Páginas Bastardas

domingo, 6 de abril de 2014

Hannibal (2x06) Futamono: La sonrisa del Dr. Lecter

“Hannibal” llega a su práctica mitad dentro de una gloriosa y excelente temporada y, pese al fracaso monumental de audiencia que tiene cada semana, somos más aquellos que estamos pidiendo a gritos un poco de justicia para una de las mejores series que se están emitiendo en la actualidad. En realidad, en este punto el seriéfilo no entiende cómo el diamante cayó en manos de NBC por encima de una cadena por cable o Netflix más afín a lo ofrecido por la última creación de Bryan Fuller. Con “Futamono”, sexto capítulo de la segunda temporada de “Hannibal”, llegamos a un peligroso punto de giro y es que desdeKaiseki”, season 2 premiere, tuvimos una escena de apertura que cada vez empieza a cobrar forma, mientras el villano trata de que todos los personajes compongan una extraña y macabra sinfonía en la que parece que no va a faltarnos ni una sola nota. Hannibal casi se nos muere por instrucciones precisas de Will Graham en el cierre de Mukozuke” (2x05) y es momento de repasar si tenemos un contraataque y potente réplica en “Futamono”. 

Nos quedamos con Matthew Brown abatido por Jack Crawford gracias al chivatazo de Gideon, aquel que se creía el Destripador de Chesapeake, a Alana Bloom y con Jack salvando al Dr. Lecter de morir ahorcado. Si bien seguimos teniendo la experiencia hipnótica y extrasensorial que propone cada capítulo de “Hannibal”, la propia serie trata de establecer otros márgenes al mind-game del Dr. Lecter y Graham y sorprender a la audiencia con trabajados tonos oscuros e incluso burlescos mientras seguimos inhalando toda la atmósfera escalofriante. En “Futamono” vamos a ver que Hannibal y Alana están más cerca el uno del otro y aquí no sabemos entender si el caníbal ha buscado un escudo y protección perfecta para permutar ese juego que tiene con Graham o, tal vez, esté seducido por esa idea de poder. Precisamente resultaría bastante triste que la disminución de personajes femeninos tras la marcha de Bedelia Du Maurier y la defunción de Beverly Katz pase por tener un perchero y objeto sexual. Se indicó (aunque debería cambiar el verbo por ‘rumoreó’) que Mason Verger aparecía en las carnes de Michael Pitt y su historia aunque predecible pudiera ser potente. Otra cuestión es que la ausencia de personajes femeninos se compense de otra manera más apetecible.


“Hannibal” siempre ha jugado con ciertas licencias que se ha tomado el género y, del mismo modo que Beverly Katz se metió en la cueva de lobo sin dejar un mísero mensaje en el buzón de voz ni tampoco llevar el GPS activo, Gideon va a trazar una extraña trama que desconocemos si procede de un juego previo entre ambos Destripadores de Chesapeake y su conversación previa. ¿La idea era volver locos a Will, Jack, Frederick Chilton? ¿Tener tiempo para planificar un ataque de sus guardias y ser rescatado por Hannibal y así hacer la pieza de su orquestada partitura sumamente perfecta? ¿Salvar a Gideon y de este modo ofrecerle ‘su última cena’ dentro de esos oscuros reflejos, reivindicar la autoría de ser el auténtico Destripador de Chesapeake, exonerar de algunos crímenes a Will, tener la coartada perfecta por su noche de sexo, seducción y droga somnífera sobre Alana y que Jack deje de sospechar ‘algo’ y se centre en una nueva pieza y cliffhanger con el que nadie contaba? Puede que nos importen cosas… ¿Cómo sabía, por ejemplo, Hannibal dónde estaba ingresado Gideon y el asunto de su accidente? Realmente “Hannibal” siempre ha funcionado por dibujar en paralelo otro mind-game con el espectador mediante la suma de elipsis y un backstory para que nos estremezcamos pensando en aquello que está en fuera de campo. Un juego que comprobamos con el descubrimiento de Beverly antes de perecer a manos del asesino en serie más galano de la televisión actual sin caer en una folclórica de feria. Hay estilo, hay inteligencia y pura maldad. Precisamente “Futamono” establece un juego de secretos y referencias (el guardia asesinado, un misterioso pozo donde se haya atrapada la doncella desaparecida) a “El silencio de los corderos”, acercándose y alejándose al mismo tiempo del material de Thomas Harris.


