismo mortífero que desprenden. La idea es sumirse en el exceso y el extremismo científico, en la teoría calificada como paradójica e inadmisible y subyugarla como única verdad. He ahí la tesis del cine y el tiempo, de la mentira y la trascendencia, del film como producto y espejo de las necesidades de su propia audiencia y consumidores. 


“Lucy”, por lo tanto, es una historia que se acomoda perfectamente a su condición ejerciendo de simple y fácil presa ante una depredadora audiencia (e industria) que trata de usarla (y tirarla) a sus fines complacientes y consumistas. El cine es una droga que muta, que amplía el éxtasis y potencia en sus adictos, que convierte al star-system en un mero y bello cuerpo a modo de recipiente hecho a medida. El acorralamiento, por el contrario, se vuelve en contra del cazador; las matemáticas explosionan pero sus variables siguen siendo las mismas. Hay que mirar dentro, doblegarse a la electricidad que genera toda biología basada en la apropiación, dejarse llevar por la condición del tiempo sobre la propia existencia como única unidad y pasar rápidamente sobre una única constante que en el fondo es la propia pantalla como escenario. Besson se recrea en su propia cinematografía, en los lugares comunes del género, en los guiños y homenajes tan premeditados como profundos. Y es que “Lucy” deambula entre la payasada sobrehumana y la propia equiparación de relativismo fílmico de “2001: Una odisea del espacio” de Stanley Kubrick como forma gradual y punto de giro hacia la perfección. El flashback se transforma en un flashforward y viceversa, punto de conexión entre esos dos seres con el mismo nombre que dan la impresión de reformular la evolución biológica de la humanidad y, por extensión, del propio cine que utiliza como droga.


Posiblemente Satoshi Kon nos hubiera regalado una recta final mucho más orgiástica aunque Besson se sume a sus propios patrones para trazar un vínculo kubrickiano entre “El cortador de césped” y “Sin límites”, como inherente transformación de la ciencia ficción en el blockbuster readaptado por un autor que también ha marcado las reglas de su propia experiencia cinematográfica. Dudo que “Lucy” sea (o pudiera ser) la nueva “The Matrix” pero consigue voltear la circunstancia del resultado que puede imponer a un ‘producto’ la propia audiencia y crítica, como si la burla fuera en sí misma un acto metafísico de ambición y supervivencia, de pura inmortalidad fílmica. Y en el reino del mainstream, Scarlett Johansson quiere ser la nueva Diosa, capaz de estar en todas partes en distintos tiempos y registros, como si el cine oriental, europeo y norteamericano pudieran convivir en el mismo espacio y paradójica y absurda mentira y, al mismo tiempo, nueva y reveladora verdad. Nada es relativo en el cine comercial o, tal vez, lo sea todo y sea en sí mismo el propio tiempo sobre el que existe (y existimos).

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3 comentarios:

  1. Vaya, de hecho te gusto?

    Esta no es una sorpresa del cine, como dijiste en tu twitter, esta es de hecho una sorpresa entre tus criticas.

    De paso, ¿Cuando volverás a puntuar y subir criticas en filmaffinity?, en algunas criticas tuyas es difícil saber con que nota puntuarías algunas.

    Saludos y felicitaciones por el trabajo, supongo que ahora es obligatorio verla en el cine.

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    1. COMENTARIO SIN SPAM:
      Johansson da vida a una mujer obligada a ejercer de mula (de drogas) y que adquiere poderes sobrenaturales cuando la bolsa de la droga se rompe y los narcóticos entran en contacto con su cuerpo. "Lucy" es una película muy buena, a mi me encantó.

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