Old School: Momia (ex) policía, momia (ex) criminal

Serie de TV

“Old School”

Australia

2014

Sinopsis (Página Oficial):

Ted McCabe, un policía retirado, y Lennie Cahill un criminal retirado, se reúnen para resolver crímenes, desentrañar estafas y hacer algo de dinero, al mismo tiempo que tratan de evitar la ira de la policía y el inframundo.

Crítica Bastarda:

Desconozco si “Old School” impondrá modas en la televisión estadounidense en su afán de repescar los aciertos de la ficción australiana o, por el contrario, vive en sí de las rentas pasadas basadas en la reanimación de las viejas momias a fines comerciales. También ignoro si Brian Brown y Sam Neill van a formalizar una nueva era para los cementerios de elefantes en televisión aunque tampoco resulta novedoso ver a series convertidas en un centro de reciclaje y exhumación. En definitiva, la ficción ni es nueva ni es vieja. Que en los créditos del nuevo drama de la cadena australiana ABC se dedique un homenaje a la ‘historia’ de sus protagonistas no deja de marcar unos tiempos que en pantalla quedan bastante acartonados en un viejo juego puesto al día de (ex) policías y (ex) ladrones. La intención es que “Old School” reúna a dos veteranos situados en bandos enfrentados pero que acabaron mirándose cara a cara, tal y como remarca la secuencia introductoria y generadora de su caída en el infierno. Es momento de salir de los avernos y enfrentarse a sus demonios y la persona que traicionó a ambos en el pasado. 

No es que la idea sea reveladora pero la potencia del show está en seguir los pasos de esa extra pareja que forman Ted McCabe (Sam Neill), un policía retirado, y Lennie Cahill (Brian Brown), un criminal y ex convicto ya también fuera de la nómina del inframundo. Ambos tiene una (misma) deuda con el pasado y —de momento y en sus primeros capítulos— averiguaran quién es la rata pero un (explosivo) giro les llevará a una red mucho mayor por encima de sus posibilidades en que resuelven un caso para llegar a otro. Me interesa mucho más ese arco argumental, similar a una buddy movie ochentera, que las intenciones iniciales de realizar un procedimental al uso con la premisa de la reunión de los protagonistas y sus necesidades económicas al estar en bancarrota por distintas circunstancias. Cuentan que en realidad “Old School” se inspira en el cortometraje de uno de los creadores del show (Paul Oliver) titulado “Lennie Cahill Shoots Through”, donde viejo criminal destinado a morir de cáncer quería alcanzar la redención mediante un robo sin resolver cometido 20 años atrás. Las credenciales están claras pero, ¿funciona el resultado?

Los protagonistas no están solos evidentemente y tienen familia (con protagonismo y peso) y también cuenta con el hijo mecánico de uno de los compañeros de prisión del veterano ex criminal para ofrecer otras capas dramáticas, cómicas e incluso románticas al show. La serie tendrá ocho capítulos en su primera temporada y de toda esa ‘vieja escuela’ me interesa más que esa carta de amor a Sidney de policías y rincones sombríos, como la define su creador, el misterio con un millonario botín en paradero desconocido (siguiendo los esquemas del género) como pretexto para presentar los rincones del inframundo criminal de Sidney y también las cloacas policiales. “Old School” cuenta con la química y carisma de Bryan Brown y Sam Neill, sus toques de humor y acción pero también de olor a momia y acartonamiento cuando tiene que moverse y entrar en un combate en que, al parecer, el factor clave es la (suma de la) experiencia. Y en esa cuestión, tantos los actores como sus protagonistas van sobrados.

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