En el capítulo vamos a dejar apartado algo a Will, que ha dejado de ser apacible tras la muerte de Beverly, para ser un oponente perfecto y enfrentarse así a Hannibal. Por supuesto, el doctor está excitado con el asunto y aquel «qué pasará» que instaura otro tipo de palpito en su existencia. Después de la derrota, Hannibal desea restaurar su apetito de nuevo y el mítico Chesapeake Ripper va a volver con un crimen floral y macabro mientras compone una melodía para externalizar sus emociones y resentimientos con Will. El juego ha comenzado y el Dr. Lecter sabe que Alana es la pieza perfecta y de esta manera destrozarle pero indudablemente pudiera exponerle por lo que traza un perfecto plan ante las crecientes sospechas de Jack ante ese pérfido y vengativo en Will Graham convertido en un rey de la manipulación. Las armas están afiladas y hay una fiesta y orgía de platos de carne por servir. Todo coincide y con el Destripador operando sobre un concejal de la ciudad de Baltimore y ese mítico Rolodex que te convierte en la cena del Dr. Lecter. El ciclo de cadáveres se repetirá. Con Gideon dando detalles de la orden de Hannibal para matar a Alana, la investigación científica delimita la zona de operaciones del asesino y el nuevo cara a cara va a presentar esa pieza en el tablero femenina. La gracia del asunto es que Gideon niega delante de Jack todo lo que dijo y utiliza a la enfermera que asesinó para que los guardias le golpeen y le tiren escaleras abajo dentro de esos planos a cámara lenta tan habituales en la serie. En la cena Jack se lleva algo de comida… y así poder analizar el origen de la cerne pero el espectador se dará cuenta de que el Dr. Lecter sabía de esas futuras acciones. La carne es animal y Alana será una pieza dentro de su plan arrogante para servirle de coartada en una noche de pasión y… somníferos. Gideon será sustituido por el cuerpo destirpado de su guardia de seguridad y suspendido con hilos de pescar y anzuelos con sus respectivos señuelos. 


El homenaje a Will confirma que Gideon recibió ayuda y que El Destripador de Chesapeake ha dejado constancia de su trabajo y exculpa a Will de sus crímenes cometidos. Gideon es ahora el invitado de cena de Hannibal y el plato estrella es la propia pierna amputada del doctor fugado. Huésped y comida… y una pista final para que Jack descubra una granja en Virgina con una doncella dentro de un pozo… Una doncella a la que le falta un brazo, está viva y se llama Miriam Lass, aquel homenaje remanente a Clarice Starling. ¿Y ahora qué? ¿Nos darán otra sorpresa con Abigail Hobbs o Miriam era esa persona que vio Beverly Katz en el sótano de los horrores de Lecter? Siempre nos quedará un clavicordio y esa maléfica, perversa y arremetedora sonrisa del mal. Y, nosotros, encantados.

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5 comentarios:

  1. Muy buena reseña, la verdad es que esta 2 temporada esta siendo una obra maestra!
    Mi novia y yo no podemos esperar cada semana a que llegue el sabado.
    Y lo mejor es que cada capitulo mantiene la intensidad y te deja con ganas de mucho mas!

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  2. No es un clavicordio, por mucho que lo hayan repetido. Es un clave o clavecín.

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  3. wuau hannibal y alana asiendolo q asco tengo q aserme una lobotomia para sacar esa imagen de mi mente y will nunca va aperdonar a alana x eso y mirian lass esta viva q sorpresa eso meda esperansa sobre abigail

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